Pulgarcito |
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Había una vez un leñador y su mujer que estaban muy
tristes porque no tenían hijos.
Pasó el tiempo, y finalmente tuvieron un hijo, lo cual los hizo muy felices a ambos.
Aunque parezca
mentira, el muchacho nunca llegó a ser más grande que el dedo
pulgar de un hombre, así es que le llamaron Pulgarcito. Sí demostró
ser muy inteligente y hábil y todo lo que emprendía le resultaba
bien.
La madre de Pulgarcito hizo lo que él le decía. ––Ahora, ponme en la oreja del caballo, y le indicaré por donde tiene que ir.
De este modo la
carreta inició su marcha con Pulgarcito metido en la oreja del caballo. Cuando el niño
le decía "dobla a la izquierda" o "dobla a la derecha"
eso hacía exactamente el cuadrúpedo.
––¡Qué
hábil es ese muchachito¡ –dijo uno de los hombres–.
¿Estaría dispuesto a venderlo?
Sin embargo, subido
en la espalda de su padre y hablando muy bajito, Pulgarcito le
dijo a éste:
El leñador no
quería hacerlo, pero ante la insistencia de su hijo lo vendió por mucho
dinero.
Luego se pusieron
en marcha.
—¡Deja de comer! –gritó Pulgarcito–, me estoy ahogando. Al escuchar que una voz salía del hocico de la vaca la cocinera se sorprendió tanto que fue corriendo a avisarle al párroco.
—¡Socorro!
–gritó–. ¡La vaca está hablando!
Justo en ese momento
Pulgarcito gritó de nuevo. El párroco también se asombró. Asustado,
y lleno de supersticiones, el párroco mandó matar a la vaca. Tan
pronto como pudo, Pulgarcito salió gateando del estómago de la vaca y se fue
calladito. Nadie lo vio.
—Este será un refrigerio sabroso –pensó el lobo, y se engulló a Pulgarcito de un solo bocado.
El hábil Pulgarcito
pensó rápidamente en un plan:
Cuando llegaron,
Pulgarcito dijo:
El desagüe era
bastante pequeño pero, aunque apretado, el lobo logró meterse
a empujones, y justo logró
pasar.
Entonces Pulgarcito
empezó a gritar muy fuerte.
Sus padres llegaron corriendo hasta la cocina para ver de qué se trataba tanto ruido y alboroto.
—¡Es un lobo!
–dijo el padre de Pulgarcito–. ¿Dónde está mi hacha?
—¡Te dije que volvería pronto, papá! –dijo, riéndose. Los padres de Pulgarcito estuvieron muy contentos al verlo.
—Nunca más
nos vamos a separar de ti –le dijo su padre–, ni por
todo el oro del mundo.
Solicita a tu profesor que te autorice para leer el cuento en voz alta a tus compañeros (hazlo con entusiasmo y trata de leer bien las palabras, para que pronuncies correctamente). Comenten en clase sobre las dos versiones de Pulgarcito, ésta de los Hermanos Grimm y la otra, que debes leer también, de Charles Perrault
A continuación te entregaremos el significado de algunas palabras aparecidas en el cuento, para que tú y tus compañeros las conozcan y aprendan a usarlas al escribir y al hablar:
acomodar = Disponer
o arreglar de modo conveniente.
Ahora, identifica
a los personajes que participan en el cuento, de tal manera que
tú puedas definirlos y caracterizarlos ante tus compañeros y puedan
ejercitarse en grupo actuando como ellos y cambiando a gusto de
ustedes los diálogos y la acción.
Por ejemplo, Pulgarcito,
un niño como cualquiera pero con una estatura muy pequeña, tanto
que parece imposible. ¿Tú crees que un niño pueda ser del tamaño
de un dedo? En la realidad ¿podría existir? En un cuento ¿puede
ser posible?
Comenta esta situación
con tu profesor y tus compañeros. Además, analicen la postura
del padre del niño: ¿el deseo de aventura de Pulgarcito será suficiente
para que el padre lo venda?
Entrega tu opinión
y analiza el tema con el curso.
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