Argentina: Historia

Fiesta nacional: Primera Junta el 25 de mayo de 1810; declarada su independencia el 9 de julio de 1816 .

Civilizaciones Indígenas

Se cree que los primeros pobladores del territorio americano llegaron de Asia a través del Estrecho de Bering, hace 20.000 años. Tribus indias diferentes se asentaron en el país, hasta que la región noroeste de Argentina fue ocupada en el siglo XV por el Inca Yupanqui. Los pobladores precolombinos de la futura Argentina se encontraban entre los más lentos de América.

Apenas existen vestigios de culturas precolombinas en el territorio argentino, y los pocos que se han encontrado están siempre relacionados con la existencia, en sus proximidades, de civilizaciones de mayor grado de desarrollo, como ocurre en el caso de los diaguitas, uno de los escasos pueblos del territorio que había alcanzado el nivel del sedentarismo, en quienes hay que ver, en realidad, a los pobladores de uno de los últimos rincones del dilatado imperio de los incas.

Los mocovíes, con influencia guaraní, y los tehuelches, desprendimientos transandinos de los mucho más evolucionados araucanos, constituían el nivel medio de la población aborigen. Los pampas, charrúas, ranqueles, patagones, y demás eran básicamente nómadas (señores del desierto que alcanzaron la condición de jinetes cuando la colonización de Pedro de Mendoza introdujo el caballo en la llanura bonaerense) y, muchos de los grupos tribales apenas habían salido de un estadio comparable al de la Edad de Piedra.

La falta de una organización evolucionada entre los indígenas de la zona, la lejanía de la metrópolis y la falta de garantías de hallar fuentes de riqueza explotables en lo inmediato fueron los factores esenciales que determinaron que la colonización del Río de la Plata constituyera una experiencia totalmente diferente a la compleja conquista de México y Perú.

Conquista española

A la llegada de los españoles había en el territorio indios Incas y otras tribus con formas de vida muy distinta, que los españoles no podían explotar, lo que produjo una fuerte hostilidad entre las partes y obstaculizó la colonización. Argentina tardó en ser colonizada. Américo Vespucio, Solís, Magallanes, que dejó su nombre en el estrecho de la punta sur del país, Sebastián Caboto y Pedro de Mendoza fueron algunos de los que se aventuraron.

Juan Díaz de Solís, el primero en descubrir el Río de la Plata, lo denominó 'mar dulce' porque no podía llegar a creer que aquella inmensidad fuera tan sólo un río, su cadáver vencido sirvió de alimento a los charrúas, guerreros caníbales de la margen oriental del estuario.

Sebastián Caboto, después de remontar las anchas aguas del Plata, fundó el fuerte de Sancti-Spiritus en la confluencia del Paraná con el Caracañá, a mediados de 1527.

Buenos Aires y otras nuevas ciudades

La ciudad de Buenos Aires fue fundada por primera vez por Pedro de Mendoza en 1536, pero al poco tiempo sufrió un asedio. Después sería destruida a instancias de Cabrera, obcecado en despoblar la ciudad y concentrar a sus habitantes en Asunción. En 1580, Juan de Garay repobló nuevamente el puerto de Buenos Aires como necesidad de contar con una zona portuaria en la desembocadura del Río de la Plata. En el año 1573, el vizcaíno Garay había fundado la ciudad de Santa Fe, como avanzada de Buenos Aires y estación de reposo entre La Asunción y el citado puerto.

Al mismo tiempo, en el último tercio del siglo XVI, se multiplicó la fundación de ciudades: Córdoba (1573), La Rioja (1591) y San Luis (1597), y se consolidaron la vías de comunicación de la región con el Alto Perú y Chile.

Dos siglos después, en 1776, Carlos III promulga un real decreto por el que se crea el Virreinato de Río de la plata, que tendrá su sede en Buenos Aires y cuya jurisdicción se extenderá sobre los actuales territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. El primer titular de este virreinato fue Pedro de Ceballos, un ilustrado; el último, Baltasar Hidalgo de Cisneros, el cual fue depuesto por la primera Junta Revolucionaria, surgida de la jornada del 25 de mayo de 1810.

