Usos y tratamiento del agua |
Uno de los mayores desafíos del siglo XXI es asegurar la suficiente energía y agua para el bienestar de la humanidad, manteniendo, al mismo tiempo, la salud ecológica, integridad y capacidad de recuperación de las cuencas hidrográficas.
Las personas utilizamos el agua habitualmente con tres fines principales: uso doméstico, uso agrícola y uso industrial.
Generalmente, y a pesar de los peligros que puede ocasionar la presencia de sustancias tóxicas en el agua para las plantas, el agua para uso agrícola no suele tratarse químicamente.
Los usos del agua en la industria son muy variados y específicos, por lo que puede necesitarse poco tratamiento como en el caso de aguas de enfriamiento, o por el contrario precisarse una pureza máxima como en el caso de la industria alimentaria.
Los tratamientos de agua son procesos que permiten extraer o modificar algunas sustancias que el agua ha adquirido de forma natural o como consecuencia de los usos y previos vertidos.
Los problemas de disponibilidad de agua para los diferentes usos son cada vez mayores, debido a las situaciones de escasez de recursos y del incremento continuado de las demandas, por ello, se plantea la reutilización de aguas residuales una vez depuradas y la desalación (agua obtenida a partir del agua de mar).
Existen
numerosas técnicas para determinar la calidad de las aguas, los elementos y
compuestos tóxicos que pueden tener, los microcontaminantes,
etc., basadas en las orientaciones de
Esquema de planta purificadora de aguas. |
También hay tecnologías contrastadas de tratamiento de aguas residuales urbanas e industriales; y tecnologías sostenibles que no solo procuran disminuir la contaminación, sino que tratan de prevenir los problemas.
Según sea la utilización posterior, los tratamientos pueden ser:
- La potabilización, para agua de bebida. Proceso que consta de varias etapas que varían según la calidad del agua natural inicial, por lo general son el desbaste, aireación, coagulación-floculación, decantación-filtración, desinfección, tratamiento de fangos, desalación, ablandamiento. (Ver: Características físico químicas del agua ) .
- Aguas de proceso para la industria, que requieren unas características de calidad que pueden ser más o menos exigentes, dependiendo del empleo en cada industria concreta.
Planta desalinizadora, en construcción. |
- Tratamientos de aguas residuales. Los vertidos de aguas residuales son la fuente de la mayor parte de la contaminación que puede hallarse en las aguas naturales.
El control de esta contaminación mediante la depuración o tratamiento de dichas aguas constituye un aspecto fundamental desde el punto de vista ecológico y de obligado cumplimiento desde el punto de vista legal.
Cualquiera que sea su procedencia, los vertidos de aguas residuales presentan una amenaza para los seres vivos y el medio ambiente.
Los tres tipos principales de aguas residuales, según sean sus usos, son: urbanas, industriales y agropecuarias.
El conocimiento de la composición de las aguas residuales es fundamental para la gestión correcta de los vertidos, en lo referente a recogida, tratamiento y evacuación de los mismos.
Existen unos principios básicos fundamentales, recomendados para los proyectos tecnológicos de depuradoras, basados en la máxima reutilización de aguas limpias y semilimpias: reducción de caudales, separación inmediata de residuos donde se producen sin incorporarlos a las corrientes de desagüe, para ser tratados separadamente.
Los posibles usos del agua reutilizada son: agrícolas (riego), municipales o urbanos (limpieza, riego), recreativos (lagos artificiales), industriales (lavado, refrigeración, desalinización).
Fuente Internet:
http://portalsostenibilidad.upc.edu/detall_01.php?numapartat=2&id=23