Corinto |
Durante la época clásica, Corinto era una floreciente ciudad griega debido a su ubicación provechosa para el comercio. El mejor ejemplo de ello es el poderoso templo de Apolo, construido en estilo dórico en el año 540 antes de Cristo.
Templo de Apolo en Corinto. |
En el lugar donde se levanta este templo se sitúa legendariamente el mito de la captura de Pegaso por Belerofonte. Se considera uno de los mejores ejemplos de la arquitectura dórica arcaica. Contaba con tres naves, dividas entre sí por dos hileras de columnas que, tal vez, soportaban un segundo piso. Conservamos de él estas siete columnas de estría viva.
Corinto floreció en época romana, cuando fue convertida en capital de la provincia de Acaya; es decir, de Grecia. El dicho Non omnibus licet adire Corinthum , "No todos se pueden permitir el ir a Corinto", hace referencia a la monumental riqueza de la ciudad.
En Corinto se celebraban los Juegos Ístmicos, similares a los de Olimpia. De lo que fue el antiguo estadio hoy se conserva el punto de comienzo de las carreras pedestres. Los atletas se alineaban a lo largo de una gran roca, en la que unas hendiduras hacían de "tacos". Igual que hoy, los atletas se servían de esta ayuda para aumentar su primer impulso.