Herbert Spencer

Filósofo, psicólogo y sociólogo británico (1820-1903), nacido en Derby, fundador de la filosofía evolucionista en Gran Bretaña y uno de los más ilustres positivistas de su país.

Ingeniero de ferrocarriles y de formación autodidacta, se interesó tanto por la ciencia como por las letras. En 1848 asumió la dirección de la revista "The Economist", órgano del liberalismo radical de la época.

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Herbert Spencer.

Desde el punto de vista sociológico cabe considerarle como primer autor que utilizó de forma sistemática los conceptos de estructura y función . Por otra parte, concibió la sociología como un instrumento dinámico al servicio de la reforma social.

Dedicó su vida a elaborar su sistema de filosofía evolucionista, en la que considera la evolución natural como clave de toda la realidad, a partir de cuya ley mecánico-materialista cabe explicar cualquier nivel progresivo: la materia, lo biológico, lo psíquico, lo social, etc.

En sus lecturas conoció la teoría de la evolución expuesta a finales del siglo XVIII por el naturalista francés Jean Lamarck . Su teoría, hoy desacreditada, sostenía que los rasgos adquiridos de un organismo eran hereditarios. Las teorías de Lamarck sobre la evolución influyeron profundamente en la obra de Spencer.

A criterio de Spencer, la sociedad debe ser considerada como un ser vivo que obedece a esta ley de la evolución, al igual que los organismos biológicos. Para subrayar claramente el vínculo existente entre la evolución biológica y la evolución social, Spencer considera la sociedad como una realidad "supraorgánica", cuya evolución puede asimilarse, en no pocos aspectos, a la seguida por los seres orgánicos.

Así, pues, tras haber demostrado cómo su ley de la evolución se aplica en biología y en psicología, Spencer termina por aplicar esa misma ley al desarrollo de las sociedades.

Aplicó la teoría de la evolución a las manifestaciones del espíritu y a los problemas sociales, entre ellos el de la educación, con su obra "Educación: intelectual, moral, física".

Su doctrina quedó principalmente expuesta en su "Sistema de filosofía sintética" (11 volúmenes).

De su extensa bibliografía, cabe mencionar: La estática social (1850), Principios de psicología (1855), Primeros principios (1862), Principios de biología (1864), La clasificación de las ciencias (1864), La sociología descriptiva(1873), Principios de sociología (1877-1896) y El individuo contra el Estado (1884).

A pesar de que Spencer no logró crear escuela, su ambicioso intento de sistematizar todo el conocimiento dentro del marco de la ciencia moderna y especialmente en términos de la evolución, le ha hecho merecedor de figurar entre los principales pensadores de finales del siglo XIX.

De las sociedades simples a las sociedades complejas

Sobre la base de los estudios etnográficos de la época, Spencer se propuso demostrar que, conforme a la ley de la evolución, las sociedades humanas fueron en su origen pequeñas comunidades simples, indiferenciadas, homogéneas, que evolucionaron el sentido de hacerse cada vez más complejas, más diferenciadas, más heterogéneas.

Las sociedades más simples son grupos nómadas, carentes de toda organización política, que viven de la caza y la pesca, para las que utilizan medios técnicos muy primitivos, de modo que la división del trabajo se reduce en esos grupos a su más mínima expresión.

Las sociedades van haciéndose más complejas, a medida que se componen de grupos diferentes cada vez más numerosos y a medida que esas sociedades se jerarquizan; a medida que la autoridad política se organiza y diferencia; a medida que las funciones económicas y sociales se multiplican, y a medida que la producción exige una división de las tareas cada vez más elaborada.

Primera tipología

El criterio de la complejidad creciente de la organización social induce a Spencer a distinguir cuatro tipos de sociedades, correspondientes a cuatro estadios de la evolución social. Cada tipo de sociedad se subdivide, a su vez, en subtipos:

1) Las sociedades simples

Spencer distingue en ellas cuatro subtipos: las que carecen de toda autoridad política, las que tienen un jefe ocasional, las que sólo poseen una autoridad imprecisa e inestable, y, en fin, aquellas en que la autoridad política se ha organizado de una manera permanente.

Dentro de estos subtipos, Spencer distingue además entre las sociedades nómadas, las sociedades seminómadas y las sociedades sedentarias.

Todos estos subtipos de las sociedades "simples" ofrecen en común el hecho de no darse en su seno grupos distintos poseedores de una cierta cohesión. La autoridad política, caso de existir, se ejerce directamente sobre todos los miembros de la sociedad, sin pasar por autoridades intermedias.

2) Las socieades compuestas

Spencer distingue también en ellas unos subtipos, según tengan un jefe ocasional (nunca se da el caso de que carezcan de una autoridad), una autoridad inestable o una autoridad permanente, y también según sea nómadas, seminómadas o sedentarias.

En estas sociedades, sobre todo en caso de haberse organizado en torno al poder, se pueden observar niveles intermedios dotados, cada uno de ellos, de una autoridad sujeta a la autoridad suprema. Así, por ejemplo, los jefes de familia o de clan, los jefes militares o religiosos, que gozan de una jurisdicción determinada y cuyos poderes están sujetos a la autoridad suprema o son coordinados por ella.

La existencia de grupos de familias, de clanes de "mitades" (especie de clanes que dividen a la tribu en dos mitades) confiere a estas sociedades una carácter más complejo que el de las sociedades simples.