La reforma del sistema colonial, obra cuyo principal mérito pertenece a Carlos III, pero que en realidad se estaba fraguando desde comienzos del siglo XVIII, supone el descubrimiento de las posibilidades que ofrecen las colonias para el desarrollo industrial de sus respectivas metrópolis. En el caso de España y su imperio colonial, supone la integración de este conjunto en el curso de la historia.

España deja de seguir un sistema de explotación colonial de tipo mercantilista basado principalmente en la extracción de metales preciosos y su envío a la Península (típico de la mentalidad y la organización propia del Renacimiento), sistema que implica el mantenimiento de un tipo de presencia colonial centrado en la burocracia y la subsistencia, sin verdaderas raíces para una vida económica propia en las colonias. Con estas reformas se pasa a un sistema de corte capitalista, lo que supone un avance.

Se trata de especializar a las colonias en un tipo de producción, tanto para abastecer a la Península como para que el nivel de esas rentas fruto de esa especialización sirviera para consumir productos elaborados en la metrópoli. Esto resultó benéfico tanto para España como para las colonias, que obtuvieron con ello un armazón económico más sólido, que permitió a su vez un mayor enraizamiento de las poblaciones allí establecidas.

Pero España inició tarde estas reformas, mientras que Inglaterra y Francia ya se habían mercantilizado y eran naciones en auge. España estaba desde tiempo atrás en decadencia. Los ingleses dominaron el mar, obstaculizando las zonas comerciales españolas, y los franceses tomaron su poder en el campo ideológico, produciendo toda la corriente de pensamiento revolucionario. La combinación de todos estos factores junto con el abandono en que España, por sus problemas propios, había dejado a sus colonias, crearon en la sociedad criolla una conciencia de relativa autosuficiencia.

Independencia

Los problemas que asolaron a España durante el reinado de Fernando VII con Napoleón, dejaron campo libre a los rioplatenses. En toda América se crean juntas defensoras de los derechos de Fernando VII, el rey depuesto por los franceses, siguiendo el ejemplo de la metrópolis. Estas juntas fueron convirtiéndose en formas de autogobierno, que crearían las bases jurídicas y administrativas necesarias para las independencias.

El 25 de mayo de 1810, en el curso de un cabildo abierto con gran participación popular, se decide la formación de la Junta gubernativa provisional del Río de la Plata. En ella estaban representadas dos tendencias políticas, una monárquica y conservadora y otra republicana y liberal, acaudilladas respectivamente por Cornelio Saavedra y Mariano Moreno. Entre los criollos triunfó la tendencia republicana.

Se proclamaron las Provincias Unidas del Río de la Plata, se oficializó la bandera blanquiceleste ideada por el general Manuel Belgrano, desembocando todo ello en la declaración de la independencia de 1816.

Una de las figuras más representativas de este periodo es José de San Martín, que junto con Simón Bolívar representa a los más claros exponentes de la liberación de la América Latina. La figura de San Martín trasciende al ámbito puramente militar. Al igual que Bolívar, defendía una línea moderada, que en definitiva logró imponer en su área de influencia.

Con la retirada de San Martín de la vida pública, se retiró a Europa, donde murió en 1850, se inició en las Provincias Unidas un largo periodo de hostilidades entre el poder centralista de Buenos Aires y las aspiraciones de las provincias (unitario y federal). Entonces llegó al poder Rosas, que gobernó desde 1829 a 1852; luego Urquiza, que transformó a Buenos Aires en la capital de la República, y Bartolomé Mitre. En el casi medio siglo que se sucede hasta la celebración del centenario de la independencia de 1910, el liberalismo unitario se consolida en el poder.

Las Guerras Indias

En el siglo XIX Argentina era un importante exportador de carne. La necesidad de espacio y tierras de pastoreo condujo a las guerras indias de 1878, encabezadas por el general Roca, que exterminarían sin piedad a los indios que poblaban la Pampa.

El Siglo XX

El presidente Sánchez Peña introdujo algunas reformas en el gobierno. Cuando éste murió, le sustituyó Yrigoyen, que fue el primer criollo elegido por votación popular y quien reemplazó las viejas estructuras políticas conservadoras por un frente radical. Después de 68 años de régimen constitucional fue derrocado por los conservadores.

