María Teresa Ruiz González |
Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997
Astrónoma pionera. |
Por primera vez en la historia del país una mujer obtuvo el Premio Nacional de Ciencias Físicas Exactas. Se trata de la Licenciada en Astronomía de la Universidad de Chile, María Teresa Ruíz, quien desde 1987 se desempeña como docente del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.
La investigadora recibió en 1996 la Medalla Rectoral que otorga la Casa de Bello y el mismo año fue premiada con la Cátedra Presidencial de Ciencias.
También ha obtenido las distinciones MacArthur Foundation-AAAS Starter Grant en 1993 y Carnegie-Chile Fellowship (1971-1975).
María Teresa Ruíz se licenció de Astronomía en 1971, dos años después obtuvo un magister en Astrofìsica en la Universidad de Princeton.
La profesional ha trabajado en Norteamérica y Europa. Entre 1975 y 1976 fue investigadora asociada del Observatorio Astronómico de Trieste, Italia.
Al año siguiente se desempeñó como investigadora visitante del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Entre 1978 y 1979 ocupó el puesto de investigadora visitante del Institute for Space Studies, National Aeronautics and Space Administration de Nueva York, Estados Unidos.
La académica actualmente es presidenta de la Fundación para el Desarrollo de la Astronomía de Chile y ha integrado distintos organismos internacionales. Participó del Comité de Usuarios del Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, fue miembro del Comité de Asignación de Tiempo del Telescopio de la Institución Carnegie, y desde 1992 es parte del Directorio de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA) en representación de la Uniiversidad de Chile.
En 1993 fue miembro del Comité Revisor del Departamento de Astronomía de la Universidad de Sao Paulo, Brasil y en 1995 integró el Comité de Búsqueda para Project Scientist del Proyecto Gemini. Desde 1996 el gobierno de Chile la nombró vice-presidente del Comité de Usuarios del Observatorio Europeo Austral.
Docente e investigadora. |
La profesora ha dictado numerosos cursos en Chile y el extranjero. Entre estos se incluyen Física moderna; AS201 Astronomía general; Vida inteligente en el universo, Astronomía extragaláctica, Nebulosas Gaseosas y Poblaciones Estelares.
Fundamentos del premio
Para otorgar el premio Nacional de Ciencias Exactas a Teresa Ruiz el jurado se basó en el "impacto internacional de sus trabajos en el campo de la Astronomía, en particular por sus estudios de las estrellas enanas de baja masa, entre los que se cuentan el descubrimiento de una supernova en el acto de explotar, el descubrimiento de dos nebulosas planetarias en el halo de nuestra galaxia y, en especial, por el descubrimiento, muy reciente, de una enana café (o súper-planeta) en las vecindades del sistema solar.
A ello se sumó el reconocimiento del jurado a la importante contribución de la facultativa en la formación de discípulos y en la organización de la comunidad científica nacional en su disciplina.
Fuente: Dirección de Comunicaciones, Universidad de Chile. 1997.
Evolución del Universo
La distinción "Condecoración al Mérito Amanda Labarca 2000" le fue entregada a la académica del Departamento de Astronomía y Premio Nacional de Ciencias María Teresa Ruiz González en una solemne ceremonia realizada, en diciembre de ese año, en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile.
Luego de recibir la distinción de manos del Rector, María Teresa Ruiz, hizo una amena e interesante exposición sobre la "Evolución del Universo", que transcribimos a continuación:
"Hoy, después de veinte mil generaciones de evolución humana, sólo hoy, hemos logrado reconstituir la historia del Universo, nuestra historia. Por primera vez sabemos cuál fue el comienzo y cómo llegamos aquí.
Fue sólo en los años treinta que supimos que nuestra estrella el Sol es parte de una galaxia, la Vía Láctea, formada por cien mil millones de estrellas, la mayoría de ellas muy similares al Sol.
Una enana café comparada con el Sol. |
Muy poco después descubrimos que el Universo se expande y está poblado por miles de millones de galaxias como nuestra Vía Láctea. Tuvimos que aceptar que no somos más que una brizna ínfima en el vasto Universo.
Los descubrimientos se han multiplicado en los últimos años, por ejemplo recientemente hemos descifrado el secreto de la fuente de energía al interior de las radio galaxias, como Centauro A.
