Factores abióticos

Interacción entre seres vivos: ambiente y crecimiento.

El agua, la luz, el aire, las sales minerales.

Para que exista vida en la tierra deben existir ciertos elementos abióticos (llamados así porque son inertes, no tienen vida por sí solos) disponibles para el desarrollo de los seres vivos. Sin estos elementos no sería posible la existencia de vida tal cual la conocemos. De estos elementos depende el crecimiento de la materia viva o protoplasma en nuestro entorno, ya que sin ellos no se podrían realizar los procesos de acumulación y síntesis necesarios para incrementar el número de células de un organismo.

Los factores más relevantes en el desarrollo de vida terrestre son:

agua

El agua: Debido a su gran poder disolvente y a su capacidad de mantener rangos de temperatura adecuada, el agua proporciona un medio para el transporte y transformación de sustancias al interior de los seres vivos.

Sin el agua, las sustancias indispensables para la vida no podrían unirse. Ella permite la síntesis de compuestos complejos necesarios para la formación de tejidos. Sin el agua ningún proceso vital de intercambio con el medio, como el de la respiración y la digestión, podría realizarse. Destacables son los hechos de que el cuerpo humano está constituido por el 65% de agua y los fluidos vitales como la savia, la sangre y la leche se componen principalmente de ella.

El agua desempeña también un papel importante en la descomposición metabólica de moléculas tan esenciales como las proteínas y los carbohidratos. Este proceso, llamado hidrólisis, se produce continuamente en las células vivas.

Luz solar Lógicamente, ésta proviene del Sol y los vegetales la pueden captar en sus hojas. Las hojas poseen clorofila (pigmento verde), que permite fijar la luz solar y transformarla en compuestos orgánicos que serán aprovechados por ellos y todos los demás eslabones de las cadenas alimenticias, lo que permitirá la vida de diversos seres vivos que están entrelazados en el ecosistema.

Aire: Atmósfera

El planeta está formado por tres capas: atmósfera, geósfera e hidrósfera.

Ellas son vitales para el desarrollo de los seres vivos sobre la Tierra y, además, le permiten al ser humano la realización de distintas actividades como la agricultura, la minería, la industria, etcétera.

La atmósfera corresponde a la capa gaseosa que envuelve a la tierra. También se le llama aire. Es transparente e impalpable. El aire puro, que se caracteriza por no tener sabor, olor ni color.

El aire proporciona las sustancias gaseosas necesarias para que se lleven a cabo procesos vitales de los seres vivos como la respiración y la fotosíntesis. Además es una fuente de oxígeno lo que posibilita la respiración en los seres vivos y la mantención de cualquier sustancia combustible. Además aporta dióxido de carbono, el nitrógeno y el agua gaseosa, los que se ciclan constantemente en la biósfera. Por ejemplo, los seres vivos toman el oxígeno del aire al respirar y liberan dióxido de carbono, que absorben las plantas verdes en la fotosíntesis, para seguir entregando nuevamente oxígeno al aire.

sol

También el aire actúa como filtro de la radiación ultravioleta del sol, gracias al gas ozono que contiene, ya que este refleja estos rayos.

En el hombre, el aire es un medio para realizar combustiones que permiten el funcionamiento de maquinarias facilitadoras de la vida y las tareas del hombre.

Químicamente, la atmósfera está formada por una serie de gases, donde cada uno tiene una función importante.

Los componentes atmosféricos son:

Anhídrido carbónico o dióxido de carbono: es un gas se encuentra en un porcentaje muy bajo en la atmósfera. Sin embargo, es de vital importancia para que los vegetales puedan realizar la fotosíntesis y de este modo fabricar su alimento. Los seres vivos retornan este gas al ambiente a través de la respiración. El anhídrido carbónico permite también retener el calor en la atmósfera.

Oxígeno: es un elemento de suma importancia para que la vida en el planeta sea posible, ya que es respirado por todos los seres vivos. Permite la combustión de las materias para obtener energía, y es fuente de purificación del aire y de las aguas, entre otras funciones.

Nitrógeno: al combinarse con otras sustancias, este gas forma excelentes fertilizantes, que permiten el crecimiento de los vegetales. Sin embargo, su rol más importante es hacer respirable el oxígeno, ya que lo diluye.

Vapor de agua: estado gaseoso del agua que se caracteriza por el alto grado de movilidad de las moléculas de agua, la cuales se encuentran a una distancia enorme en comparación a la distancia que existe entre las moléculas de agua que forman el estado líquido. El vapor de agua es esencial en la formación de las nubes, las que al precipitar como lluvia proveen de agua a los seres vivos, por ejemplo, animales y plantas. Además, retiene el calor en la atmósfera. La acumulación de vapor de agua es variable en la atmósfera, y depende de factores tales como la cercanía o la lejanía respecto del mar, la altitud, la presión atmosférica y la temperatura.

Ozono: cumple una función muy importante, ya que sirve de filtro de la radiación solar, absorbiendo la radiación ultravioleta. El paso de estas radiaciones hasta la tierra provoca muchos problemas a los seres vivos, como mayor daño óptico (al ojo), cáncer a la piel y destrucción de los vegetales. El ozono se representa como O 3 (molécula).

Asimismo, en la atmósfera se encuentran los gases inertes, en cantidades muy pequeñas. Dependiendo del lugar, también hay otros componentes como son: polvo, humo, cenizas, polen, sales marinas, etcétera.

tierra

El espesor total de la atmósfera como capa ha sido difícil de determinar, sin embargo, se acepta que este varía entre 1.000 y 1.300 kilómetros.

(ver Capas de la Tierra )

Sales minerales: son necesarias para la reconstrucción estructural de los tejidos de los seres vivos, además de que participan en procesos tales como la acción de los sistemas enzimáticos, contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación de la sangre de los animales.

El calcio es necesario para desarrollar los huesos y conservar su rigidez. También participa en la formación del citoesqueleto y las membranas celulares, así como en la regulación de la excitabilidad nerviosa y en la contracción muscular.

El fósforo se combina con el calcio en los huesos y los dientes. Desempeña un papel importante en el metabolismo de energía en las células, afectando a los hidratos de carbono, lípidos y proteínas.

El magnesio es esencial para el metabolismo humano y muy importante para mantener el potencial eléctrico de las células nerviosas y musculares

El sodio está presente en el fluido extracelular donde tiene un papel regulador.

El hierro es necesario para la formación de la hemoglobina, pigmento de los glóbulos rojos de la sangre responsables de transportar el oxígeno en los animales.

El yodo es imprescindible para la síntesis de las hormonas de la glándula tiroides.

El cobre está presente en muchas enzimas y en proteínas, de la sangre, el cerebro y el hígado.

El cinc también es importante para la formación de enzimas.

El flúor se deposita sobre todo en los huesos y los dientes de los animales, es un elemento necesario para el crecimiento de ellos.