En 1930 el presidente Uriburu gobernó con una política conservadora de tendencias fascistas. A éste le sucedieron Justo y Roberto Ortiz, que resultó ser un fraude electoral. Ramón Castillo llegó más tarde, manteniendo una posición neutral al estallar la Segunda Guerra Mundial. El Gobierno militar tuvo que enfrentarse a una dura oposición internacional e interna, en la que ocupó un lugar muy destacado el coronel Juan Domingo Perón, quien sería nombrado presidente en 1946. Con él llega el mito Eva Perón, el voto a la mujer y una dictadura que dio pie a una gran corrupción y que, en 1950, daría lugar a una importante crisis.

En 1955, Perón sería derribado por el ejército, haciéndose finalmente en 1966 con el control directo del poder. El régimen militar no pudo contener el peronismo y tuvo que aceptar el regreso de Perón del exilio y la convocatoria de nuevas elecciones, que se celebrarían en 1973 y en las que salió elegido Héctor Cámpora, quien renunciaría a los pocos meses para dar paso a unas segundas elecciones que instauraron nuevamente a Perón.

Pero una vez más, tras la muerte de Perón, los militares se hicieron con el poder, y el comandante Videla se instaló como presidente, cargo en el que fue reemplazado por el general Roberto Viola en el periodo 1981-84, año en el que se suponía que, resueltos algunos de los más angustiosos problemas económicos del país y restablecida la paz social, las Fuerzas Armadas reintegrarían el poder a los civiles.

La drástica caída de la moneda con relación al dólar y la creciente movilización social determinada por la pobreza y el paro, causaron el retiro del general Viola y, tras un breve interinato, la designación como presidente del teniente general Galtieri.

Latente el conflicto con Chile por el canal de Beagle, y a pesar de las compras crecientes de trigo y carne vacuna por la antigua Unión Soviética (URSS), el problema económico y social fue agravándose cada vez más. El 2 de abril de 1982 el presidente Galtieri comunicó el desembarco de fuerzas armadas argentinas en las islas Malvinas, nombrándose de inmediato un gobernador de las mismas. Esta actitud determinó un cruento enfrentamiento armado con el Reino Unido, que finalizó el 14 de junio del mismo año con la derrota de los argentinos y la instalación de una fuerte dotación armada británica en las islas.

La dictadura,durante todo el periodo militar, fue salvaje y miles de personas "desaparecieron", hasta que en 1982 la derrota del ejército ante las fuerzas armadas británicas durante el conflicto de las Malvinas trajo consigo la caída de la dictadura.

Estos acontecimientos produjeron gran desazón en Argentina. El Presidente Galtieri fue reemplazado por el general Reynaldo Bignone, quien a comienzos de 1983 prometía, en nombre de la Junta Militar, elecciones para octubre de ese año y la restitución del poder a los civiles.

En 1983 se convocaron unas elecciones democráticas de las que salió victorioso Raúl Alfonsín, del Partido Radical, lo que supuso la primera derrota democrática del peronismo. Sin embargo, éste no logró sacar al país de la profunda crisis económica en la que los militares lo habían sumido. Seis años después Alfonsín sería sustituido por Carlos Menem.

El presidente Carlos Menem (Partido Justicialista) sancionó la Ley de Convertibilidad del austral en 1991 que detuvo la inflación y adoptó una política económica neoliberal, apoyada en una ola de privatizaciones, reducción de aranceles a los productos importados y desregulación de los mercados. Estas medidas contribuyeron a aumentar significativamente la inversión, las exportaciones y el crecimiento con precios estables, pero también abrieron un proceso de desindustrialización, hicieron a la economía más vulnerable a las crisis internacionales, y aumentaron el desempleo, la pobreza y la precariedad laboral.

La crisis financiera asiática de 1997 y la brasileña de 1998, precipitaron la salida de capitales abriendo camino a la mayor recesión de la historia argentina, que duraría cuatro años.