Observaciones con el telescopio espacial han revelado que en su corazón existe un Agujero Negro de una masa equivalente a billones de veces la masa del Sol y con una fuerza de gravedad que atrae todo incluso la luz, mientras este agujero negro se "alimenta" del material circundante emite grandes cantidades de energía en forma de partículas relativistas.
También gracias al telescopio espacial hemos descubierto que en un área del cielo similar a la que cubre una moneda de 5 pesos existen miles de galaxias. Vemos galaxias formadas cuando el Universo era joven (las más lejanas) cuya luz se ha demorado más en llegarnos. Vemos también galaxias más cercanas que reflejan el Universo como es hoy (o más bien en el pasado reciente, ya que no vemos el presente).
Gracias a los grandes descubrimientos de este siglo hoy tenemos una idea a grandes rasgos de cómo ha evolucionado el Universo. La historia comienza hace quince mil millones de años atrás, en un evento en el que se crea el espacio y el tiempo, conocido como "Big-bang". Hemos descubierto que la evolución del Universo es una evolución hacia grados crecientes de complejidad. Partiendo de una "sopa" de partículas elementales.
Muy rápidamente surgen las cuatro fuerzas fundamentales (fuerza de gravedad, electromagnética y las fuerzas nucleares) que comandan la evolución del Universo.
Un minuto después del Big-bang las partículas elementales se combinan para formar núcleos atómicos (75 por ciento de Hidrógeno y 25 por ciento de Helio).
La complejidad sigue aumentando cuando se forman los primeros átomos un millón de años más tarde.
El próximo gran paso en esta evolución lo da el Universo doscientos millones de años después, cuando nacen las primeras estrellas, son éstas quienes gracias a las reacciones nucleares "cocinan" en su interior el Hidrógeno y el Helio transformándolos en elementos más complejos como el Oxígeno, el Carbón, el Fierro, … etc., todos los elementos que conocemos y que son la base de la vida en la Tierra. Estos elementos fabricados por las estrellas son expulsados hacia el medio interestelar al morir la estrella, permitiendo que una próxima generación de estrellas se forme a partir de un material ya contaminado con los elementos básicos de la vida.
Nuestro Sol, y con él también la Tierra, nace diez mil millones de años después del Big-bang, formándose a partir de los despojos de varias generaciones de estrellas ya muertas, quienes fabricaron el Calcio de nuestros huesos y el Fierro de nuestra sangre, incluidos todos los elementos que conocemos.
La estrella Eta Carina. |
La aparición de las primeras formas de vida en la Tierra, hace unos tres mil millones de años, marca un paso muy importante hacia la formación de estructuras más complejas. Un aspecto fascinante en este hecho lo constituye el constatar que la vida como la conocemos se basa en la química del Carbono, que es el elemento que fabrican las estrellas más comunes en el Universo, estrellas similares al Sol.
La vida en la Tierra se basa en un elemento que abunda en el Universo, por lo tanto es probable que la vida en el Universo sea similar en todos sus rincones y que surja como una consecuencia natural de su evolución. El Universo tenía desde sus comienzos, en sus condiciones iniciales, la capacidad de crear la vida, vida como la nuestra.
La última etapa de esta larga historia ha comenzado en la Tierra hace unos pocos millones de años atrás, con la aparición del ser humano que es vida con conciencia, que sabe que va a morir, que es capaz de investigar el pasado y anticipar y prepararse para el futuro.
Volviendo atrás en esta historia, miremos en más detalle cómo se forman las estrellas, verdaderos crisoles de la vida. Una estrella nace a partir del colapso de una nube de gas que se desploma sobre si misma debido a su propio peso.
El colapso se detiene cuando en el corazón de la estrella se alcanzan temperaturas muy altas, más de diez millones de grados, produciéndose en él reacciones nucleares. Las reacciones nucleares en el interior de las estrellas producen una gran cantidad de energía, equivalente a una bomba atómica muy poderosa, que tiende a hacer explotar la estrella. El equilibrio entre la fuerza de gravedad que produce el colapso y la de las reacciones nucleares permiten que las estrellas evolucionen de forma estable con un cierto tamaño dado.
