Lenga

Su nombre científico es Nothofagus pumilio y se lo encuentra desde la VII a la XII región, fundamentalmente formando parte de los bosques de Aysén.

Es un árbol o arbusto de la familia de las fagáceas.

Su madera tiene diversos usos, y por su dureza sirve en especial para pisos, parquets, cubiertas de mesa, gradas de escalera, puentes, barcos y puntales para minas. Se utiliza mayormente para la construcción y también para la leña.

Es una especie adaptada a las montañas y a la nieve que traza el límite superior de la dispersión altitudinal de los bosques andino-patagónicos.

Sus ejemplares alcanzan los treinta metros de altura, pero cerca del límite altitudinal del bosque pierde su carácter arbóreo y adopta forma arbustiva y achaparrada cuyo porte se reduce hasta los 20/50 centímetros.

Posee madera relativamente pesada, corteza rugosa y follaje caedizo.

En otoño, las hojas se vuelven de color rojo antes de caer, lo que da un matiz especial a las laderas de las montañas.

Frecuentemente se asocia con el Nothofagus antarctica  (ñirre) , con el que constituye la comunidad más extendida del bosque frío-húmedo entre Valdivia y Tierra del Fuego, aunque también forma comunidades más restringidas con otras especies como Nothofagus dombey (coihue), Nothofagus nervosa o alpina (raulí) y Nothofagus obliqua (roble pellín), entre las principales. La lenga es una especie muy buscada por el valor industrial de su madera.

No hay prohibición de corte.

Se van replantando con planes de manejo.

Existe una norma de la Conaf, aplicable para la mayoría de las especies, en que se deben plantar cinco por cada una que se corte.

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