Equilibrio natural o ecológico

En un mismo lugar como la Tierra, convivimos diferentes poblaciones de seres vivos, que compartimos recursos, como el agua, la luz y el territorio. Frente a esta realidad, el equilibrio natural o estabilidad de la naturaleza , se refiere a las relaciones entre los seres, con el medio y entre ellos.

A partir de la formación de la Tierra, vegetales y animales han reinado en ella. Los primeros en habitar nuestro planeta fueron los vegetales primitivos, hasta llegar a los grandes árboles como, por ejemplo, el eucalipto, el aromo y el árbol sagrado de los mapuches, el canelo.

Los vegetales que hoy conocemos tienen sus partes principales bien definidas:

Naturaleza

Raíz: órgano generalmente subterráneo, que fija el vegetal al suelo. A través de él, incorpora el agua y las sales minerales que hay en el suelo, para la fabricación de su alimento.

Tallo y hojas: se ubican, por lo general, sobre la superficie del suelo. Ambos órganos captan la energía lumínica del Sol y la transforman en energía química, que será ocupada por el vegetal en la fabricación del alimento. Esto ocurre gracias a la presencia de la clorofila, pigmento verde que se encuentra en todos los vegetales.

Ellos son los únicos seres vivos capaces de fabricar su propio alimento , utilizando los elementos del entorno. Por ello, se les denomina organismos autótrofos.

Después de los vegetales, aparecieron los primeros indicios de vida animal primitiva. Estos surgieron en el mar, al igual que los vegetales.

Hoy en día, podemos encontrar una gran variedad de animales, que los científicos han dividido en dos grandes grupos:

Invertebrados: no presentan huesos o vértebras. Son los más abundantes del planeta (95 por ciento). En este grupo encontramos: gusanos, moluscos, artrópodos (insectos, arácnidos, crustáceos) y equinodermos.

Vertebrados o cordados presentan un cordón nervioso y un esqueleto interno, formado de huesos o cartílagos. Los científicos han dividido a este grupo en: peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. La gran mayoría de ellos se reproducen por huevos (ovíparos), es decir, se desarrollan fuera del vientre materno. Los mamíferos son los únicos que se reproducen por cría viva (vivíparo), lo que quiere decir que sus crías se desarrollan dentro del vientre de la hembra.

Mariposa

Los animales no pueden fabricar su propio alimento y se les conoce como organismos heterótrofos . Deben buscar sus nutrientes, y según esto podemos clasificarlos en tres grupos: herbívoros (se alimentan solo de vegetales), carnívoros (se alimentan de otros animales) y los omnívoros (se alimentan tanto de vegetales como de otros animales).

Animales y vegetales obtienen de la naturaleza los elementos básicos para vivir. Los vegetales utilizan el agua del suelo, que ha llegado hasta allí mediante el riego o las lluvias. El agua es absorbida por las plantas mediante la raíz, al igual que las sales minerales.

Los vegetales también necesitan aire, del que aprovechan el gas carbónico (CO 2 ), que ocupan en la fabricación de su alimento; y el oxígeno (O 2 ), básico para la respiración.

Asimismo, a través de sus partes verdes (tallos y hojas) captan la energía luminosa que proviene del Sol, la cual les sirve para producir su alimento.

Los animales beben el agua de los ríos, lagos, riachuelos, rocíos, pozos, etcétera. Del aire, obtienen oxígeno; y del Sol, luz y calor, que les permiten realizar todas las actividades diarias. Por último, los alimentos que consumen les brindan energía.

El oxígeno que los seres humanos ocupamos en la respiración, proviene de los vegetales. A su vez, nosotros entregamos gas carbónico a los vegetales, que ellos utilizan en la fabricación de su alimento.

La vida en el planeta se renueva día a día, los nacimientos y las muertes están en equilibrio con la naturaleza (excepto en la especie humana). Cada ser vivo debe cumplir un ciclo: nacer, desarrollarse, reproducirse y morir. Esto ocurre y ocurrirá por siempre.

En el interior de la semilla se encuentra el embrión de una planta y ésta llegará a germinar (crecer) si se dan las condiciones de: suelo húmedo, luminosidad y cuidados. Esta semilla puede encontrarse en el interior de un fruto carnoso (manzana, naranja o ciruela) o en un fruto seco (almendras, nueces o maní). También, existen plantas que no dan semillas, y se reproducen por esporas, como los helechos. Éstos se esparcen por el aire, gracias a la acción del viento o caen directamente al suelo.

En los animales no mamíferos, el nuevo ser se encuentra en el interior de un huevo y éste se desarrolla fuera del cuerpo de la hembra.

En los mamíferos, como nosotros, el desarrollo del embrión se realiza en el interior del cuerpo de la hembra y es ahí donde termina de completar su primera etapa de vida. Una vez salido del vientre materno, el nuevo ser necesita de los cuidados de su madre, quien lo amamanta con su leche y lo cuida hasta que adquiere su independencia.

Nuestro planeta es rico en vida animal y vegetal, y nosotros formamos parte de él. Por eso, debemos cuidarlo y protegerlo, ya que si lo dañamos nos perjudicamos también a nosotros mismos.

En la Tierra, nos relacionamos tanto con aquellos elementos vivos como con otros no vivos. Estos son: aire, agua, tierra, minerales, energía lumínica (Sol), etcétera.

El ambiente en que se desarrolla esta relación (de los elementos vivos y aquellos no vivos) se llama ecosistema.

La ciencia natural que estudia la interrelación entre los seres vivos y los elementos del ambiente se llama ecología .

En nuestro mundo, podemos encontrar numerosos ecosistemas de gran tamaño, por ejemplo:

-Selva, desierto, pradera, sabana, etcétera.

-Río,lago, laguna, pantano, charca, etcétera.

-Asimismo, existen otros más pequeños y hasta microscópicos, como:

El tronco y el cuerpo de animales muertos, que sirven de vivienda para muchos animales y vegetales como: hormigas, baratas, arañas, gusanos, helechos, pasto, musgos, etcétera.

Una gota de agua estancada (sin movimiento).

Además, hay ecosistemas creados por el hombre. Entre ellos podemos nombrar al acuario y al terrario.