Junto con la estrella que nace, nacen también los planetas que son una consecuencia natural del proceso de formación estelar.
La materia prima para formar estrellas es gas y polvo. Las estrellas nacen en familias numerosas típicamente de cien o más miembros. Los "nidos" donde nacen las estrellas son lugares particularmente hermosos, son nebulosas iluminadas por la luz de las primeras estrellas que "rompen el cascarón". (La Nebulosa de Orión, es la región de formación estelar más cercana a nosotros, sin embargo la luz que hoy nos llega de ella salió desde Orión en la época del Imperio Romano). Como ejemplo de regiones de formación estelar en la Vía Láctea tenemos Orión, M8, y M16 donde se aprecia el gas y el polvo así como las estrellas recién nacidas que escapan de la nube placentaria de la cual se formaron.
A medida de que la estrella evoluciona el combustible nuclear en su interior se va gastando, cuando éste se agota la estrella se desploma sobre si misma nuevamente ya que nada le ofrece resistencia al colapso.
Las estrellas de masa similar al la del Sol terminan su vida como una roca de carbón del tamaño de la Tierra y con una densidad de una tonelada por centímetro cúbico. Las capas exteriores de la estrella son expulsadas hacia el medio interestelar contaminándolo con Carbón, Oxígeno y Nitrógeno. El corazón colapsado de la estrella se enfría poco a poco hasta desaparecer de nuestra vista. Estos objetos se conocen como Nebulosas Planetarias y poseen simetrías y colores hermosos que les han significado formar parte de una exhibición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Por otra parte, las estrellas que tienen una masa mayor que diez veces mayor que la del Sol terminan su vida con una gran explosión, conocida como Supernova. En este caso el corazón de la estrella colapsa para formar una estrella de neutrones o pulsar, con un tamaño similar al de una montaña y que contiene entre dos y tres veces la masa del Sol. Las capas externas son expulsadas con gran violencia a velocidades de varios miles de kilómetros por segundo. La muerte de estas estrellas más masivas contamina el Universo con todos los elementos que conocemos incluyendo elementos como el Uranio radioactivo.
Eta Carina podría ser la próxima supernova en nuestra galaxia, puede explotar en cualquier momento y cuando lo haga su brillo será similar al de la Luna llena.
La nebulosa Eta Carina, hogar de la estrella del mismo nombre. |
Unos cuantos miles de años después de la explosión el material de la supernova se mezcla con gas de composición más "normal", a partir de esta mezcla surgirá una nueva generación de estrellas con sus correspondientes planetas y con capacidad de albergar vida.
La supernova del Cangrejo, en el hemisferio norte, fue registrada en el año 1054 por los Chinos así como por los nativos de Norteamérica. Su brillo se reporto como similar al de la Luna llena.
Sus filamentos contienen la materia prima para la vida.
Y aquí surgimos nosotros, que somos parte de este Universo y el más reciente eslabón en su evolución. Esta es nuestra historia, la de todos. Por primera vez aparece en el Universo otra fuerza distinta, la conciencia humana, capaz de descifrar el lenguaje de la Naturaleza, hacerse preguntas y llegar a "descubrir el Universo en que vivimos". Los logros de la humanidad no son menores y se alcanzan gracias a nuestras ventajas comparativas que son nuestra inteligencia, imaginación y nuestra capacidad de amar.
Hoy la evolución del Universo prosigue, y no sabemos cuál será el próximo paso. Lo que si sabemos es que el futuro, así como nuestra historia pasada nos pertenece a todos y que sólo valorando nuestras ventajas comparativas y trabajando juntos podremos seguir prosperando como especie en la Tierra o en cualquier otro rincón del Universo.
Amanda Labarca entendía esto y nos mostró cómo sumar esfuerzos, sin que nadie se deba restar a esta imprescindible tarea común. En 1924 escribió : "El mejor estado será aquel que asegure el más amplio desarrollo individual dentro de la más justa armonía social. Sólo entonces podrá maravillarse el mundo ante la florescencia insospechada hoy del espíritu humano, tan amordazado por los miles de prejuicios, imposiciones y leyes envejecidas."
Fuente Internet:
http://www.fcfm.uchile.cl/boletin/2000/12/20/
Ver, además, entrevista en:
http://www.universia.cl/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia=72597