En esas circunstancias, en diciembre de 1999, asumió el presidente Fernando de la Rúa (UCR). En 2001, ante la fuga masiva de capitales, el gobierno dispuso la congelación de los depósitos bancarios —el corralito —, que culminó en una crisis social generalizada que llevó a la renuncia del presidente el 20 de diciembre de 2001. (Ver: Crisis argentina )

En dos semanas se sucedieron varios presidentes que culminaron el 2 de enero de 2002 con la elección por parte de la Asamblea Legislativa de Eduardo Duhalde (PJ) como presidente provisional. La deuda externa argentina entró en suspensión de pagos y el nuevo gobierno devaluó el peso dando fin a la Ley de convertibilidad.

Por medio de una fuerte devaluación de la moneda local, el país comenzó a poner en práctica una nueva política de industrialización por sustitución de importaciones, aumento de exportaciones y superávit fiscal. Hacia fines de 2002 la economía empezó a estabilizarse.

En el 2003 fue elegido presidente Néstor Kirchner (PJ) con mandato hasta 2007. Durante su presidencia se nacionalizaron algunas empresas privatizadas y se registró un aumento considerable del PBI con una disminución del desempleo, basada en parte en la creación de puestos de trabajo genuinos arrastrados por la reactivación del sector agropecuario, el complejo agroindustrial y los sectores industrial y de la construcción, y reduciendo progresivamente los subsidios y planes sociales creados en 2002.

A Néstor Kirchner le sucedió en la Presidencia su esposa, Cristina Fernández de Kirchner , quien gobernó durante dos peridos, hasta que el 10 de diciembre de 2015 fue reemplazada en el gobierno por el opositor Mauricio Macri , el cual gobernará hasta el 10 de diciembre de 2019.

Virreinato del Río de la Plata

Entidad político-administrativa establecida por España en 1776, durante su dominio colonial en América por orden del rey Carlos III, que comprendía los territorios de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Charcas (Alto Perú) y Cuyo, constituyendo una vastísima área ocupada en la actualidad por los estados de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil, y cuya existencia tuvo lugar hasta la independencia de aquellas tierras respecto del poder español, en el transcurso de las primeras décadas del siglo XIX, creado con el objetivo de explotar y defender mejor las posesiones de España en el Atlántico.

Pedro de Ceballos fue encargado por la Corona para la creación excepcional de un Virreinato de la Plata, con sede en Buenos Aires, para lo cual toma para sí la Real Cédula de San Ildefonso el 1 de agosto de 1776. Se le enviaba con la intención de " tomar satisfacción de los portugueses por los insultos cometidos en el Río de la Plata ", de modo que su administración sobre el territorio platense y las ciudades de Cuyo incorporadas tendrían en principio un fuerte carácter militar.

En ese momento inaugural el Virreinato del Río de la Plata incluyó a todo el territorio que actualmente son los estados de Río Grande del Sur (llamado por los españoles Río Grande de San Pedro), Santa Catarina y amplias zonas que en estos días son parte de Paraná y Mato Grosso do Sul. En efecto: Ceballos inició su campaña intentando llevar el límite de los territorios portugueses al este de la Línea de Tordesillas y para esto los desalojó de las plazas de Colonia del Sacramento, Porto Alegre (llamado por los españoles Puerto Alegre o Viamont) y la ciudad de Nuestra Señora del Destierro en la isla Santa Catalina.

El virreinato abarcaba los territorios que hoy pertenecen a Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, parte de Chile y parte del Brasil. La enorme superficie que abarcaba el Virreinato del Perú dificultaba las tareas del gobierno y, por ese motivo, parte de su territorio pasó a formar parte del Virreinato del Río de la Plata. Otros motivos que influyeron en la decisión de efectuar esta separación fueron:

•  Los avances de los ingleses.

•  La presión de los portugueses sobre Colonia del Sacramento y toda la Banda Oriental así como todos los otros territorios limítrofes entre hispanos y luso-brasileños.

•  La creciente importancia que iba cobrando Buenos Aires como centro comercial.

•  La importancia del estuario del Río de la Plata como entrada al continente y la defensa de los puertos de Buenos Aires y Montevideo.

•  Las sucesivas expediciones inglesas y francesas sobre las costas patagónicas chilenas, que pretendían esas zonas.

