Vía Crucis, estaciones VI a X

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VI Estación: La Verónica limpia el rostro de Cristo

Es una mujer anónima, la "Verónica", quien limpia la cara sucia y golpeada de Cristo. Mientras la chusma grita, la Verónica contempla en su intimidad el rostro de Cristo. Se anima y se lo limpia con un lienzo. Y Cristo le deja impreso su rostro, la "Santa Faz", en el lienzo.

—Señor, ahora veo claro. Tú sólo te revelas en la intimidad. El aturdimiento más bien borra tu imagen en nosotros. El vértigo me ha aturdido y ha borrado tu imagen en mí.
—Señor, que en medio de las preocupaciones, sepa contemplarte y vivir de ti —crear tu imagen en mí; para hacerte más visible a los hombres; para que "quien me vea te vea".

Padre nuestro...
L.- Te Adoramos, Cristo, y te bendecimos
T.- Porque con tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

VII Estación: Jesús cae por segunda vez.

La curiosidad irreverente del pueblo, y la tiranía forzada de los soldados, y el peso de la cruz obligaron a Cristo a caer de nuevo, a la mitad del camino. Pero se levantó otra vez, porque quería llegar al fin.

-Señor, a veces, a la mitad de mi camino, siento haber llegado al límite, no le veo sentido a mi vida; mi buena voluntad me parece un fracaso; y, en ese momento, la tentación se me antoja un ángel bueno, y el deseo de ser malo me es irresistible.
—Señor, por tu segunda caída, líbrame de caer a la mitad de mi vía crucis. Y, si caigo, dame fuerzas para levantarme y seguir siendo fiel a mi camino.

Padre nuestro...
L.- Te Adoramos, Cristo, y te bendecimos
T.- Porque con tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

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VIII Estación: Cristo se encuentra con las mujeres de Jerusalén.

En su camino al Calvario Cristo encontró la compasión de unas piadosas mujeres...; y la delicadeza sin palabras de la Verónica...; y la compasión silenciosa de María, su Madre...

—Señor, me cuesta ser compasivo; me cuesta más ser delicado; me cuesta mucho más ser comprensivo. Sin embargo, ahora veo que esa gradación debe ser mi meta, si quiero llegar hasta tu corazón.
—Señor, que en mis momentos difíciles encuentre no sólo compasión y delicadeza, sino, y principalmente, comprensión. Y que en los momentos difíciles de los demás no me contente con ser compasivo y delicado, sino que trate, además, de ser comprensivo. Pensando que, si lo soy con ellos, lo soy contigo.

Padre nuestro...
L.- Te Adoramos, Cristo, y te bendecimos
T.- Porque con tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

IX Estación: Jesús cae por tercera vez.

Cristo cae por tercera vez en el Calvario, casi al final del camino. Pero se levanta definitivamente para ser crucificado, y, así, redimir al hombre.

—Señor, sé que, como tú, debo llegar al término del vía crucis de mi vida. Y que debo llegar airoso, sin caer agotado por la impotencia del fracaso, como si mi vida se extinguiese habiendo luchado inútilmente como si toda ella hubiese sido una equivocación definitiva. Pero me resultan difíciles el tesón humano y la perseverancia cristiana.
—Señor, dame fuerza para que llegue al final de mi camino con la conciencia de que he llenado a cabalidad mi vocación cristiana. Para eso que cumpla tu plan cada día, llenándome de ti y sirviéndote en mis hermanos.

Padre nuestro...
L.- Te Adoramos, Cristo, y te bendecimos
T.- Porque con tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

X Estación: Cristo es desnudado.

Cristo se sintió solo en la cruz. Allí se ausentaron sus discípulos, sus milagros, su autoridad, su fama... El misterio del Dios-Hombre con toda su fuerza.

—Señor, yo nunca llegaré a esa soledad, porque a mi siempre me acompañarás tú. ¡Si tuviera fe en ti! ¡Si sintiera tu divinidad, en contacto directo con mi vida desde el bautismo por la gracia...! ¡Si, cuando, ante la prueba, me veo cargado de disfraces inútiles e insinceros que no sirven, experimentase en mi pobre desnudez humana que tu gracia está conmigo, nunca padecería la soledad de tu cruz!
—Señor, que crea en tu gracia. Que crea que no es un vestido, sino que eres tú mismo. Tú mismo como luz de mi inteligencia y como vigor de mi voluntad. Y que esa fe en tu divinidad participada por mí me entusiasme y me haga sentirme contigo, con la mejor de las compañías.

Padre nuestro...
L.- Te Adoramos, Cristo, y te bendecimos
T.- Porque con tu Santa Cruz, redimiste al mundo.

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