Lucía Baquedano nació en Pamplona, y, al decir de ella misma, escribió desde muy niña Es una española madre de familia que un día decidió escribir un cuento como esos que tanto le gustaban de pequeña. Y no sólo se leyó bien, sino que tuvo ediciones y ediciones. Siguió y ganó premios importantes. No se convirtió en una autora de las que tienen más o menos relumbrón sino en alguien que disfruta escribiendo y asume el éxito sin mayor importancia.

Por otra parte, es de justicia reconocer el esfuerzo de muchos de los actuales autores españoles, empeñados en hacer asequible a jóvenes y adolescentes el fenómeno literario; autores que escriben pensando en ellos y cuyas obras abordan los problemas que son propios de la adolescencia y de la juventud. Su forma de "hacer literatura", que no desmerece de otra cualquiera digna de tal nombre , está logrando, en buena parte, el fomento del hábito de la lectura entre los jóvenes.

Son muchos los que participan de este esfuerzo, y entre ellos se menciona a Lucía Baquedano.

A “Nosotros,  los otros y los demás”, “Fantasmas de día”, “De la Tierra a Halley” y “Los bonsáis gigantes”, algunas de sus obras, se une la reciente publicada “La peseta de Birlibirloque” (Dylar Ediciones, Madrid, 1999, 110 páginas). Este nuevo cuento tiene la sencillez de todos, una trama interesante y una especie de nostálgica visión de la vida rural.