Segundo Medio: Lenguaje y Comunicación |
Anexo 6: Tipos de mundos en la literatura
Es posible tipificar los mundos que la literatura representa según diversos criterios. Aquí escogeremos dos: el tipo de realidad que representan, y el efecto que con su representación se persigue.
Distinguiremos para estos efectos tres tipos de realidad: la cotidiana, esto es la que corresponde al diario vivir de la gran mayoría de los seres humanos de una determinada comunidad; la onírica, que se reconoce como regida por una lógica inhabitual desde el punto de vista de la lógica del sentido común, y que es afín al principio estructurante de los sueños; y la mítica, que se caracteriza por su situación atemporal –siempre en el origen de la realidad– y por la presencia en él de seres más grandes y potentes que los normales: héroes, semidioses y dioses.
En relación con el efecto que persiguen, distinguiremos también tres tipos: el realista, que apunta a que el lector reconozca operando en ese mundo las mismas condiciones que en el mundo real; este efecto está estrechamente ligado al tipo de realidad que hemos denominado cotidiana; el fantástico, que –siguiendo a Todorov– identificamos como un mundo en el que, operando la lógica realista del sentido común, se introduce en forma repentina e inexplicable elementos de orden sobrenatural, y que se relaciona con lo onírico, aunque menos estrechamente que en el caso anterior; y el maravilloso, cuya lógica es comparable a la del mundo real, pero que naturaliza elementos ajenos a la lógica del sentido común, es decir, presenta como normales en el interior de ese mundo elementos ajenos a la lógica del sentido común realista, como la magia, divinidades antropomorfas, zoomorfas, incluso personificaciones de elementos del mundo inanimado, poderes sobrenaturales, etc., lo cual establece un estrecho nexo entre este efecto y el tipo de realidad mítica.