Diego Dublé Urrutia |
Nació en Angol en 1877 y falleció en Santiago en 1968.
Estudió en Talcahuano, Concepción y más tarde en el Instituto Nacional. Luego siguió la carrera de Leyes que no concluyó. Fue también dirigente juvenil del Partido Radical, aunque perteneció a una familia aristocrática. Más tarde se hizo diplomático y fue embajador en Francia, Austria, Brasil y Ecuador.
En 1928 se convirtió al catolicismo, militando en las filas del Opus Dei. Fue uno de los fundadores del grupo literario Los Diez y de la Sociedad de Escritores de Chile, así como miembro de la Academia Chilena de la Lengua.
Su padre murió prematuramente en la guerra (Diego Dublé Almeyda) y el poeta heredó la afición a las letras de su madre, doña Teodorinda Urrutia Anguita. Se casó con una hermana del poeta Vicente Huidobro . Fue amigo de Paul Claudel, quien influyó en su conversión al catolicismo. En 1958 obtuvo el Premio Nacional de Literatura.
Es el cantor del Arauco natal y en sus poemas evoca nostálgicamente el paisaje, los indios y las tareas humildes que realizan. Es uno de los primeros poetas que vuelve los ojos hacia lo propio.
Dublé Urrutia vivió dentro del período modernista, pero se apartó de sus propuestas en la sencillez y poca afectación de su poesía y por el interés hacia los humildes y los aborígenes, víctimas de la injusticia social. Sus hablantes reflejan constantemente una conmiseración contemplativa. También introdujo el humor en los poemas.
Partió de un lirismo modernista que luego se fue haciendo más objetivo. Al final hay una conversión religiosa que le confiere serenidad y espiritualidad a su poesía. Incursiona en las costumbres populares ("La procesión de San Pedro"), las vidas humildes ("Narcisa"), el paisaje nativo ("Selva patria"), los desposeídos ("El lanzamiento") y los proletarios ("Las minas"). En "La procesión de San Pedro", hay una policromía casi óptica de los pescadores sureños y un fino matiz satírico, imperceptiblemente humorístico.
Dublé Urrutia fue un poeta popular, difundido en los textos de enseñanza, los medios de comunicación, las antologías y por los estudiantes.
Obras: Veinte años (1898), un análisis del criollismo literario. Del mar a la montaña (1903), El caracol (1903), Fontana cándida (1953).
Veinte años, tuvo una recepción crítica abundante. Fue recomendado por Carlos Silva Vildósola, también de Angol, en el diario El Chileno (VI-98). Este libro se formó como poemario entre 1895 y 1898 y comprende las partes "Pensamientos de la tarde", "Reminiscencias" y "Melancolía". La primera fue premiada con mención honrosa en el Certamen Varela de 1895 por un jurado compuesto por Guillermo Matta, Pedro Antonio González y Antonio Subercaseaux Pérez: "versos melancólicos y escépticos". Hay influencia de la poesía alemana, especialmente de Heine.
Dublé Urrutia tenía sólo 18 años cuando lo escribió. "Reminiscencias" es un texto de tipo criollista o nacionalista. Es la parte más novedosa de la producción del poeta. La tercera parte, "Melancolía", está escrita en versos libres o blancos y le valió elogios de Gómez Restrepo, el poeta colombiano.
Del mar a la montaña, fue costeado por suscriptores con la iniciativa de Samuel Lillo . Este libro le hizo conocido en América, España y Estados Unidos. Mantiene influencias de Heine y también de Tennyson, aunque sus temas son variados y su estilo es diverso de un canto a otro.
El poema "Fontana cándida" tiene traspasos renacentistas y se relaciona también con la poesía clásica (Horacio) y la italiana. Hay condensación y fuerza expresiva latina al modo de Carducci.
