Halcón común |
Nombre común de cada uno de los miembros de un género al que pertenecen 38 especies de halcones, así como de otras especies de la misma familia. Especie prácticamente cosmopolita, presente en todos los continentes excepto en la Antártica.
Nombre científico: Falco peregrinus
Clase: Aves
Orden: Falconiformes
Familia: Falcónidos
Tamaño: Macho mide 40 cm; la hembra, 50 cm.
Apertura de alas: Entre 95 y 115 cm
Peso: Macho, 600 a 750 gramos. Hembra 900 a 1.300 gramos.
Características
Ave que se muestra potente, con una silueta compacta durante el vuelo. Se caracterizan por sus largas y puntiagudas alas en forma de hoz; cola corta y cabeza encajada en los hombros. El plumaje es oscuro, de color gris pizarra en la parte superior (pardo durante el primer año de vida) y blanco veteado de negro en el pecho y la parte inferior. Un bigote negro le confiere un aspecto orgulloso.
Una muesca curvada es característica en la parte superior del pico
Las hembras son más grandes que los machos, los cuales son llamados "terzuelos".
El halcón es un ave fascinante. Prefiere los ambientes rocosos salvajes y solitarios, y es amado por los observadores de pájaros por su aspecto orgulloso y especialmente por su habilidad como cazador de alto vuelo, cuyos métodos de caza son muy peculiares. Consisten en cernirse y dejarse caer sobre su presa.
Tienen poderosas garras con largas y afiladas uñas curvas con las cuales sujeta a su presa mientras la desgarra con el pico.
Captura exclusivamente aves en vuelo, dándoles un golpe de garra desde arriba tras una vertiginosa picada, o bien desde abajo con una encabritada repentina o por la espalda, aprovechando el ángulo muerto de su campo visual.
Ave de presa diurna (activa durante el día), el halcón puede volar a más de 80 kilómetros por hora y en picada puede superar los 300, por eso es un enemigo temible para cualquier presa. Las hembras pueden capturar especies de dimensiones considerables, las que devoran en tierra empezando por el pecho. Como sonido característico, repite iu-eiu, pero cuando ataca a los intrusos emite un fuerte y agudo kik-kik-kik y un ruidoso ke-ke.
Es una especie muy adaptable, cuyo hábitat se halla presente en las paredes rocosas de las montañas, colinas y acantilados; también frecuenta las grandes ciudades, especialmente en invierno.
Como decíamos, se alimenta de aves capturadas durante el vuelo, de las cuales del 30 al 70 por ciento, según la localidad, pueden ser palomas semidomésticas, palomas torcazas, tórtolas, estorninos, córvidos y otras aves de tamaño similar, hasta pequeñas alondras. Necesita un promedio diario de 80-100 gramos de carne, en el que muy de vez en cuando incluye murciélagos, pequeños mamíferos terrestres y grandes insectos.
Reproducción
El período reproductivo del halcón suele empezar en febrero, cuando estas aves comienzan a defender un radio de quinientos metros alrededor del nido, efectuando ataques aéreos contra cualquier intruso alado.
Después de un mes, el macho elige el nido y ofrece una presa a la hembra, que la recibe asumiendo comportamientos típicos de las aves que anidan.
Sus hábitos de anidación varían. Construyen un sencillo nido en un árbol, depositan los huevos en un lugar despejado de una pared rocosa o en un agujero de un árbol o un nido artificial. Ciertas especies anidan en colonias. En marzo la hembra del halcón pone cuatro o cinco huevos cuyo color va, según la especie, del blanco al rojo o el pardo moteado. La hembra incuba los huevos casi sin ayuda del macho entre 28 y 30 días. Los polluelos se vuelan a las cinco semanas.
Ave en peligro
Algunas especies de halcones, en especial el halcón peregrino o halcón común vienen siendo utilizadas desde tiempos remotos como auxiliares en la caza (Cetrería).
El peregrino tiene la cabeza y la parte dorsal de color negro azulado y la parte ventral blanca con bandas de color castaño claro. Es un residente habitual durante todo el año en la península Ibérica y en la parte meridional de América del Sur.
Halcón peregrino
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Su población no es muy numerosa. Entre 1950 y 1970 esta especie se redujo considerablemente debido al envenenamiento con el DDT y el DDE que contenían las presas. El veneno se acumulaba en el cuerpo de los adultos y volvía estériles a los huevos. También contribuyeron otros factores como la caza y la extracción de las crías para la halconería, a tal punto que se temió la extinción. En los últimos años, en muchos países, ha habido una importante recuperación gracias a la disminución de la caza y a la prohibición de la extracción, que se ha reemplazado por la reproducción en cautiverio.
De todos modos, la especie sigue siendo muy vulnerable y no está exenta de riesgos en todos los sitios donde está representada.