Durante el periodo Mesozoico, más precisamente en el Jurásico, Temprano, Medio y Tardío, evolucionó una serie de cocodrilos que se diversificó morfológicamente e invadió el nicho ecológico marino de varias partes del mundo, sobre todo, Europa.

En América del Sur, durante el periodo Jurásico Temprano o Inferior, existieron varios de estos cocodrilos como Metriorhynchus potens, Geosaurus araucanensis, y Metriorhynchus casamiquelai.

Estos cocodrilos presentaban unas adaptaciones para la vida en el mar que les permitía internarse en mar abierto.

Los miembros están modificados en forma de una rudimentaria paleta que les permitía nadar, con una cola caudal heterocerca (con una membrana), que permitía al animal moverse sin problemas.

En Chile tenemos uno de los más antiguos cocodrilos marinos de la familia Metriorhynchidae, los que fueron encontrados en rocas del Jurásico Medio procedente del interior de Antofagasta.

Este cocodrilo era de rostro y hocico alargado con dientes agudos piscívoros, poseían orificios nasales externos y dorsales.

Las órbitas oculares están ubicadas lateralmente y protegidos por un anillo esclerótico (Anillo de placas dérmicas protectoras), esta característica favoreció los rápidos desplazamientos en el agua. Tenía los miembros modificados para el nado junto con su zona caudal.

El espécimen encontrado en nuestro territorio ha sido denominado Metriorhynchus casamiquelai, en honor al distinguido paleontólogo argentino Sr. Rodolfo Casamiquela.

Cocodrilo de Mar (Crocodylus porosus)

Tal vez como especie descendiente de sus hermanos del Jurásico, en la actualidad tenemos al Cocodrilo de Mar, que es el más grande y feroz de todos los cocodrilos. A éste sí que hay que tenerle miedo. Sobrepasa los siete metros de longitud, y existen relatos de buena credibilidad donde se hacen referencias a algunos de estos cocodrilos que han medido más de diez metros. Habita en el mar Indopacífico. La alimentación incluye mamíferos grandes; como búfalos y personas.

La nidada consiste de 30 a 90 huevos. Éstos son depositados en un nido de hojas, hierbas, y tierra que llega a medir dos metros y medio de circunferencia por uno de alto. La madre permanece cerca de él durante los noventa días que dura la incubación. Durante este tiempo proteje al nido, y después cuando los pequeños nacen, los ayuda a salir de la pequeña montaña.

Son muy comunes en el norte de Australia, donde de vez en cuando a uno de estos monstruos les da por comerse las reses. Se les han visto en este continente tierra adentro, bien lejos de la costa.

En los mares navegan por largas distancias, al sur de Asia se le ha visto a más de mil kilómetros de la tierra más cercana. Prefieren dejarse llevar por la corriente en vez de nadar. Y en estos mares, son tan terribles como los tiburones.

Se estima que unas mil personas mueren cada año en las bocas de estos animales.

Otros nombres que hemos visto ser usados en esta especie: Cocodrilo Poroso , Cocodrilo Marino , y Cocodrilo de Agua Salada .