Villa Las Estrellas

Bien dicen que el hombre es un animal de costumbre. ¿Quién podría pensar que vivir en el territorio Antártico, con nieve durante diez meses del año y de alguna forma aislados, podría ser la mejor etapa de la vida? Bueno, eso es lo que afirman todos aquellos que viven o han vivido en Villa Las Estrellas. Permanentemente, se trata de doce familias y veinte niños, todos chilenos, la mayoría pertenecientes a la Fuerza Aérea, pero también habita allí personal de la Dirección de Aeronáutica, científicos y profesores. Todos ellos han vivido "la experiencia de su vida".

Base Eduardo Frei
(Ampliar imagen)

La Base Frei fue inaugurada el 7 de marzo de 1969 como un centro meteorológico, sin embargo fue aumentando su estructura hasta llegar a ser una de las más importantes del territorio antártico, sólo superada por la base norteamericana Mc Murdo que tiene a 1.500 personas viviendo en el Polo Sur. El hecho de tener el aeródromo Teniente Marsh —que funciona todo el año sin importar el clima— la ha convertido en un punto neurálgico para el resto de los países que mantienen instalaciones en la isla Rey Jorge y que son ocho: China, Rusia, Argentina, Brasil, Uruguay, Corea del Sur, Polonia y Perú. Se puede afirmar —incluso— que ninguna de ellas tiene el nivel de instalaciones de la base chilena. Los rusos han disminuido bastante su representación. Hace algunos años eran cincuenta, ahora son sólo seis personas, y en la base China también son pocos los que quedan trabajando allí.

Villa Las Estrellas fue inaugurada en 1984 y unos meses después se creó el Grupo de Exploración N° 19.

El poblado es un lugar increíble, donde hay de todo, pero en un espacio reducido y cálido. Y más bien esa es la impresión al llegar, que aunque la zona es fría, la calidez va por dentro. Es como una pequeña ciudad a la que no le falta nada. Realmente impresiona lo bien equipada que está y los adelantos con que cuenta. Tiene banco, correo, hospital, jardín infantil, escuela pública, una hostería para sesenta personas, un gimnasio, supermercado, local de venta de recuerdos en beneficio de Conapran, cancha de esquí, iglesia. Todas las casas tienen calefacción, están conectadas con el mundo a través de Internet y pueden ver vía satélite tres canales de televisión.

Todo tiene un orden y una razón de ser. La basura se guarda en enormes tambores y es separada según su composición. Durante el verano, los barcos de la Armada —que traen los comestibles no perecibles para todo el año— se llevan de vuelta la basura al continente. Las verduras, frutas y otros productos perecibles los traen todos los meses el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea. En un año gastan un millón de litros de combustible, el que usan para generar energía. El agua la obtienen de una laguna cercana y tres veces a la semana realizan la llamada Faena de Agua, donde llenan sus tanques y después cortan de manera que no quede agua en las cañerías, para evitar que éstas se congelen.

Villa Las Estrellas
(Ampliar imagen)

El centro de las actividades y el orgullo de todos es el gimnasio. Sirve para todo. Los niños andan en bicicleta, celebran los cumpleaños, los bingos, realizan las ceremonias oficiales y juegan fútbol los domingos. En el segundo piso funciona el jardín infantil.

Todos los acontecimientos sociales son seguidos por toda la familia. Hecho impensable en Santiago o en cualquier otro lugar. Y esa es la gran ventaja que ven las mujeres de los oficiales: vivir en la Antártica es "la oportunidad" de tener una vida familiar rica, donde sus maridos pueden participar de cerca de todas las actividades de los niños.

En la Antártica la lejanía no es excusa para no tener la tecnología de punta. Al contrario, en la Escuela usan computadores con cámara para realizar video conferencias con el continente y se mantienen conectados a Internet todo el día. Cuenta con dos salas de clases y una tercera para los recreos. Los niños están a cargo de dos profesores públicos quienes tienen la posibilidad —prácticamente única— de enseñar personalmente a cada niño. A juicio de los padres, lo mejor es que aprenden una manera de vivir muy diferente y se crían con una conciencia ecológica fortísima.

Villa Las Estrellas en verano

El hospital, que es del mismo tamaño de la escuela cuenta, con dos camas dignas de cualquier clínica del barrio alto de Santiago, tiene un moderno quirófano que les permite hacer operaciones de emergencia, como sucedió durante un verano cuando hubo que practicar una operación de apendicitis, lo que siempre es una urgencia. También están usando la telemedicina en enlace con el hospital FACH y con el militar. El médico de turno -Claudio Montiglio- nos entrega un dato curioso: cada vez que viene el avión, pasado un par de días comienzan los resfríos.

La misión de la Fuerza Aérea es vital para Chile. "No sólo porque es un desafío personal, sino porque estamos haciendo soberanía para que cuando algún día esta tierra se reparta, nosotros podamos decir que tenemos gente viviendo aquí y que hay chilenos nacidos en la Antártica".

Ver: Villa las esttrellas hoy .

Para contactarse con Villa las Estrellas:

http://www.facebook.com/group.php?gid=35130832270

(se debe ingresar a facebook)

Escuela F 50 Villa Las Estrellas, Antártica Chilena, Coordinador: Roberto Tapia M.
Fono: 6948957 - 8
Fax: 6730600

Correos electrónicos:

escuela_antartica@hotmail.com

f50_las estrellas@yahoo.es

Fuente Internet y más información, en:

http://www.geocities.com/villaf50/inicio.htm