Las composiciones inspiradas en los campos chilenos sobresalen por el ambiente y se muestran como más espontáneas y menos elegantes. El poeta describe con brevedad, precisión y colorido. Se presenta como un poeta local debido a su relación afectiva con la tierra y el paisaje que describe.
El mismo compromiso se observa en relación a los cuadros de seres humanos, transformándose a veces en un poeta social con asomos criollistas, como en "Las minas". En esto se adelanta a Baldomero Lillo y a Carlos Pezoa Véliz.
José Santos Chocano, le decía en 1903 desde Lima: "Usted es el poeta de Chile". Y Rubén Darío en 1906: "Su patria tiene en usted el poeta que faltaba". Lo "nacional" aparece de manera distinta en "En el fondo del lago", "Lanzamiento" o "La procesión de San Pedro". Dublé Urrutia recibió elogios de Salvador Rueda, Clarence Uredembeurg, Jaime Fitzmaurice-Kelly y otros críticos.
En Selva Lírica se indica respecto de Del mar a la montaña: "Aquí canta la naturaleza de Chile Central, el propio terruño, con sus aguas, sus montañas, sus campesinos, en un ambiente netamente criollo. Es un primoroso paisajista nativo, y en esto se diferencia esencialmente de Pezoa Véliz, quien ahonda mucho más en los repliegues del alma chilena, por lo cual supera a Dublé en el calor y movimientos líricos".
Por su parte, Francisco Santana indicaba sobre Fontana cándida, que "nos muestra al poeta con una nueva faz. Una serena voz introspectiva que fluye con hondura y claridad. Su lirismo nada tiene de refinado, en cambio es denso, vital y sugerente".
Bernardo Cruz, lo visualiza contradictorio: "Tiene momentos de bella intuición, toca a veces la orla de la poesía pura, pero su constante, es más bien la estrofa consciente, elaborada y más pictórica que emocional. Su mayor mérito es haber cantado a Chile, a sus bosques y a sus lagos, a su cordillera y a sus mares. Su defecto más sensible: las caídas, prosaicas, la extensión de sus poemas y por ello la dilución del motivo esencial en circunstancias adventicias".
Para Alone , "es la figura más erguida y mejor destacada en el umbral del siglo... Dublé, innovador sin exageraciones, juvenil y maduro, se mantiene en el límite justo y hasta ahora su acento nos llega vibrante".
Juan Villegas, cree que es el primer poeta que incorpora un hablante con sentido de responsabilidad social inaugurando la poesía de denuncia. Es también, a su juicio, el fundador de la tendencia criollista al poetizar el paisaje real y evocar con nostalgia la naturaleza que desaparece. En el poema "Las minas" de 1899, hay un hablante que se muestra como un personaje con responsabilidad moral. Aparecen dos sectores antagónicos portadores del bien y del mal, casi míticos que están representados por los dueños y los mineros. El hablante es un portavoz de la indignación por la injusticia social.
Manuel Rojas , ha señalado que Del mar a la montaña fue "una gran obra poética, una obra poética de gran atracción, pues mezcló a la poesía las leyendas y fiestas religiosas de la gente marítima de Chile, casi una poesía costumbrista de gran vuelo, con toques de humor y de sentimentalismo popular muy refinado... Sus últimas poesías lo muestran como un poeta subjetivo, un poco vago, con inclinaciones no muy claras hacia algo espiritual".
Para Antonio de Undurraga, es "el primer poeta nuestro que afinca su voz en un aire autóctono, vernáculo, típicamente chileno. En este sentido, fue el verídico precursor de Carlos Pezoa Véliz, aunque la precedencia casi sólo se mida en meses".
Poeta fundamental de la época y uno de los primeros que buscó un lenguaje propio de expresión criollista, incrustando al mismo tiempo las novedades modernistas, Dublé Urrutia cimentó la estructura de una escritura renovada por las corrientes europeas del momento, recogiendo al mismo tiempo lo más esencial y auténtico de su propio terruño y creando las bases de la moderna poesía nacional.