Un hecho decisivo y uno de los más apremiantes factores para la creación de este virreinato, sucedió a miles de kilómetros de sus fronteras: el 21 de noviembre de 1739 los ingleses capturaban, saqueaban y destruían la ciudad de Portobelo, en la costa caribe de lo que es hoy Panamá.

El Virreinato y sus límites

Sobre este tema, se transcribe lo publicado en Internet en el texto oficial "Historia general de las relaciones exteriores de la república argentina" :

"Ahora deberemos retroceder brevemente en nuestra narración, para tratar con algo más de detalle algunos hechos que afectaron directamente el destino de Buenos Aires y su jurisdicción.

"Como se dijo al principio de este capítulo, la declinación de las fortunas del Imperio Español se detuvo brevemente durante la guerra de la independencia norteamericana, que culminó en 1783 con la paz de Versalles. Durante este período, España no sólo revirtió algunas pérdidas territoriales, sino que:

1. Intentó modernizar su imperio, mediante las mencionadas reformas de 1778-1782, y
2. Se preparó para afrontar el desafío portugués y británico en la frontera sur de sus dominios, creando el Virreinato del Río de la Plata por medio de la real cédula del 1º de agosto de 1776. El virreinato tendría su capital en Buenos Aires, y a la jurisdicción de ésta (que ya abarcaba Asunción y Montevideo) se le anexaría la Real Audiencia de Charcas (es decir, todo el Alto Perú, hoy Bolivia), y la provincia de Cuyo (que hasta entonces había sido jurisdicción de Chile).

" Poco tiempo después, la Real Ordenanza de Intendentes del 28 de enero de 1782 dispuso dividir el Virreinato del Río de la Plata en ocho gobernaciones-intendencias, además de las gobernaciones militares y políticas de Montevideo y de los pueblos de las antiguas misiones jesuíticas. (1) Pero como consecuencia del informe presentado por el virrey Juan José de Vértiz, esta estructura fue modificada por Real Orden del 29 de julio de 1782 y por la cédula aclaratoria del 5 de agosto de 1785, suprimiéndose las intendencias de Cuyo y Santa Cruz de la Sierra y dividiendo la del Tucumán en dos.  En definitiva el virreinato quedó integrado por las gobernaciones-intendencias de Buenos Aires, Paraguay, Córdoba del Tucumán, Salta del Tucumán, La Paz, Charcas, Cochabamba y Potosí, más cuatro gobernaciones que fueron Montevideo, los pueblos de las misiones guaraníes, y los de las provincias de Moxos y Chiquitos. Más tarde se agregó la de Puno (reintegrada a Perú en febrero de 1796). (2).

"En el contexto cultural argentino (al que esta obra va dirigida) es necesario aclarar que este nuevo virreinato no incluía el territorio patagónico, que según la mitología oficial que se desarrolló en este país fue parte de aquella jurisdicción .

"La real cédula de 1776 nada decía sobre los territorios del extremo sur, ni tampoco decía nada al respecto la real cédula de 1777, que confirmó la creación del virreinato. Mencionan a Cuyo y a Charcas, pero no a la Patagonia. La historiografía oficial argentina ha pretendido que esta omisión se debió a que la Patagonia pertenecía ya a la gobernación de Buenos Aires, pero esta afirmación es insostenible debido a que todos los mapas españoles del período incluyen a la Patagonia como parte del "Reyno de Chile" . Tal es el caso, por ejemplo, del famoso mapa de Cano y Olmedilla, "geógrafo pensionado de Su Majestad", de 1775.

" Mapas posteriores a la creación del virreinato, como el del extremo sur del continente firmado en 1798 por el secretario de la Real Armada, Juan de Langara, tampoco hacen mención alguna del Río de la Plata en esas tierras australes, mientras que sí mencionan al Reyno de Chile.

" Esto no quiere decir, por supuesto, que esas tierras hayan sido auténticamente chilenas en 1810. Eran tierras indígenas que nunca habían sido conquistadas por los españoles, y por ende, ni chilenas ni del Río de la Plata. Es por ello que ningún mapa del Imperio Español publicado por otras potencias europeas deja de señalar a esos territorios como res nullius , es decir, tierra de "nadie" que estaba abierta a la conquista por los Estados del mundo "civilizado" (es decir europeo).

