V Región: Valparaíso |
Demografía
La Quinta Región, de acuerdo al último censo (2012), está poblada por un total de 1.734.917 habitantes. La densidad poblacional alcanzó los 105,8 habitantes por kilómetro cuadrado.
(Ver V región en cifras )
Las comunas más populosas de la región son Viña del Mar, con 331.399 habitantes, Valparaíso, con 294.848 habitantes, y Quilpué, con 141.420 habitantes.
Economía
Las principales actividades económicas de la región guardan relación con la función portuaria de San Antonio y Valparaíso, pero también con la agricultura desarrollada en los valles fértiles de la depresión Central (Aconcagua) y la actividad turística, especialmente concentrada en Viña del Mar, la Ciudad Jardín, un centro de veraneo de prestigio internacional. (Ver V región, Economía ) (Ver V región Recursos naturales ).
Producción agrícola: el auge de la fruticultura
Los suelos de la V Región son muy fértiles. El valle del Aconcagua se cultivaba ya antes del período colonial. Mediante regadío se han puesto en cultivo gran parte de las tierras llanas, destacando la fruticultura, con más de 26.000 hectáreas, destinadas a uvas de mesa, duraznos, nectarines, paltas y nueces.
El auge experimentado en la exportación de uva de mesa ha sido esencial en las últimas décadas del siglo XX. La producción frutícola se concentra preferentemente en las provincias de Los Andes y San Felipe de Aconcagua. Por su parte, en la provincia de Quillota destaca especialmente el cultivo de las hortalizas, entre las que se pueden citar los tomates, arvejas verdes, porotos granados, ajos, cebollas, alcachofas, coliflores, acelgas, melones y sandías. Es asimismo importante la producción de maíz y de papas.
El sector pesquero
La actividad pesquera es notable, con importantes capturas de merluza, congrio, jurel, sardina y corvina, además de los crustáceos, entre los que destacan los camarones. Las capturas las realiza la flota artesanal, con mercado en San Antonio. Hay que reseñar la recolección de algas marinas.
La minería del cobre en Valparaíso
El mineral más explotado es el cobre en el yacimiento de Río Blanco, de la división Andina de la Corporación del Cobre (Codelco). La pequeña y mediana minería aprovecha los yacimientos menores de Cabildo, La Ligua y San Felipe. Para la elaboración del mineral existen varias fundiciones de las que la más importante es la de Ventanas, propiedad de la Empresa Nacional de Minería (Enami), al norte de Viña del Mar, que cuenta con un puerto para la exportación del metal. Otras fundiciones menores son las de Chagres y Cabildo. El puerto de San Antonio da salida al cobre producido en la gran mina de El Teniente, de la VI Región.
Los lavaderos de oro de Marga-Marga, famosos desde la época de Valdivia, aportan una considerable producción aurífera. La minería no metálica se polariza en torno al carbonato de calcio de La Calera, en el Aconcagua medio, y se destina a la fábrica de cemento de El Melón
Diversificación industrial
Valparaíso es la tercera concentración industrial de Chile, después de Santiago y Biobío. Sin embargo, las actividades manufactureras de esta región han perdido peso relativo en beneficio de la Región Metropolitana.
La industria pesada está representada por las fundiciones de cobre y la refinería de petróleo de Concón, al norte de Viña del Mar. La Calera tiene una gran fábrica de cemento que aprovecha el carbonato cálcico de la región. En Valparaíso, Viña del Mar y Quintero existe un notable desarrollo de la industria agroalimentaria. En Ventanas, Laguna Verde, Concón y San Antonio se localizan varias centrales termoeléctricas.
Además, a éstas hay que añadir las hidroeléctricas de Los Quilos y Las Vegas. Por último, la refinería de Concón es uno de los centros industriales más importantes y abastece de gasolina y diésel a todo el Núcleo Central a través de una red de oleoductos.
El sector turístico: de Viña del Mar al turismo de montaña
La ciudad-balneario de Viña del Mar constituye el principal centro turístico de la región, con una estimable capacidad hotelera y apartamentos como segunda residencia para los santiaguinos. El Casino Municipal es un animado centro de la vida nocturna de la ciudad. Las “Victorias”, carruajes tirados por caballos, en las que se realizan hermosos paseos, constituyen otro de los atractivos a reseñar.
