Osvaldo Peña nace en Santiago el 10 de noviembre de 1950. Ingresó en 1970 a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Fue alumno de Ricardo Mesa, y compañero de otros escultores, como Francisco Gacitúa y Patricia del Canto. En 1979 viaja a España para perfeccionarse. Instala un taller en Peñalolén como núcleo de formación de otros escultores y suplió la carencia de espacios artísticos durante el régimen militar. Actualmente se desempeña como profesor en la Universidad Arcis.

Técnicas de su obra

Se ha caracterizado por su potencial escultórico, fuerza que emana desde la perfección de sus obras, las que guardan celosamente el oficio de carpintería unida a una mirada estética refinada. El bronce no es un material recurrente en sus obras, de hecho lo comenzó a utilizar hace pocos años y en forma esporádica, porque según él "prefiere aquellos materiales que permitan el contacto directo".

Comenzó a trabajar en poliéster , para luego realizar algunas obras en madera y derivar finalmente al empleo del metal .

Se distinguen, principalmente, dos orientaciones en su producción:

- Una, tendente a la representación de la figura humana, mediante volúmenes forjados en planchas de hierro , que siguen una línea clásica de concepción anatómica, trastrocada por la ausencia o extraña disposición de algunos miembros del cuerpo.

- La otra es la tridimensionalidad , e incorpora espejos y láminas, en un intento por aumentar los significados de la obra y, de paso, provocar e involucrar al espectador.

Utilizando la madera como materia prima fundamental, deja que las vetas de su superficie, así como brotes y ramas, aparezcan expresivamente. De este modo, la materia se convierte en comunicación; el artista deja troncos torcidos a la vista, o permite que pequeñas porciones de vegetación participen simulando ser cabellos de la figura humana.

Se relaciona con el material, generando con ello obras más amables que las áridas esculturas de épocas anteriores, tendentes a la oscuridad, a la ironía y en definitiva, a lo críptico. Las figuras no son válidas en sí mismas porque dan cuenta de una emoción. Esto es un trabajo de búsqueda, a medio camino entre el azar libre y el programa previo.

Obras

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