Información general sobre las drogas |
Las drogas son sustancias tóxicas naturales o sintéticas que tiene las siguientes características:
Invencible, irrefrenable deseo o necesidad absoluta de continuar el uso de la sustancia y de procurárselo por todos los medios.
La tendencia a aumentar la dosis de consumo.
La dependencia síquica y, a veces, física, en relación con los efectos de la sustancia.
La drogadicción o toxicomanía está presente desde la antigüedad e incluso existen sustancias cuyo consumo es aceptado socialmente: el Alcohol y Cigarrillo. Otras drogas no son aceptadas en forma abierta, pero sí de manera encubierta en algunos medios, tales como la marihuana, cocaína, etc.
Las sustancias capaces de provocar toxicomanías, producen un estado de bienestar, euforia, sensación de desprendimiento y de evasión de la realidad o también exaltación síquica: esto induce al sujeto a persistir en el consumo de la droga. Luego de un tiempo, la persona debe aumentar progresivamente la dosis para obtener el efecto deseado, estableciéndose así el hábito o tolerancia.
Efectos negativos a largo plazo de las drogas más conocidas:
Alcohol
Disminuye el rendimiento intelectual, produce delirios y alucinaciones, aumenta la fatiga y retarda las reacciones, provoca lesiones cutáneas (capilares dilatados y nariz rugosa de color rojo oscuro).
Produce complicaciones cardiacas (insuficiencia o arritmias).
Afecta al hígado ya que aumenta la acumulación de grasas en él, provocando cirrosis hepática.
Dificulta la absorción de los alimentos. Aunque pareciera que no afecta directamente al sentido del gusto, éste se resiente al no tener sensación consciente del mismo. (Ver: Alcoholismo )
Tabaco
Se le atribuye el treinta por ciento de todos los cánceres. En especial los localizados en la garganta, boca y cuerdas bucales.
Origina ochenta por ciento de los casos de bronquitis y enfisemas.
Agrava las infecciones respiratorias.
Acelera el ritmo del corazón.
Contribuye a un tercio de las muertes por ataques cardiacos y enfermedades coronarias.
Provoca el noventa por ciento de los casos de cáncer al pulmón.
Aumenta la presión sanguínea.
Duplica la frecuencia de las úlceras gastroduodenales.
En mujeres embarazadas retrasa el desarrollo del feto, aumenta el riesgo de aborto, origina bajo peso en recién nacidos.
Produce pérdida del apetito y cansancio.
Altera el sistema nervioso.
Adelanta la edad de la menopausia.
Reseca la piel y aumenta el vello corporal en las mujeres. (Ver: Tabaquismo )
Marihuana
Especialmente dañina para pulmones y bronquios, pues un “pito” contiene diez veces más alquitrán que el tabaco.
Su uso prolongado puede trastornar el funcionamiento hormonal: en mujeres, altera la ovulación y el ciclo menstrual; en hombres, puede reducir la cantidad y movilidad de los espermios, lo que redunda en menor fertilidad.
Consumidores crónicos suelen experimentar insomnio, inestabilidad afectiva y dificultades sexuales.
Como la droga disminuye la concentración, afecta el aprendizaje.
Es común que usuarios contumaces caigan en el así llamado "síndrome amotivacional": letargo, apatía, incapacidad de comunicarse.
Éxtasis
Produce taquicardia, temblor, alucinaciones visuales, movimientos compulsivos de mandíbula, y náuseas.
Los usuarios suelen sentirse deprimidos a mitad de semana, después de consumir durante el fin de semana.
La toxicidad depende de la dosis, la sicología y el estado orgánico de la persona.
Las más severas reacciones incluyen hipertermia (fiebre altísima), convulsiones, coágulos y severas fallas al riñón.
El consumo habitual puede producir depresión, desorientación, insomnio, ataques de pánico, ansiedad, a veces en forma permanente.
Anfetaminas
Insomnio, tensión, irritabilidad, boca seca.
Hay quienes sufren dolor de cabeza y pierden la visión por cierto lapso.
Consumir altas dosis puede llevar a desarrollar patrones repetitivos de comportamiento, en los cuales la persona realiza la misma acción, obsesivamente, una y otra vez.
También es frecuente una irritante alucinación táctil: sentir como que insectos caminaran bajo la piel. Esta sensación puede ser tan vívida, que algunos individuos se han rascado hasta producirse heridas.
El síndrome "del día después" incluye extremo cansancio y náuseas, ya que el organismo ha sufrido una intensa sobredemanda energética.
Las anfetaminas son sustancias de alta toxicidad y fácilmente pueden producirse reacciones adversas o muertes por sobredosis.
El consumo prolongado puede producir daño renal, infertilidad, sicosis, delirios paranoicos e hipertensión.
A veces hay daño cerebral, y entonces los comportamientos repetitivos aparecen aun cuando no se haya consumido la droga.
Es un hecho fuera de discusión que las anfetaminas aumentan la agresividad, por lo que se dice que estas drogas están muy asociadas a hechos de violencia.
Cocaína
Hiperactividad, ataques de ansiedad, deshidratación, irritabilidad, temblores.
La droga impone una tremenda exigencia al corazón, por lo cual puede gatillar un infarto.
Las sobredosis son un riesgo y, aunque no es frecuente, es posible que un novato muera en su primera línea.
La mayoría de los consumidores experimentan un aumento de la agresividad y síntomas similares a los de la depresión clínica: ansiedad, pena, apatía, anorexia e insomnio.
Estos efectos se han observado incluso en quienes han consumido por menos de seis meses.
Además, la droga tiende a producir distancia emocional.
La aspiración nasal provoca rinitis y, a la larga, destrucción del tabique nasal.
Usuarios impenitentes pueden desarrollar enfermedades cardíacas, depresión crónica, sicosis recurrentes y un cuadro similar a la enfermedad de Parkinson: tics faciales, rigidez, dificultad para caminar y movimientos involuntarios de cabeza. (Ver: Cocaína )
Pasta Base
La fase angustiosa es, como su nombre lo indica, muy desagradable.
Se experimenta intranquilidad, irritabilidad, insomnio y temblor físico.
La percepción y el juicio se alteran.
Pueden producirse alucinaciones y es frecuente que se desarrollen cuadros paranoicos y sicóticos.
Produce cambios metabólicos irreversibles, daño neurológico y severo deterioro de los sistemas hepático y renal.
La dependencia se desarrolla muy rápido, pudiendo manifestarse alrededor de los tres meses de consumo habitual.
Se estima que la ansiedad por consumir y conseguir droga es un importante gatillador de conductas delictivas.
Ver: Drogadicción