"Posteriormente, los procesos histórico-políticos y militares deslindarían los límites entre las nuevas repúblicas americanas a través de una lógica que poco tendría que ver con las líneas que trazaba la Corona de España como un medio para hacer más eficiente el proceso de la conquista. Estos límites teóricos jamás se concibieron como el fundamento para las jurisdicciones de Estados soberanos.

"Naturalmente que en la medida que el límite teórico se convertía en límite de hecho porque existía una conquista efectiva, dicho límite podía servir para el deslinde posterior entre Estados independientes, y éste es el sentido verdadero del uti possidetis . Pero ese no era el caso de la Patagonia, que no estaba conquistada. Por ende, que la Patagonia haya aparecido como "chilena" en los mapas españoles sólo refleja una ficción de la Corona y nada significa desde el punto de vista de la verdadera jurisdicción sobre ese territorio, sea en 1770, en 1880 o en 1990. Sí significa, sin embargo, que la adjudicación de la Patagonia al territorio del Virreinato del Río de la Plata por parte de la historiografía oficial argentina es uno de los mitos sobre los que se basó la "invención" de la Argentina como Estado-nación en el siglo XIX. (3)

Fuente Internet:

http://www.argentina-rree.com/2/2-004.htm

Conflicto del Beagle

Se denomina como Conflicto del Beagle la pretención argentina sobre la soberanía de las islas ubicadas entre la parte oriental del Canal Beagle y el Cabo de Hornos, junto con los espacios marítimos adyacentes, todo perteneciente a la República de Chile, y que se centró principalmente en la disputa por la posesión de las islas Picton, Lennox y Nueva, Evout, Barnevelt, Freycinet, Terhalten, Sesambre, Gratil, Deceit, Augusto, Snipe y la parte oriental de las islas Wollaston, Herschel y Hornos.

Los primeros antecedentes del conflicto comenzaron en 1888, siete años después de la firma del Tratado de Límites, con la aparición del primer mapa argentino en el que se observaban algunas de las islas posteriormente disputadas marcadas como bajo soberanía argentina. A pesar del pequeño tamaño de las islas, su valor estratégico entre los océanos Atlántico y Pacífico originó un largo conflicto entre ambos estados sudamericanos durante gran parte del siglo XX.

El conflicto estuvo caracterizado por diversos momentos de tensión y distensión. En los años 1970 los dos países llegaron a un acuerdo para someter a arbitraje la soberanía de las islas disputadas ante la Reina Isabel II del Reino Unido. Ésta falló en 1977 en favor de los argumentos de Chile, por lo que las islas se mantendrían bajo soberanía chilena.

El régimen argentino rechazó el fallo, considerándolo "insanablemente nulo", lo que provocó una escalada belicista durante 1978. El conflicto llegó a su punto culminante el día 22 de diciembre cuando las Fuerzas Armadas argentinas se disponían a ocupar las islas por la fuerza.

El conflicto se solucionó finalmente en 1984 cuando el gobierno argentino, tras una consulta popular, aceptó la propuesta de la Santa Sede que otorgó todas las islas en disputa a Chile y una parte de la zona económica exclusiva que generan las mismas a la Argentina.

Guerra de las Malvinas

La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur (en ingles: Falklands War ) fue un conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido ocurrido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por la soberanía sobre estos archipiélagos australes tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido. Sin embargo, la Argentina los sigue reclamando como parte integral e indivisible de su territorio, considerando que se encuentran "ocupados ilegalmente por una potencia invasora" y los incluye como parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

El saldo final de la guerra fue la reocupación de los tres archipiélagos por el Reino Unido y la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. En la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país y que había sucedido a otras juntas militares instauradas tras el golpe de Estado de 1976 y la restauración de la democracia como forma de gobierno. Por otro lado se sostiene que la victoria en el enfrentamiento permitió al gobierno conservador de Margaret Thatcher lograr la reelección en 1983.

Fuentes internet:

http://www.rumbo.es/guide/es/america/argentina/intro.htm

http://www.indexmundi.com/es/argentina/

http://es.wikipedia.org/wiki/Argentina

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