Arturo Aldunate Phillips

Arturo Aldunate Phillips nace en Santiago el 9 de Febrero de 1904. Fallece en la misma ciudad el 24 junio de 1985.

Estudió en el Instituto Nacional y luego en la Universidad de Chile.

Se titula de Ingeniero Civil en 1923.

Durante un largo período ejerció su profesión y fue profesor de electricidad en Universidad Católica de Chile.

Durante 12 años fue presidente de la Compañía Chilena de Electricidad. También fue presidente de Phillips Chilena y vicepresidente de la Sociedad de Fomento Fabril.

Fue ampliamente conocido por sus obras de divulgación científica y en materias económicas.

En 1976 recibe el Premio Nacional de Literatura.

Entre sus libros publicados destacan “Las Fronteras de la Cibernética”, “A Horcajadas en la Luz”, “Los Caballos Azules”, “Luz, Sombra de Dios”, etc.

En “Los Caballos Azules”, el propio Aldunate Phillips se refiere a su labor en la divulgación científica, cuando escribe: “me he enriquecido en el diálogo con gente que discurre por las calles, va a las escuelas o universidades, o trabaja angustiada por la incertidumbre del no saber, temerosa de acercarse a la Ciencia aparentemente hermética.

“Especialmente los jóvenes, y aun me atrevería a decir los niños, me han enseñado la otra faz del cuadro y han puesto frente a mí su tremenda curiosidad por saber algo de lo que sucede en los mundos de la investigación y de la tecnología científicas; me han mostrado su capacidad fresca y alerta para comprender y asimilar conceptos o hechos nuevos.  Y también me asombraron con la poderosa aspiración espiritual que tantos llevan escondida, como temerosos de que se les advierta.

“Desgraciadamente, el mundo de los conocimientos nuevos aparece, para quienes no han podido acercarse a él, rodeado por altos e impenetrables muros sobre los cuales se yerguen las matemáticas a modo de amenazadoras defensas, hirientes alambrados de púa o armadas troneras imposibles de salvar.  Pero cuando se les muestra que tales defensas son sólo sombras de sus propios temores y el pretendido hermetismo no existe; cuando comprenden que, sin ' necesidad de penetrar en el delicado recinto de los laboratorios, ni de manejar o resolver difíciles ecuaciones o fórmulas matemáticas, pueden observar los paisajes científicos en sus grandes perspectivas y divisar la orientación de los nuevos caminos y las alturas o profundidades de los nuevos ámbitos, parece florecerles el espíritu, sus ojos brillan con luz vivificadora de esperanza y sus corazones laten con más celeridad y alegría.

“Cuán honda satisfacción se experimenta al advertir cómo algunas explicaciones logran interesar las mentes de otros seres dándoles el alborozo de quien se asoma a una ventana desde la cual se divisan desconocidos y atrayentes paisajes.

“Y esta satisfacción resulta aún más intensa cuando, como muchas veces sucede, entre los asombrados hay ojos jóvenes que vivirán para conocer lo que a nosotros no nos será dado; para saber si esos promisorios caminos, si esas cumbres o esos horizontes, serán realmente alcanzados para el bien del hombre, y si ellos se encuentran, como nosotros lo soñamos, en un mundo de paz, más justo, más limpiamente sabio y, por ello, significado por el amor.”

En 1964, Aldunate Phillips ganó el premio Atenea con su obra “Los Robots no tienen a Dios en el Corazón”.

También escribió en revistas nacionales y extranjeras sobre crítica de arte y ensayos literarios.

Fue miembro de la Academia Chilena de la Lengua.