Perro (canis familiaris)

Nombre: Perro común

Filum: Vertebrados

Clase: Mamíferos

Orden: Carnívoros

Sub-orden: Fisípedos

Familia: Cánidos

Género: Canis (que agrupa también a los Coyotes, los Chacales y los Lobos)

Especie: Canis Familiaris , admitiendo variedades que comúnmente son llamadas "razas", como los pastores, perdigueros, chow-chow, etc.

Es un mamífero carnívoro muy sociable, del cual existen una infinidad de razas variadísimas en tamaño, color y usos, extendido por todo el mundo. Fue de los primeros animales domesticados y el origen de su estrecha relación con los seres humanos se remonta unos 14.000 años, cuando el hombre vivía en sociedades de cazadores y recolectores.

Este animal doméstico se ha hecho muy útil para el hombre como perro pastor, perro de guarda y protección, perro deportivo, perro de caza, perro de compañía y, últimamente, también como perro lazarillo. En ningún otro animal doméstico se encuentra una variedad tan grande en tamaño, color, pelaje y conducta como en el perro.

Origen del perro

El perro es un animal doméstico que sin el hombre jamás hubiera existido. Este proceso, que ocurrió hace veinte mil años, ha experimentado una evolución lenta que lo ha ido diferenciando de la especie salvaje de la cual procede.

De las muchas razas de lobos que existían, según algunos investigadores, el lobo gris , que vivía en la actual India, es el posible antecesor del perro doméstico .

La teoría más admitida es que el perro comenzó a domesticarse a partir del lobo de las Indias, Canis lupus pallipes.

Estos lobos vivían alrededor del hombre de Cro-Magnon y sus antepasados, pero estaban alejados de ellos por miedo al fuego; como eran carroñeros, les ayudaban a mantener limpios los límites de sus campamentos, aprovechando los restos de los animales que cazaban, y, probablemente, también fueran cazados para comer. Seguramente, en esa época los hombres comenzaron a cazar cachorros y a criarlos en cautividad.

El perro en el curso de la historia

El perro ya existía en Oriente Próximo y hasta la India seis mil años a. C., pero no era un perro único, sino que había dos clases muy diferentes, y posiblemente otras clases menos definidas de mestizos y parias por las calles.

Dioses egipcios con cabezas de perro.

Estos perros eran los Lebreles, que utilizaban para la caza de gacelas, y los Molosos, que se criaban en jaurías, como perros de combate y para la guerra, pero también se utilizaban para guardar templos y propiedades, para la caza de jabalíes y otras fieras como el león, y, en algunas épocas sirvieron como verdugos de los condenados a muerte, a los que devoraban estos perros hambrientos.

En Asia, aunque los chinos tenían grandes conocimientos en numerosas materias, ignoraban mucho de lo referente al perro, pues China y Japón eran países de agricultura intensiva, por lo tanto, en esas zonas no podía existir el perro para la caza y los desiertos estaban muy lejanos de los núcleos habitados. Por esa misma razón, se desconocía la ganadería, con excepción del cerdo, que se alimentaba de desperdicios. El único perro conocido era el que tenía una utilidad, el Spitz del norte de Japón y los desiertos siberianos.

Durante miles de años (desde 1766 a. C. hasta 1912) todas las dinastías de emperadores de China criaron perros pequeños y fueron los reyes de la Ciudad Prohibida, excepto durante la dinastía Ming, en la que fueron sustituidos por gatos.

En Egipto se ha conocido al perro desde tiempos remotos y estaba tan cerca del hombre que no titubeó a la hora de divinizarlo, otorgándole su perfil a Anubis, dios de los muertos. Los egipcios representan en sus tumbas los objetos, adornos, seres humanos y animales entre los que han vivido, por eso se pueden ver estelas funerarias del siglo XI a. C. con diferentes razas de perros que recuerdan al Lebrel, al Pastor alemán y otros como los Basset, Teckel y Terrier.

Los perros en Grecia convivían con la gente, pero hasta la época clásica sólo había un tipo de perro-lobo de orejas levantadas. Los molosos llegaron a Grecia después de la derrota de Jerjes I, en el 480 a. C., fueron empleados en las campañas militares por Alejandro Magno, durante las guerras del Peloponeso y salvaron a Corinto de un ataque sorpresa. Con el tiempo el perro se convirtió en animal doméstico necesario en el hogar y como acompañante del hombre durante la caza.

