Aguará-guazú |
Especie actualmente protegida, aunque está entre los animales en peligro de extinción. Su nombre, de origen guaraní, significa "zorro grande", y se ajusta perfectamente a su descripción.
El pelo del cuerpo es pardo rojizo con pelos en la base más claros que se oscurecen en la punta. El pelaje en las patas es negro hasta las rodillas y codos. Tienen dos manchas blancas, una en la garganta y otra en la punta de la cola. No hay diferencias entre macho y hembra.
Supera el metro de longitud y llega a los 40 kilos de peso, con una altura de 80 centímetros.
Su hábitat está en las zonas abiertas, con pastizales y pajonales de Formosa, Chaco y Corrientes, en Argentina. Animal monógamo, solo tiene dos crías por año y aunque fundamentalmente es carnívoro, se alimenta de ranas, lagartos, cuyes, insectos y aves, suele incluir distintos frutos en su dieta.
Es un animal solitario, tímido y cauteloso, pero notablemente veloz.
Se lo conoce también como lobo de crin, lobo rojo o guará. Su cuerpo es esbelto y delgado, de gran alzada que conjuntamente por su andar desgarbado y sus hábitos nocturnos le dieron a su presencia un carácter fantasmal los lugareños.
Su existencia peligra por diversos motivos. Algunos dan crédito a la leyenda de que posee virtudes mágicas y curativas y con ese fin se le persigue. También está el gran interés que despierta en zoológicos, para exhibirlo como animal extraño.
No se sabe cuantos ejemplares viven en la actualidad en la naturaleza, aunque su población se estima en unos 1.500 (año 2000).
Este animal es un cánido; es decir, pertenece a la misma familia que el perro, el lobo, y el zorro. Se trata del cánido silvestre más grande de Sudamérica. En general, se mueve durante la noche.
Su caza y comercio están prohibidos a nivel nacional e internacional. Así y todo, su número disminuye debido, también, a la desaparición del hábitat natural, que es reemplazado para dedicar sus tierras a la agricultura. Su población actual en la Argentina se estima en no más de 1.500 ejemplares.
Aunque se le asocia con la leyenda del hombre lobo, el aguará-guazú tiene poco que ver con los verdaderos lobos, pero se asimila a ellos con el característico aullido nocturno y su gran tamaño.
Su nombre científico es Chrysocyon Brachyurus .
En su reproducción, el nacimiento de las crías se produce en el transcurso de otoño e invierno tras una gestación de unos 65 días. En cada parto nacen uno a tres cachorros. A los tres meses de edad ya se perfilan las características del adulto por la longitud de las patas y las orejas grandes y erguidas.