Gilgamés

Rey legendario de Uruk y semidiós babilónico, héroe de la epopeya de su nombre (Poema de Gilgamés), que se halló completa en una versión de doce tablillas de arcilla en la biblioteca de Asurbanipal.Uruk (5.000 a. de C.) era una antigua ciudad de Mesopotamia, a orillas del Éufrates, que fue centro de la civilización sumeria, de la que se conservan importantes restos arqueológicos.

El Poema de Gilgamés es una importante obra literaria sumeria, escrita en caracteres cuneiformes sobre las doce tablillas o cantos de arcilla alrededor del año 2000 a.C. La data varía según distintas fuentes, algunas de las cuales llegan a ubicarla hasta el 4000 antes de Cristo, contemporánea con la civilización egipcia.

Bajorrelieve del héroe mesopotámico llevando junto a su pecho a un león de un tamaño muy pequeño con respecto a él.

Este poema heroico recibe el nombre de su héroe, Gilgamés, un despótico rey de Babilonia que gobernó en la ciudad de Uruk, conocida en la Biblia como Erech (actual Warka, en Irak).

Según la leyenda, los dioses escuchan las oraciones de los oprimidos ciudadanos de Uruk y envían a un hombre salvaje y brutal, Enkidu, que reta a Gilgamés a una lucha sin tregua. Concluida la batalla, sin que ninguno de los contendientes resulte claramente victorioso, Gilgamés y Enkidu se hacen grandes amigos. Emprenden viaje juntos y comparten numerosas aventuras. Los relatos sobre su heroísmo y valentía al enfrentarse con bestias peligrosas se difundieron por muchos países.

Cuando los dos viajeros regresan a Uruk, Astarté, diosa protectora de la ciudad, proclama su amor por Gilgamés. Éste la rechaza y la diosa envía al Toro del Cielo para destruir la ciudad.

Gilgamés y Enkidu dan muerte al toro y, como castigo por participar en esta hazaña, los dioses condenan a muerte a Enkidu. Tras la muerte de éste, Gilgamés recurre al sabio Utnapishtim para descubrir el secreto de la inmortalidad. El sabio le cuenta la historia de una gran inundación. Los detalles de este relato son tan similares a los posteriores relatos bíblicos sobre el diluvio que han despertado el interés de los especialistas, quienes ven en ellos una fuente común.

Tras muchas vacilaciones, Utnapishtim revela a Gilgamés que la planta que confiere la eterna juventud se encuentra en las profundidades del mar. Gilgamés se sumerge en las aguas y encuentra la planta, pero una serpiente se la roba en el camino de regreso y el héroe, desconsolado, regresa a Uruk para terminar sus días.

Esta saga fue ampliamente estudiada y traducida en la antigüedad. Algunos redactores bíblicos parecen haber inspirado su relato sobre la amistad entre David y Jonatán en la de Gilgamés y Enkidu. Muchos escritores griegos introdujeron también elementos encontrados en esta epopeya en sus relatos épicos de luchas con dragones y en las historias que aluden a la estrecha amistad de Aquiles y Patroclo. Y las comparciones no sólo llegan allí, ya que muchos detalles de la epopeya de Gilgamés reaparecen en la leyenda de Hércules, e incluso en la Alejandro Magno

El texto no separa los versos, pero por el ritmo se calcula que pueden ser unos 3.500. Un tercio del material que se conserva se ha reconstruido a partir de fragmentos de traducciones o versiones posteriores (c. 1500 a.C.) neoasirias, babilónicas e hititas.

La civilización Egipcia también se remonta a la Prehistoria, y su desarrollo es simultáneo con el de las otras civilizaciones como la sumeria.  Expertos hablan hoy día de que la Primera dinastía (Imperio Antiguo) de faraones egipcios se estableció unos 5.000 años antes de Cristo (otros hablan de 3.000 años). La diferencia radica en que de la civilización egipcia se tiene más datos ya que se ha podido descifrar mejor sus escritos.

Fuentes:

Enciclopedia Encarta.

Páginas de Internet.

Enciclopedia "Historia del Mundo", editorial Salvat.

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