Elisabeth Louise Vigée Lebrun |
Elisabeth Louise Vigée Le Brun (o Lebrun) nació el 16 de abril de 1755 en París, hija de Louise Vigee y Jean Maissin. A los tres meses de nacida fue enviada a una pequeña granja cerca de Epernon, quedando al cuidado de una nodriza hasta los cinco años. Sólo después de siete años regresó al lado de su familia a París. Desde entonces se dedicó a pintar retratos de sus familiares.
Su futuro no era auspicioso en lo familiar ya que fue castigada en la Francia de Luis XVI por que, supuestamente, desatendió a su hija debido a su éxito como retratista.
A continuación el texto aparecido en Internet en la dirección http://www.batguano.com/Vigee.html
"La primera vez, que descubrí la magia del arte, de la pintora retratista francesa Elisabeth Louise Vigée Le Brun, fue en 1990 en el Kimbell Art Museum en Fort Woth, Texas. Mientras deambulaba por las galerías, me situé cara a cara con su autorretrato pintado en 1781, cuando ella tenía veintiséis años de edad. Es uno de aquellos retratos inusuales que no se pueden olvidar. No fue difícil ver perfectamente en el interior del alma de esta artista que vivió hace doscientos años.
Desde mi primera experiencia con Vigée Le Brun, he aprendido mucho sobre su sorprendente vida. Las fuentes de información son limitadas, pero sus pinturas aparecen en algunos de los grandes y pequeños museos de arte de todo el mundo. Su autobiografía no es solamente una lectura amena, porque narra acontecimientos, gente y estilos de vida de la Europa y Rusia de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Vigée Le Brun conoció y pintó los retratos de casi todas las figuras prominentes de Europa y Rusia, aproximadamente entre 1770 y 1835.
Como monárquica, Vigée Le Brun huyó de Francia a principios de la revolución . Vivió en el exilio durante doce años viajando a través de Europa mientras incrementaba su fama y su fortuna.
Durante sus viajes, llegó a ser miembro de las Academias de Florencia, Roma, Bolonia, Sant Petersburgo y Berlín.
Vigée Le Brun fue una de las retratistas de su tiempo que más encargos recibió. Realizó más de novecientas pinturas incluyendo setecientos retratos.
Después de leer sus aventuras, uno tiene la impresión de que fue muy inteligente, con talento, encantadora y una excepcional mujer que realmente disfrutó de la vida y de la gente a la que pintó y conoció. Fue admirada por todos los que conocieron su talento. Siempre he disfrutado de los retratos que nos trasmiten una historia de poder. Los retratos de Vigée Lebrun son realmente únicos y cautivadores.
Vigée Le brun pasó mucho tiempo adaptando cada retrato al sujeto. Las poses y las actitudes fueron siempre diferentes y bien adaptadas a cada persona a la que pintó. Cada pintura se puede relacionar con un periodo de sus viajes, durante y después de la Revolución Francesa , así como las historias que aparecen en su autobiografía sobre el afecto hacia la gente que pintó.”
Kevin J. Kelly”
Fuente Internet:
http://www.batguano.com/vigee.html