El perro también está presente en la literatura clásica. En la Odisea, el único que reconoce a Ulises cuando regresa es su perro Argos; Jenofonte escribió un tratado de caza; Aristóteles en su Historia de los animales describe muchas razas, y su reproducción y sus enfermedades. También aparece en la mitología como el Can Cerbero, el monstruoso guardián de los infiernos, que tenía tres cabezas, una cola de dragón y cabezas de serpiente sobre el dorso.

El perro en la historia de Roma ha estado presente desde sus orígenes, pues, según cuenta la leyenda, una loba, seguramente una perra lupoide de la Europa prehistórica, amamantó a sus fundadores Rómulo y Remo.

Durante la Edad Media, la historia del perro pasó por momentos poco propicios, pero no tardó en recuperar su protagonismo al ser apreciado por reyes y grandes señores, que, apasionados por la caza, dedicaron grandes esfuerzos y cuidados a la formación de sus jaurías, dedicándoles más atención que a sus vasallos. A partir de entonces, el perro pasó a ser apreciado por todas las clases sociales, por lo que para mantener sus privilegios de caza los señores hacen leyes.

Durante el Renacimiento el perro ya no estuvo reservado a los soberanos y grandes señores; así, los burgueses también se hacían retratar con sus perros favoritos, pero éstos ya no eran sólo animales de caza, sino también pequeños perros ratoneros capaces de defender sus mercancías contra los roedores, o perros falderos que acompañan a las damas.

En el siglo XIX la caza dejó de ser una ocupación reservada a reyes y grandes señores; fueron abolidos los privilegios de la caza en algunos lugares y se empezó a emplear las armas de fuego en la caza mayor; todo esto hizo que disminuyera el tamaño de los perros de caza y los criadores seleccionaron otros de tamaño más pequeño, como Bracos, Spaniels, Setters, Cockers y Pointers, entre otros.

Al perro se le empieza a apreciar por su sociabilidad y se comienzan a crear unos cánones estéticos no sólo para los perros de compañía y entretenimiento, sino también para los de guarda y pastor. Se mejoran las condiciones de alimentación y cobijo, incluso en los medios rurales comienzan a interesarse por sus perros y a admitir su utilidad.

La mayoría de las razas de perros que se conocen hoy se fijaron a finales del siglo XIX o principios del XX. En este tiempo aumentó el número de razas reconocidas, y el nacionalismo también se hizo patente con la creación de razas autóctonas.

Durante el siglo XX el perro cumplió múltiples misiones en las guerras, como vigilancia, transporte de correspondencia, suministro de munición, o cazadores de ratas durante la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial también fueron utilizados como kamikazes y en las guerras posteriores fueron entrenados para detección de minas, protección de aeródromos y depósitos de municiones.

Otras actividades del perro en el mundo moderno son: correr en los canódromos, exhibirse en los concursos de belleza, convertirse en estrellas del cine, de los anuncios y de las dibujos animados. Pero el papel más prestigioso que han tenido es el de preceder al hombre en 1957 en el espacio, convirtiéndose en el primer astronauta.

Fiel aliado en la guerra.

El perro sigue haciendo honor a su fama de mejor amigo del hombre, evitando a su amo, entre otras cosas, las angustias de la soledad, las crisis cardiacas y las depresiones nerviosas.

El perro ha sido objeto de toda clase de prácticas de laboratorio, pero también se ha beneficiado de los grandes progresos de la veterinaria, que le aseguran una existencia más larga y agradable.

Características anatómicas

La anatomía, en la mayoría de las razas, demuestra que la naturaleza, ayudada por la selección del hombre, ha dotado al perro de los medios apropiados para un trabajo específico.

Algunas características propias del perro son:

- Tienen 78 cromosomas, o sea, 39 pares en cada célula.

- El esqueleto posee alrededor de 321 huesos. El número no es igual en todas las razas, pues depende del número de vértebras caudales, que varía según los individuos y las razas. El hueso peniano del macho no forma parte del esqueleto.

- Es un animal digitígrado, es decir, se apoya al andar en la tercera falange de los dedos, protegida por almohadillas.

- Los músculos cutáneos del cuerpo están muy desarrollados y permiten sacudirse después del baño al contraerse.

