Tepa

Perteneciente a la familia  de las  Monimiáceas, la tepa es una especie endémica de los bosques subantárticos, de follaje siempre verde, que crece muy bien en lugares húmedos y en suelos profundos, húmedos y frescos.

Su nombre científico es Laureliopsis philipiana y se desarrolla asociada generalmente con coigüe, tineo, ulmo, canelo, mañío y ciruelillo.

En Chile se encuentra entre la provincia de Arauco en la VIII Región hasta la provincia de Aysén en la XI Región.

En las provincias de Llanquihue y Chiloé en la X Región crece al nivel del mar y a lo largo de ambas cordilleras a más de 500 metros sobre el nivel del mar.

Árbol muy semejante al laurel, pero de ramas más colgantes, alcanza más o menos treinta metros de altura. Tronco recto y cilíndrico de un metro de diámetro.

Las ramillas nuevas son densamente peludas. Corteza delgada (0,5 cm de espesor) y lisa, de color gris claro, que no se desprende naturalmente como en el laurel.

Sus hojas son simples, de color verde brillante y lisas, dispuestas en ramillas opuestas, decusadas y muy aromáticas al romperse, con un borde más aserrado que las del laurel, con los dientes muy juntos y agudos, por lo que se le conoce también como Laurela o Laurelina. Poseen un nervio medio cubierto de pelitos amarillos.

Florece en octubre y noviembre con flores verdes, reunidos en racimos axilares, el fruto es ovulado y contiene semillas peludas.

La madera de la tepa considerada como una madera liviana, es de colores claros que van desde el blanquecino y el gris hasta el marrón claro amarillento, distribuidos de forma heterogénea observándose un solo color desde la albura hasta el duramen.

Sus anillos de crecimiento anuales se distinguen a simple vista.

En la madera de tepa frecuentemente se encuentran manchas oscuras o grises producto de ataques de hongos causados por un mal acopio o por haber dejado el tronco por mucho tiempo en el bosque, en contacto con la tierra y la humedad. En ocasiones, estas manchas dificultan la comercialización de la tepa.

Además, la madera de tepa es de buena calidad y fácil de trabajar, encolar y cepillar, pero tiene dos graves inconvenientes: en bruto y al procesarla despide un olor muy desagradable y se daña fácilmente con la humedad.

En relación a su resistencia contra hongos e insectos, se cataloga como una madera "no resistente". La resistencia contra la humedad permanente es baja.

En el proceso de secado natural la tepa no presenta ningún tipo de problema, no se tuerce ni se agrieta.

En el proceso artificial, en la cámara de secado tampoco presenta dificultades, siendo una madera fácil de secar. Entre los principales defectos que se pueden presentar después del proceso cuentan algunas grietas en la cara, en la testa y en escasas ocasiones torsiones.

Una vez seca, la madera de tepa es muy estable en sus dimensiones y su reacción a la influencia de la humedad es muy leve.

Panel madera de tepa

Por ello, una vez seca, la madera de tepa posee excelentes características para trabajos de carpintería interior y cualquier tipo de terminaciones, para la elaboración de puertas, pisos, paredes, cielos, revestimientos interiores y exteriores, para la producción de tableros, chapas, terciado, así como en la artesanía y la tornería.

Además se emplea en la fabricación de embalajes, molduras, cajones, barras y argollas para cortinas.

El nombre huilliche para la tepa es "Huahuán".

Fuentes Internet:

http://www.geocities.com/multicrp/tepasp.html

www.geocities.com/chilebosque/ tree.html

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