3) Las socieades doblemente compuestas

En ellas se desdoblan los grupos, se multiplican las autoridades y deben ser elaborados nuevos modos de integración. Estas sociedades son siempre sedentarias. Disponen de una organización del poder que es, o bien inestable, o bien estable.

En estas sociedades se desarrollan las ciudades y los medios de transporte, progresan las técnicas de trabajo, aparece y se formaliza el derecho positivo.

4) Las sociedades triplemente compuestas

Se trata de las grandes civilizaciones que han dado lugar a los imperios y las grandes religiones. Las grandes naciones modernas, los países industrializados pertenecen, evidentemente, a esta última clase.

Segunda tipología

Spencer juzga oportuno y necesario elaborar una segunda clasificación de las sociedades, paralela a la primera y superpuesta de algún modo a ella.

Distingue dos tipos de sociedades netamente opuestas entre sí, cuando los consideramos en sus puntos extremos. Esta segunda clasificación es pues, propiamente hablando, una tipología dicotómica o bipolar, como la de Tonnies.

Estos dos tipos de sociedades son la sociedad militar y la sociedad industrial.

1) La sociedad miltar

Es la más antigua, comprende sobre todo a las sociedades simples y a las sociedades compuestas. Casi todas estas sociedades, en efecto, están permanentemente en pie de guerra, ya sea porque deben conquistar nuevos territorios, ya sea porque deben defenderse de los agresores reales o eventuales.

La guerra es pues una actividad dominante, necesaria y permanente en las sociedades menos evolucionadas. La función militar prima sobre la función de producción, o más exactamente, la segunda está condicionada por la primera y de ella depende.

De aquí que toda la organización entera esté calcada sobre la organización militar.

La sociedad en cuestión es regida y administrada y organizada conforme al modelo del ejército. Es una sociedad muy centralizada, rígidamente jerarquizada, en la que los poderes político, religioso y militar están fusionados o vagamente diferenciados.

La propia religión tiene un carácter militar, tanto en su lenguaje como en su representación de los poderes sobrenaturales.

Ofrece asimismo un carácter absoluto, autoritario, que exige y valora la sumisión completa y ciega. También el trabajo está organizado a menudo sobre una base militar, y, en algunas sociedades de este tipo, la autoridad de los jefes abarca incluso los más pequeños detalles de la vida doméstica.

En resumen, el carácter dominante de tales sociedades estriba en el hecho de que los hombres están sometidos a lo que Spencer da en llamar la cooperación obligatoria .

2) La sociedad industrial

Esta sociedad está aún en formación, pero lo que conocemos ya de ella permite delimitar su carácter principal: la autonomía y libertad de las personas.

Esta tendencia se ha manifestado históricamente en varios sectores de la vida social: instituciones políticas cada vez más democráticas, autoridad menos agobiante del Estado sobre las actividades y vida privada de las personas, individualismo religioso creciente, progreso de la libertad de comercio y de trabajo, etc.

El auge del individualismo tiene su explicación en el hecho de que, a medida que las sociedades vivieron en paz entre sí, se orientaron cada vez más hacia las actividades de producción. La necesidad de una organización militar se hizo sentir menos. El ejército pasa así a convertirse en una estructura más de la sociedad, en vez de constituir su estructura central. la función militar se subordina pues a la función productora, contrariamente al orden vigente en la sociedad militar.

En consecuencia, a la cooperación obligatoria característica de la sociedad militar sucede la cooperación voluntaria , típica de la sociedad industrial. El contrato constituye la forma principal y más perfecta de la cooperación voluntaria. El contrato está también llamado a ser, en la sociedad industrial ya acabada, el vínculo más general, más universal.

El organicismo de Spencer

En su obra “Principles o sociology” (1876), Spencer establece un largo paralelismo entre la organización y evolución de los organismos vivos y la organización y evolución de las sociedades, para concluir luego con la posibilidad de "considerar a las sociedades como un organismo", y emplear la expresión "organismo social" para designarla.

La comparación entre los organismos biológico y social le permite establecer buen número de similitudes entre ambos. Observa en particular que su evolución se opera, en ambos casos, mediante una diversificación y una especialización creciente de los órganos o de las partes, y, por consiguiente, mediante una multiplicación de las "estructuras sociales" y de las "funciones sociales" en el caso del organismo social, y de las estructuras y funciones biológicas en el caso del organismo biológico.

Observa asimismo que ambos organismos, el biológico y el social, están dotados de tres sistemas de órganos: sistemas de nutrición, de distribución y de regulación, cuya evolución se opera, en ambos casos, por una interdependencia creciente de las partes componentes, por una organización más integrada y más definida de cada sistema y de sus relaciones recíprocas.

Pero se dan también semejanzas entre ambos organismos. Advierte Spencer que el órgano político no tiene equivalente en el organismo vivo, hecho que el autor emplearía como argumento para consolidar su irreductible oposición al Estado y a toda empresa gubernamental y reforzar su filosofía liberal extrema.

Obras de Herbert Spencer

Fuente Internet:

http://www.iespana.es/natureduca/biog_spencer.htm

Ver, además:

http://www.sociologicus.com/clasicos.asp

http://www.sociologicus.com/clasicos/spencer.htm

http://darwinjijonlarco2.blogspot.cl/2010/05/herbert-spencer-la-ley-general-de-la.html

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