Los sentidos le sirven para relacionarse con el entorno, y depende de su percepción a través de estos órganos sensoriales y su capacidad para responder a estas informaciones.

El olfato es el sentido más desarrollado; puede descubrir sustancias presentes en concentraciones infinitesimales, y se percibe por la mucosa olfativa que tapiza el hueso etmoides.

El oído también está muy desarrollado; puede percibir frecuencias ultrasónicas, por lo que para llamar al animal a distancia se utilizan silbatos que no producen sonidos audibles para el oído humano; el conducto auditivo es muy largo y curvado; exteriormente se completa con un pabellón muy móvil y de forma variable, mientras que el oído medio y el oído interno comprende el tímpano, la cadena de huesecillos, la cóclea y los conductos semicirculares.

La vista no es muy buena; es capaz de distinguir variaciones de intensidad luminosa, pero su aptitud para reconocer las formas no resulta muy exacta, aunque hace buen uso de ella para seguir la caza en terreno descubierto.

El sentido del tacto está particularmente desarrollado en las patas y en la lengua.

La termorregulación es muy importante en el perro, pues es un animal de temperatura constante, que en el adulto es de 38,5°C.

Reproducción

Los aparatos genitales, tanto del macho como de la hembra, alcanzan su desarrollo cuando las glándulas sexuales empiezan a funcionar; esto se manifiesta según la raza, el ambiente y el estado de salud entre los 7 y 10 meses.

El periodo fértil es casi ilimitado, pero tanto el celo de las hembras como el instinto genésico en el macho disminuye gradualmente con la edad.

El celo en la hembra se produce cada seis meses aproximadamente (a veces la vida doméstica u otras causas externas lo reducen a cuatro o cinco meses) y coincide con la maduración del folículo en los ovarios; en esos momentos el animal suele estar irritable, desconfiado y se puede incluso alejar de la casa para buscar al macho. La ovulación tiene lugar en el último tercio del celo. La gravidez (o preñez) dura de 56 a 60 días y el número de crías puede ser de 1 a 12, dependiendo de la raza, edad de la hembra y otras causas genéticas.

Para el parto la perra se prepara por instinto y si es sin complicaciones no suelen necesitar ayuda humana. Los primeros síntomas es que está inquieta, cansada, que el apetito disminuye y que comienza a recoger trozos de tela o periódico y busca un lugar tranquilo donde hacer su nido.

Comportamiento

La sumisión o dominancia del perro dependen en parte de su herencia genética así como de sus experiencias de juventud. De cachorros aprenden a amenazar a otros cachorros enseñándoles los dientes, erizando el pelo del cuello, montándolo, empujándolos con la pelvis o ladrando; y aprende los comportamientos de sumisión o rendición: la cola entre las patas, evitar el contacto visual, las orejas gachas, el echarse sobre el costado o sobre el dorso mostrando el vientre y los genitales. Con este comportamiento el cachorro está aprendiendo el lenguaje del cuerpo de dominancia y sumisión.

Razas

A mediados del siglo XIX comenzaron las primeras exposiciones caninas en Gran Bretaña. Desde 1880 se introdujo un sistema de "registro universal" de forma que un nombre determinado sólo podía ser adjudicado a un perro.

Clasificados por grupos, lo perros pueden ser: ovejeros; perros de guarda, defensa y utilidad; perros de caza, terriers; perros de caza, teckels; perros de rastreo para caza mayor; perros de rastreo para caza menor; perros de muestra; perros de caza, razas británicas; perros de compañía; galgos; etc.

Las principales razas criadas en Chile son:

Pastor Alemán

Labrador Retriever

Rottweiler

Poodle Enano

Siberian Husky

Samoyedo

Akita Inu

Cocker Spaniel Americano

Poodle Miniatura

Basset Hound

Yorkshire Terrier

Cocker Spaniel Inglés

Golden Retriever

Chow Chow

San Bernardo

Old English Sheepdog

Boxer

Maltés

Beagle

Fox Terrier Wire Hair

Fuente Internet:

http://www.enciclopedia.net/otros_ejemplos/perros1.htm

Ver, en Internet, sobre razas:

http://www.angelfire.com/mi/migomgom/

http://www.mascota-mania.com/guia/guia.htm

Para un trabajo más resumido, ver:

http://www.cev.cl/archivos/animales/a.menores/perro.htm