Alfredo Zitarrosa

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En Perú, al canto por azar.

Diecinueve años tenía Jesusa Blanca como la Nieve Iribarne (Blanca) cuando, el 10 de marzo de 1936,  llega al Hospital Pereira Rossell, de Montevideo, para dar a luz como hijo natural al pequeño a quien luego registra como Alfredo Iribarne .

Merced a un derrotero plagado de sinsabores y pletórico de esfuerzos, este niño Iribarne se convertirá en Alfredo Zitarrosa , cantante, compositor, poeta, escritor y periodista uruguayo, considerado una de las figuras más destacadas de la música popular de su país y de toda América Latina.

Hogar adoptivo

A poco de nacer, Alfredo es entregado por su madre a Doraisella Carbajal , por entonces empleada en el Consejo del Niño, para que esta lo crie. Ella asume la tarea junto con su esposo, Carlos Durán , hombre de varios oficios, y entonces el niño se convierte en Alfredo “Pocho” Durán .

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El Hospital Pereira Rosell, en Montevideo, cuna del artista.

Desde ese momento, y para siempre, Carlos y Doraisella fueron para el pequeño Alfredo sus verdaderos padres.

Respecto a Carlos, en años posteriores, Alfredo dijo: “...  no era mi padre y yo lo sabía. Era muy viejo para ser mi mejor amigo, pero cuando ya viudo me pidió que no lo abandonara, sentí que más que mi padrastro era mi hermano, y lo acompañé hasta el final...".

De infancia cristiana, Alfredo hizo su primera comunión en 1943 y llegó a monaguillo cuando estaba en la escuela primaria. A esa edad, cuentan sus ex-compañeros, era común ver a un Alfredo que se divertía más con un microscopio que con una pelota de fútbol.

Sin dudas, fue su maestra de cuarto año, Esmeralda Iralde, quien forjó buena parte de la personalidad cultural de Zitarrosa: "Ella me enseñó a gustar de Fidias, de Beethoven, me enseñó a usar el microscopio...", diría Alfredo en más de una oportunidad.

Con sus padres adoptivos deambuló por diversos barrios de Montevideo hasta que, entre 1944 y fines de 1947, llegan al pueblo de Santiago Vázquez, muy cerca del río Santa Lucía . En los veranos sus vacaciones transcurrían por el departamento de Flores, donde José Carbajal (hermano de Doraisella) trabajaba al servicio de los Irazábal.

Fue ese entorno el que le dio a Alfredo un gran conocimiento del hombre de campo, a quien entendió, comprendió y por sobre todas las cosas fue fuente inspiradora de buena parte de su obra. Más de una vez dijo: "No soy folclorista; soy cantor popular uruguayo, y mi canto es fundamentalmente de raíz campesina; todo es milonga, milonga madre, madre incluso del tango y del candombe...".

Junto a su familia adoptiva, regresa a Montevideo por un breve tiempo. Tal vez por la atracción de imanes consanguíneos, pasa a vivir, al comienzo de su adolescencia, con su madre biológica y el esposo de ésta, quien a la postre le diera su apellido, el argentino Alfredo Nicolás Zitarrosa .

Ahora, con su madre biológica y Cristina Zitarrosa, una hermana recién nacida, se radican en lo que hoy es Ciudad del Plata (anteriormente Rincón de la Bolsa), en el departamento de San José.

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Antiguo puente sobre el Santa Lucía en el pueblo Santiago Vázquez.

Aparece el artista

Sus comienzos artísticos y comunicacionales ocurren durante 1954, como locutor de radio, incursionando como presentador y animador, libretista y reportero, e incluso como actor de teatro. Fue también escritor, poeta y periodista, destacándose, en esta última actividad, su labor en el semanario Marcha.

Polifacético como muy pocos uruguayos, excepcional autodidacta, lector empedernido y con una cultura infrecuente entre sus colegas, gana en 1958 el premio municipal de poesía.
En 1961,  proyectó un viaje a la Cuba post Batista; sin embargo, solamente llegó hasta Perú donde trabajó como periodista en "7 días" y "Oiga" de Lima.

Encontrándose en Perú, fue que, forzado por las circunstancias y un poco fortuitamente, debutó profesionalmente como cantor en 1964, exactamente el día 20 de febrero, en un programa que se emitía por el Canal 13, Panamericana de Televisión, comenzando así una carrera que nunca se interrumpiría.

Zitarrosa relata así su experiencia: "No tenía ni un peso, pero sí muchos amigos. Uno de ellos, César Durand, regenteaba una agencia de publicidad y por sorpresa me incluyó en un programa de televisión, y me obligó a cantar. Canté dos temas y cobré cincuenta dólares. Fue una sorpresa para mí, pero que me permitió reunir algunos pesos…"

Por esos años se edita el primer disco de Alfredo, un disco doble, lo que en esa época se conocía como "extended simple". En la cara A figura Milonga para una niña y El Camba ; en la cara B, Mire amigo y Recordándote .