Otros balnearios son los de Papudo, Zapallar, Marbella, Horcón, Las Cruces, Playas Blancas, Costa Azul, San Sebastián, Cartagena y San Antonio. Algarrobo es un gran centro turístico para la práctica de deportes náuticos. En Cartagena y Llolleo radican diversas residencias de recreo de los sindicatos y de las colonias escolares.
La propia ciudad de Valparaíso es un lugar turístico digno de atención por lo pintoresco de su caserío, escalonado en los cerros del hemiciclo montañoso que circunda la bahía; desde la altura se puede contemplar una hermosísima vista de la ciudad y la bahía. Cuenta con un museo naval, con amplias salas dedicadas a los próceres marinos y a las glorias navales de Iquique. (Ver Valparaíso turístico ).
El turismo de montaña está representado fundamentalmente por la estación invernal de Portillo, ubicada en las proximidades de la carretera internacional a Mendoza.
Historia
Antes de la llegada de los conquistadores, la bahía de Quintil, estaba poblada por pequeños grupos de indígenas pescadores que ocupaban los valles y la costa. Changos que dependían de Tanjalonco, señor de los Indios de Quillota y del curso inferior del río Aconcagua. Hasta aquel momento, la región formaba parte del sector sur del imperio incaico.
En 1536, el capitán Juan de Saavedra, subalterno de Diego de Almagro, fue el primero en descubrir la bahía de Alimapu en la que desembocaba el valle de Quintil, quien admirado por su belleza la denominó Valparaíso, en recuerdo de su tierra natal.
Pedro de Valdivia funda Santiago de Chile en 1541 y designa a Valparaíso como Puerto Oficial de la ciudad capital del Reino de Chile, Santiago, el 13 de septiembre de 1544. Sin embargo, sólo fue lugar de arribo para naves procedentes del Perú y pasarían bastantes años antes de ser habitado por los españoles. Sólo en 1559 comenzó a delinearse un esbozo de ciudad, partiendo de una iglesia construida en el actual emplazamiento de la Iglesia La Matriz.
Desde diciembre de aquel año hasta 1615, diversos corsarios y piratas ingleses, tales como Francis Drake y Joris Spilbergen, saquearon y destruyeron la aldea repetidas veces, apoderándose del oro que se enviaba al Perú. Por esta razón el Gobernador Óñez de Loyola inició en 1594 la construcción del primer reducto fortificado colonial llamado el “Castillo Viejo”, al pie del actual cerro Artillería. Luego en 1616, se ordenó la creación del Corregimiento de Valparaíso y en 1682 se la declaró Plaza Militar con varias fortalezas, como el “Castillo San José” en el cerro Cordillera, donde residía el gobernador de la Plaza.
Las exportaciones desde el puerto de Valparaíso se incrementaron en la segunda mitad del siglo XVIII, destacándose productos tales como vino, sebo, carne salada, cueros y quesos que se enviaban al Perú.
La importancia que adquirió el puerto también se debió a la llegada de navíos desde España. La mayor actividad se presentaba en verano hasta otoño y en invierno se cerraba por el frecuente mal tiempo.
Ya en 1730 existían unas 100 casas y 4 iglesias. En 1789 y 1791 se constituyó un Cabildo el que en 1802 logró del rey el título de “Ciudad de Nuestra Señora de las Mercedes de Puerto Claro”.
A fines del siglo XVIII Valparaíso contaba ya con su Cabildo. Su población era importante y por el puerto se realizaba un comercio de consideración. Merecía un ascenso en el escalafón geográfico y hasta un escudo. Así, por lo menos lo comprendió Ambrosio O’higgins, a la sazón Gobernador de Chile, y lo hizo presente al Rey de España en una de sus cartas, el año 1789; mas pasaron los años y del poderoso monarca nada se sabía que tuviera relación con este asunto.
Recién el 9 de marzo de 1802, por Real Cédula se otorgó el título, el blasón y el estandarte correspondiente. La documentación llegó a Chile en el año 1811 cuando ya se producían los cambios del período de la Independencia.
El Cabildo porteño creyó necesario someter esta delicada cuestión al parecer del Congreso Nacional que en aquellos meses realizaba sus primeras sesiones. La aplicación de la Real Cédula de 1802 fue aprobada por Decreto de 9 de agosto de 1811, firmado por el presidente Manuel Pérez Cotapos y el vicepresidente Juan Cerdán, del Primer Congreso Nacional, que desempeñaba también el poder ejecutivo, firmando como secretario Agustín Vial Santelices, diputado por Valparaíso.
