Francisco Coloane

Nació en Quemchi, localidad del archipiélago de Chiloé, unos 1.200 kilómetros al sur de Santiago, el 19 de julio de 1910 y desde sus primeros años navegó por los canales de Chiloé.

Su padre, Juan Agustín Coloane, capitán de cabotaje y cazador de ballenas con arpón, que viajaba hacia el Estrecho de Magallanes, murió de diabetes cuando el futuro narrador tenía apenas nueve años.

Vivió su adolescencia en Puerto Montt, pero las grandes experiencias que marcaron su literatura ocurrieron en Punta Arenas; y más precisamente, en las grandes estancias de Tierra del Fuego, donde cuidó a los veinte años rebaños en una estancia y fue domador de potros.

Le debemos a Coloane el conocimiento de las regiones más desconocidas de la geografía chilena y más que eso: la recreación de la vida simple de seres humanos victoriosos o derrotados pero siempre empeñados en una lucha sin tregua en medio de la magia, el misterio, los sueños, la realidad y la leyenda.

Ganó el Premio Nacional de Literatura en 1964. Sus obras han sido llevadas al cine y traducidas al inglés, francés, alemán, ruso, sueco, checo, húngaro, griego, búlgaro y portugués.

El nombre de Coloane, uno de los mayores narradores de Chile en este siglo, comenzó a ser conocido y valorizado en Francia, Alemania, España, Italia, Portugal y otros países europeos sólo a comienzos de la década de los noventa.

Otro escritor chileno, Luis Sepúlveda, consagrado a través de ''Un viejo que leía novelas de amor'', fue quien empezó a divulgar entre los europeos el nombre de este escritor ya anciano y la magia de sus relatos ambientados en el extremo sur de América Latina.

Los cuentos y novelas en que Coloane describió la ruda vida de los cazadores de ballenas o el exterminio de los indígenas al sur del estrecho de Magallanes son hoy piezas literarias clásicas en Europa.

Con el seudónimo de Hugo del Mar se inició en el periodismo cuando tenía poco más de veinte años, con una columna titulada ''Desde el Minarete'', en las páginas del diario El Magallanes, de Punta Arenas.

Fue desde ese puerto situado a orillas del estrecho de Magallanes, 2.500 kilómetros al sur de Santiago, que Coloane viajó por primera vez a la capital chilena para ganarse la vida como cargador de carbón.

Pero no había renunciado a las letras y al poco tiempo consiguió un mal pagado empleo como reportero policial en el diario Las Ultimas Noticias, que abandonó en 1932 para regresar a Chiloé a casarse con Manuela Silva, fallecida tres años más tarde.

De ese matrimonio nació su hijo mayor, Alejandro. Más tarde se casó con Eliana Rojas, madre de su segundo hijo, Juan Francisco.

En 1935, Coloane volvió a Santiago a trabajar nuevamente como reportero policial siempre en Las Ultimas Noticias y a vivir con las mismas privaciones de antes.

Fue por sugerencia de un colega de otro diario que escribió para el diario El Mercurio su primer cuento, titulado originalmente ''Lobo de dos pelos'' y rebautizado más tarde como ''Cabo de Hornos''. Fue el comienzo de su carrera literaria.

El relato trata de dos cazadores de lobos marinos, Jackie y Peter, que son conducidos por un prófugo del penal de Ushuaia, del lado argentino de Tierra del Fuego, a una caverna de lobas marinas recién paridas.

La piel de los cachorros de lobo de mar de dos pelos —llamados así por su mudanza capilar una vez al año— es la más fina y cotizada y los cazadores los matan a golpes para no restarles precio con señales de heridas.

En su cuento, Coloane relató la masiva y delirante matanza de los animales recién nacidos por parte de los dos cazadores enloquecidos por las altas ganancias que obtendrían. Fue tal vez la primera denuncia literaria de este tipo de masacres ambientales.

Con ''El último grumete de la Baquedano'', escrita en quince días, ganó en 1940 un concurso de novela juvenil convocado por la Sociedad de Escritores y una casa editorial chilena. Fue su primera novela.

En 1942 ganó otro concurso, convocado esta vez por la Municipalidad de Santiago, con su novela ''Cabo de Hornos''.

Desde comienzos de la década de los 40, Coloane alternó sus labores periodísticas y literarias con una comprometida militancia antifascista, que lo llevaría a hacerse miembro del Partido Comunista.

En 1964 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura, en reconocimiento a una extensa obra, que para entonces incluía entre sus creaciones más recientes ''El camino de la ballena'', novela publicada en 1962 y que fue comparada con ''Moby Dick''.

Más tarde incorporó a su literatura crónicas de viaje, sobre sus experiencias en China, la Unión Soviética y la India, y volvió a la novelística en 1980, con ''Rastros del guanaco blanco''.

Alejado de los primeros planos, reacio a las entrevistas, aunque buen conversador y amigo de sus amigos, Coloane hizo su última aparición en un acto público en Santiago a comienzos de julio del 2000, cuando se estrenó el filme ''Tierra del Fuego'', de Miguel Littin, inspirado en su novela homónima.

En esa misma fecha apareció en las librerías su obra “Los pasos del hombre”, que contiene sus memorias.

En siete capítulos resume los orígenes de su familia, sus experiencias en el extremo sur y su paso por Mongolia, Galápagos, India y China.

La publicación del libro fue posible gracias a los ordenados manuscritos del autor. Desde muy joven, Coloane apuntó, en numerosas agendas, pensamientos, aventuras y comentarios que escuchaba. La tarea de recopilación la hizo su señora, Eliana Rojas, durante 55 años de su matrimonio.

El 19 de julio del 2000 Coloane cumplió noventa años. Falleció en Santiago, de un paro cardíaco, en la madrugada del 5 de agosto de 2002. Sus restos fueron cremados en un cementerio de la capital. Según lo deseó en vida, sus cenizas le eternizarán esparcidas en el océano que tanto amó.

Más sobre el autor, en:

http://www.puntofinal.cl/000714/nactxt.html

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