Contaminación vehicular |
Cualquier tipo de móvil sobre la tierra, aunque elemento clave en el funcionamiento de la sociedad moderna, puede convertirse en un importante agente de contaminación ambiental.
Eliminar elementos contaminantes siempre será una tarea muy difícil y costosa, por lo que las medidas preventivas tienen gran importancia en este aspecto.
En la actualidad circulan por las carreteras del mundo millones de vehículos (automóviles, motocicletas, camiones y autobuses).
El ciclo vital de un automóvil, desde su producción hasta su destrucción, es en sí mismo contaminante; sin embargo, no por ello debemos declarar la guerra a este fabuloso artefacto. Es más, debemos optimizar su uso y reducir asimismo su impacto en el medio ambiente.
Modernidad peligrosa. |
Durante la primera década del siglo XXI, la industria automovilística se ha hecho partícipe de este problema, al menos en lo que se refiere al combustible utilizado, lanzando al mercado modelos de móviles híbridos, menos contaminantes.
Las grandes ciudades poseen un gran parque automotor. A veces se escucha decir que el automóvil es sinónimo de progreso, pero en el caso de muchas ciudades se convierten en un verdadero problema.
Para graficarlo, basta analizar de qué manera el vehículo hace su aporte contaminante a la sociedad:
• Tradicionalmente, las pinturas han estado basadas en disolventes orgánicos muy tóxicos y además sensibles a la corrosión y la intemperie.
• Los equipos de aire acondicionado hacen su aporte con los muy nombrados y pocos benéficos CFC's culpables al menos en parte de la destrucción paulatina de la capa de ozono.
• Los vehículos generalmente llevan en su interior partes plásticas que suelen estropearse con frecuencia siendo estas basadas en la filosofía de lo desechable, se usan, se agotan, se desechan convirtiéndose en basura no reutilizable.
Neumáticos en desecho. |
• El combustible más común en los vehículos es la gasolina que paradójicamente es de los combustibles más contaminantes con componentes como el azufre o como el plomo, que al ser inducido a la combustión es perjudicial para el organismo humano, también son emitidos los óxidos de nitrógeno que se elevan cuando el vehículo esta en frío.
• Los pesos de los vehículos guardan una relación con el consumo de combustible así como con el precio de los mismos; es decir, un material más liviano es más costoso, pero reduce el peso del vehículo, y a su vez el motor realiza un menor esfuerzo que se refleja en el consumo de combustible, o sea que un mayor peso en un vehículo contribuye al aumento de emisiones contaminantes a la atmósfera.
• Los neumáticos al ser poco durables también contaminan pues pasan más rápido a ser inservibles. En la Unión Europea (UE) se consumen anualmente dos millones de toneladas de neumáticos.
• En cuanto a los frenos también hay de que hablar, en las pastillas para frenos generalmente se usa el amianto por ser un material resistente a altas temperaturas pero también muy relacionado con el cáncer.
Aceites lubricantes, un peligro ecológico. |
• Los aceites lubricante también tienen un gran poder contaminante, por ello se hace necesario una recogida selectiva y su posterior tratamiento.
Pero esta contaminación obvia se ve agravada por factores como un alto volumen de parque automotor usado, que son vehículos que contaminan más que todos; poco desarrollo y elevados costos de vehículos ambientales; los malos hábitos de conducción que, corregidos, evitarían un pequeño porcentaje de contaminación.
Por ejemplo, para una conducción más ecológica y a la vez económica es aconsejable mantener una correcta presión de inflado de neumáticos, conforme a las especificaciones del fabricante, ya que una escasa presión de inflado produce un gasto innecesario de combustible, y por lo tanto de emisiones. Por otra parte, un exceso de presión ocasionaría un desigual desgaste de la banda de rodadura que acortaría la vida del neumático.
Conducción despreocupada, inaceptable. |
Siempre es aconsejable realizar una conducción tranquila. La conducción "deportiva" cuesta cara: es preferible una conducción relajada. El empleo de marchas más largas reduce el consumo para una misma velocidad. Realizar aceleraciones bruscas produce un ineficiente empleo del combustible, no utilizar el vehículo para desplazamientos muy cortos:
a) El motor en frío es cuando más consume.
b) La utilización del estárter produce gran cantidad de hidrocarburos sin quemar en el escape.
c) El catalizador necesita unos 3 a 5 minutos para lograr su temperatura de máxima eficacia. El doble embrague y el golpe de acelerador antes de parar el motor son innecesarios en los coches modernos, nunca hay que arrancar el auto empujando si este posee catalizador, ya que este se contamina a su contacto con la gasolina sin quemar e inmediatamente deja de funcionar por lo que precisará ser sustituido.