El 28 de noviembre de 1811, el Cabildo de Valparaíso tomó conocimiento de esta aprobación y mandó aplicarla. Inmediatamente se dispuso que los mejores artistas de Santiago fueran encargados de bordar y pintar el escudo y estandarte real, que dieron a la población el título de “muy noble e ilustre ciudad”.
El escudo quedó constituido por los siguientes elementos:
- Sobre fondo de oro, base olas, azul, que representan la calidad de puerto.
- Sobre las olas, rocas, un castillo gris, que simboliza la calidad de plaza fuerte.
- Sobre el castillo, la imagen de Nuestra Señora de Las Mercedes de Puerto Claro, patrona de Valparaíso, con túnica blanca, manto azul claro, imagen sin niño.
- El conjunto va insertado en un águila de color oscuro que representa el águila de San Juan, del escudo de los Reyes Católicos.
A partir de la Independencia y de la Libertad de Comercio, Valparaíso se convierte en escala obligada de las rutas marítimas que venían a las costas e islas del Océano Pacífico desde el Océano Atlántico, ya sea por el Estrecho de Magallanes como por el Cabo de Hornos, cuadruplicando su actividad comercial con muchos países. Además, se forma la Marina Mercante Nacional.
En 1831, Valparaíso llegó a tener 24.000 habitantes, 52.600 en 1854 y 121.600 en 1895. En 1905 tenía 162.000 habitantes de los cuales unos 12.000 eran extranjeros.
A partir del siglo diecinueve Valparaíso ha mantenido un constante progreso, instalándose la primera línea telefónica, una de las primeras líneas férreas del país, tranvía, telégrafo, alumbrado público a gas y eléctrico, gas de cañería, ascensor, bomberos, astillero, dique flotante, banco, etc. Además fue fundado "El Mercurio de Valparaíso" en 1827, por Pedro Félix Vicuña, padre de Benjamín Vicuña Mackenna.
Desde 1860, ingleses, alemanes, franceses, italianos y norteamericanos, se instalaron construyendo bellas edificaciones y manejaron el comercio de importación, incorporando importantes capitales en la minera salitrera. El desarrollo financiero y comercial-industrial quedó en manos de una emprendedora burguesía porteña que hizo de esta ciudad la capital económica de Chile hasta 1910.
En 1866, el desarrollo y auge alcanzado por Valparaíso se vio interrumpido por el bombardeo de la escuadra española, que destruyó e incendió gran parte del sector portuario, el que luego fue reconstruido y nuevamente fortificado. El Puerto, a pesar de su importancia, no contaba con maquinarias, muelles, grúas y líneas férreas hasta la década de 1870. Las mercaderías se transportaban en botes y chalupas a fuerza de brazos en las espaldas de fuertes jornaleros.
La Guerra Civil de 1891 dejó un amargo recuerdo por los fusilamientos, el desenlace trágico después de la batalla de Placilla y por los duros cañoneos entre la escuadra congresista sublevada contra el presidente Balmaceda y las fortificaciones costeras. Por otro lado, el gran terremoto de 1906 destruyó casi todo el Almendral y nunca se supo el número exacto de víctimas. La reconstrucción del Almendral permitió el ensanche de calles y la creación de tres amplias avenidas: Pedro Montt, Colón y Errázuriz y, de esta forma, la ciudad adquirió las características arquitectónicas y urbanísticas actuales.
Este importante puerto de la nación, ofrece gran variedad de lugares hermosos y pintorescos, como plazas, cerros, barrios, caletas pesqueras, playas, avenidas, calles llenas de recovecos que ofrecen al visitante paisajes plenos de grandeza, hermosura y tipicidad.
Su gente, se entremezcla con la marinería y tripulaciones de las más diversas nacionalidades, agregándole a la ciudad un marcado carácter cosmopolita. Punto de partida, además, de excursiones a pintorescos lugares como la Isla de Pascua, Archipiélago de Juan Fernández e interesantes puntos del interior; cuenta con hoteles y restaurantes que siempre pueden ofrecer comidas típicas o internacionales.
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