Aviación naval de Chile
Antecedentes históricos
La Aviación Naval se encuentra ligada a la historia patria desde principios del siglo XX. Es así, como el 27 de abril de 1916, se dio inicio al primer curso de aviadores navales en la Escuela de Aeronáutica Militar de El Bosque, en Santiago de Chile. El 18 de octubre de ese mismo año pierde la vida en Teniente Segundo don Pedro Luco Christie, al chocar en un biplano "Sánchez Besa" con un bosque de eucaliptus, en circunstancias que despegaba para rendir las pruebas finales que le permitirían graduarse como piloto.
La Armada de Chile perdía así su primer miembro en actividades aéreas, en el esfuerzo inicial de crear una nueva especialidad.
De este curso se graduaron el Contador 3o. Carlos Yánquez Cerda, el torpedista Luis Farías y el Guardiamarina Enrique de la Maza.
Las primeras operaciones aeronavales se llevaron a cabo con un hidroavión Sopwith Baby embarcado a bordo del crucero "O'Higgins".
En 1921 la Aviación Naval se instaló en la caleta Las Torpederas en Valparaíso, en una primera e improvisada base.
El 16 de marzo de 1923, el Presidente de la República don Arturo Alessandri Palma firmó el Decreto Supremo que regularizó las actividades de la Aviación Naval como parte integrante de la Armada.
En 1925 se inician las operaciones aeronavales en la nueva Base Aeronaval de Quintero, ocasión en la que la institución inició sus primeras adquisiciones de hidroaviones que consistieron en:
8
botes voladores Dornier Wall.
6
hidroaviones Avro 504-N.
4
hidroaviones Fairey III-F (26).
Hasta fines de la década de los 20, la Aviación
Naval prestó valiosos servicios aéreos
a la Escuadra Nacional y realizó diversos raids
a lo largo de la costa chilena.
El servicio
de la
Aviación Naval
, inició sus
actividades de vuelo en el año 1919, al recibir
una importante partida de aviones desde Inglaterra,
entregados por ese país en compensación
por la confiscación de unidades navales chilenas
en construcción al iniciarse la Primera Guerra
Mundial, los acorazados "Almirante Latorre"
y "Almirante Cochrane" y los cazatorpederos
"Almirante Goñi", "Almirante Riveros",
"Almirante Simpson" y "Almirante Williams",
para entregarlos al servicio de la Real Armada Británica.
Los aviones que se recibieron en esa oportunidad fueron los siguientes:
6 hidroaviones
Short 184.
2 hidroaviones Sopwith Baby.
2 hidroaviones Avro 504.
1 bote volador biplano F-2A.
En 1930, en virtud de un Decreto Supremo del entonces Presidente de la República, General de Ejército, don Carlos Ibáñez del Campo, la Aviación Naval se refundió con la Aviación Militar para dar nacimiento a una nueva institución, la Fuerza Aérea Nacional, la que más tarde adoptó la denominación de Fuerza Aérea de Chile.
Sin embargo las actividades aeronavales se siguieron
desarrollando a bordo del acorazado "Almirante
Latorre" con los hidroaviones Fairey III.
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Estos pilotos navales llegaron a calificar y operar aviones caza y torpederos a bordo del portaaviones USS "Wright", sentándose las bases que impulsaron el renacimiento de la Aviación Naval en 1953.
El mismo General Carlos Ibáñez del Campo en un segundo mandato presidencial, firma en un Decreto Supremo donde autoriza a la Armada a adquirir helicópteros y aviones de transporte.
Las actividades se reinician desde el aeródromo de El Belloto, en la comuna de Quilpué, a 20 kilómetros de Valparaíso, en la zona central del país.
Desde esa fecha se inició a la consolidación
definitiva de la Aviación Naval, que se ha constituido
en un importante brazo armado para las Fuerzas Navales
chilenas.
La aviación naval actual
La Aviación Naval es dirigida por el Comandante de la Aviación Naval, que es un Oficial General del grado de Contraalmirante.
Tiene bajo su mando a dos Fuerzas Aeronavales de las cuales dependen los Escuadrones y Destacamentos Aeronavales y los establecimientos de apoyo logístico.
Existe un Escuadrón Embarcado que depende técnicamente del Comandante de la Aviación Naval y operativamente de la Escuadra.
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