Hay que evitar llenar el depósito hasta el borde, es una manera de desperdiciar carburante; en cuanto a la velocidad también se pueden hacer modificaciones, y hacer claridad en cuanto a las restricciones de velocidad no solo porque el exceso de velocidad puede causar accidentes, sino porque además genera más contaminación, o sea que si la persona no se muere por un impacto a alta velocidad lo puede hacer el día de mañana de un cáncer por manejar rápido; si circulamos a 90 Km/h en vez de a 120 km/h estaremos ahorrando en combustible el treinta por ciento.
Autos antiguos: los más contaminantes. |
Todo implica algún grado de sacrificio, pero se compensa con lo que se gana en salud. Hay que tomar conciencia, así si al quedar expuesto a la contaminación vehicular, se incrementan las posibilidades de experimentar problemas de salud. Los compuestos tóxicos en el aire también causan problemas ecológicos. ¿Cómo se les jerarquiza? Hay tres criterios oficiales para clasificarlos:
• causan serios problemas de salud, como cáncer, defectos en los recién nacidos, muerte inmediata.
• son emitidos a la atmósfera en cantidades lo suficientemente grandes como para ser tóxicas. Esto se calcula con mediciones directas de las sustancias en muestras de aire recolectadas o bien empleando modelos de emisión.
• afectan a gran cantidad de personas.
Buena parte de los estudios sobre la contaminación por vehículos se inició en California, Estados Unidos, a principios de los años 40. La combinación de un rápido incremento en la población y por consiguiente en el número de automóviles en la zona geográfica enfocó la atención de los políticos y de los científicos para conocer qué reacciones se llevan a cabo en la atmósfera entre los hidrocarburos y los óxidos de nitrógeno.
Las voces aumentaron de tono y se crearon comités que recabaron datos de la calidad del aire. Algunos hidrocarburos, en combinación con los óxidos de nitrógeno de los automóviles reaccionaban con la luz solar para producir sustancias oxidantes, entre ellas el ozono y otros productos que causan irritación de los ojos y la desintegración del hule de los neumáticos.
Híbridos: ¿la solución? |
Los vehículos a motor, se acepta, son la fuente de mayor contaminación ambiental. Los generadores principales de monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles (cov), y gases responsables del efecto invernadero (y metano).
Vivimos en un planeta misericordioso, con mecanismos complejos y eficientes que eliminan los contaminantes naturales. El proceso de putrefacción, la neblina marina y las erupciones volcánicas liberan más azufre que todas las plantas generadoras de energía, siderúrgicas e industrias. Los relámpagos crean óxidos de nitrógeno como los automóviles y los hornos industriales, y los árboles emiten hidrocarburos llamados terpenos. Y entonces, ¿para qué preocuparnos si nuestro planeta puede de alguna manera compleja hacer frente a los contaminantes?
Durante millones de años esas sustancias se han reciclado a través del ecosistema, cambiando de forma. Pasan a través de los tejidos de plantas y animales, se hunden en el océano, regresan al seno de la tierra y en una erupción o un terremoto vuelven a la superficie o la atmósfera para reiniciar el interminable ciclo. Un átomo de oxígeno lo completa cada dos mil años. Una bocanada del aire que usted respira en este momento pudiera contener el mismo oxígeno que inspiró a Newton.
¿Podrá nuestro planeta soportar las ochenta millones de toneladas de azufre adicionales que arrojamos cada año? ¿Qué será de las plantas que absorben los óxidos de nitrógeno (NOx) adicionales que generan los relámpagos miniatura dentro de los automotores? ¿Resistirá la atmósfera las cargas extras de bióxido de carbono, metano y clorofluorocarbonos que, dicen los científicos, provocarán el incremento global de la temperatura por el efecto invernadero? Tal vez el planeta pueda adaptarse con el tiempo, siempre lo ha hecho pero... ¿podremos hacer lo mismo? La sobrecarga de contaminantes puede alterar la vida, y esto podría ser para siempre.
Fuente Internet:
http://www.monografias.com/trabajos11/geramb/geramb.shtml