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En total, grabó más de cuarenta discos.

A partir de ese momento, infinidad de canciones y decenas de discos se editarían en Uruguay, Argentina, España, Venezuela, México, Chile, que se escucharían por todas partes del mundo.

Países tan disímiles en costumbres e idiomas como Australia, Canadá, Italia, Estados Unidos, Francia, Brasil, Alemania, y todos los países de habla hispana, conocieron, disfrutaron y aplaudieron a este artista.

Algunos países, a nivel oficial, desprendidos de toda connotación que no sea exclusivamente artística, lo recuerdan y ubican en su justa medida, más aún que en su propia tierra natal.

Desde 1965 y hasta poco antes de su fallecimiento Alfredo grabó cerca de cuarenta discos en diferentes países.

Los discos y el amor se conjugan en su vida, cuando el 29 de febrero de 1968 se casa con Nancy Marino: “Así festejo cada cuatro años", solía festinar Alfredo.

Hacia 1970 todo iba bien para Alfredo, y la culminación de alegrías la vivió el 27 de enero de 1970 cuando nace su hija mayor: Carla Moriana. Casi cuatro años después de haber nacido su primera hija, repite esa alegría, el 12 de diciembre de 1973, cuando nace su hija menor, María Serena.

Sus dos hijas fueron inspiradoras de dos bellísimas canciones: Para Carla Moriana y María Serena mía .

El 20 de julio de 1970 es otra fecha importante: Zitarrosa debuta en Buenos Aires en el teatro ABC de Esmeralda 506 y Lavalle y repite su actuación una semana después. Los comentarios en varios diarios argentinos de artistas internacionales son concluyentes, Atahualpa Yupanqui: "Milonga del solitario la canta mejor que yo".

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Humedales Santa Lucía.

Alfredo Zitarrosa en 1972.

Poco después, al pasar por Bolivia de regreso a Uruguay, realizó varios programas en Radio Altiplano de la ciudad de La Paz, debutando posteriormente en Montevideo, allá por 1965, en el Auditorio del Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica (Sodre).

Desde el principio, destacó como una de las grandes voces del canto popular folclórico latinoamericano. Cultivaba un estilo contenido y varonil, y su voz gruesa y un típico acompañamiento de guitarras le dieron su sello característico.

Vivió, sucesivamente, en Argentina, España y México, a partir del 9 de febrero de 1976.

En 1979 decide mudarse a México dónde se desempeñaría como periodista mientras continuaba su carrera de cantante editando algunos discos.

Luego de la Guerra de Las Malvinas, se radicó nuevamente en Buenos Aires, donde realizó tres memorables recitales en el Estadio Obras Sanitarias los primeros días del mes de julio de 1983.

Casi un año después volvió a su natal Uruguay, donde tuvo una histórica y masiva recepción el 31 de marzo de 1984, la que fue descrita por él mismo como «la experiencia más importante de mi vida».

Unos  cinco años más tarde, el 17 de enero de 1989, el mismo pueblo que lo había recibido lo despidió con dolor cuando falleció a causa de una peritonitis derivada de un infarto mesentérico.

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Masiva bienvenida de regreso en Uruguay.

La vida rural hecha canción

Las melodías de Zitarrosa son cercanas; milongas, vidalitas, candombes. En 1972 él mismo argumentó: “Compongo por milonga porque es un estilo de expresión muy vivo en mi país y conserva una total vigencia entre las clases populares dentro del campo como la ciudad”.

Es que estas músicas adornan letras que describen detalladamente el paisaje del campo uruguayo y sobre todo a su habitante, el campesino trabajador y no al latifundista ausente.

Es habitual escuchar en sus canciones la historia del peón pobre, del campesino desplazado por los avances y las grandes extensiones de campo en pocas manos, lo que lo obliga a emigrar a las zonas urbanas.

Se ocupa de contar lo difícil que es para una persona del interior rural adaptarse a los avatares y costumbres de la capital y de los montevideanos. Es curioso que uno de sus temas se llame Diccionario porque el repertorio de Zitarrosa parece una enciclopedia de la geografía, las costumbres y los sentimientos de quienes habitan en el campo y de las confusiones de los nuevos habitantes de la ciudad.

Fuentes Internet:

http://www.alfredozitarrosa.com/biografia

http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Zitarrosa

http://www.muldia.com/arte/zitarrosa/zitasuvida.htm

http://www.portalpedrense.com.uy/alfredo-zitarrosa.htm

http://www.ovnibus.com/wordpress/2012/01/con-ustedes-alfredo-zitarrosa/

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