Rondas |
La ronda de la Argentina
en el Trópico aparece
y bajando por los ríos
con sus mismos ríos crece.
Pasa, pasa los plantíos
y en helechos se atardece.
Caminamos con el día
seguimos cuando anochece.
Dejando Mesopotamia
como que desaparece,
porque el anillo se rompe
con la fuerza de las mieses.
Siete veces se nos rompe
y se junta siete veces.
En la Pampa va cruzando
la grosura de las reses
y la ronda blanca parte
negruras y bermejeces.
Y con el viento pampero
a más canta más se crece
Llegando
a la Patagonia,
de avestruces emblanquece,
y pescamos en las Islas
los que son últimos peces.
La ronda de la Argentina
que en el Trópico aparece.
Y la ronda da la vuelta
donde el mundo desfallece...
En
el blanco mar Antártico
prueba el mar hasta las heces,
y en un giro da la vuelta
donde el mundo desfallece,
la ronda de la Argentina
que en el Trópico aparece.
Albahaca del cielo
malva de olor,
salvia dedos azules,
anís desvariador.
Bailan
atarantados
a la luna o al sol,
volando cabezuelas,
talles y color.
Las
zamarrea el viento,
las abre el calor,
las palmotea el río,
las aviva el tambor.
Cuando
es que las mandaron
a ser matas de olor,
todas dirían "¡sí!"
y gritarían "¡yo!"
La
menta va al casorio
del brazo del cederrón
y atrapa la vainilla
al clavito de olor.
Bailemos
a los locos
y locas del olor.
Cinco semanas, cinco,
les dura el esplendor.
¡y no mueren de muerte
que se mueren de amor!
Caminando de Este a Oeste
con su arrastre de metales,
hacen la ronda de espadas
doce mil palmeras reales.
Se
desparraman en grupos
como estrellas o animales;
y de nuevo se rehace
la ronda de palmas reales...
Entre
cafés y algodones,
y entre los cañaverales,
avanza abriéndose paso
la ronda de palmas reales...
Saltan
con una pernada
maniguas y platanales
y de noche unas sonámbulos
andando, las palmas reales...
Cuando, de loca frenética,
suelta las cofias y chales,
se da a bailar con nosotros
la ronda de palmas reales...
Pero
ahora, de ligeras,
no llevan cuerpos mortales,
y se pierde rumbo al cielo,
la ronda de palmas reales.
A Gabriel Tomic
Flor eterna de cien hojas
fucsia llena de denuedo
flor en tierra no sembrada
que mentamos "flor de fuego".
Esta
roja flor la dan
en la noche de San Juan.
Flor
que corre como el gamo
con la lengua sin jadeo,
flor que se abre con la noche,
repentina flor del fuego.
Esta
flor es la que dan
en la noche de San Juan.
Flor
en tierra no sembrada,
flor sin árbol, flor sin riego,
el tu amor está en la tierra
y el tu tallo está en los cielos.
Esta
flor cortan y dan
en la noche de San Juan.
Flor
que sueltan leñadores
contra bestia y contra miedo;
flor que mata a los fantasmas,
¡voladora flor del fuego!
¡Esta
roja flor la dan
en la noche de San Juan!
Yo
te enciendo, tú me llevas;
yo te celo y te mantengo.
Cuánto amor que nos tuviste
¡flor caída, flor del fuego!
Esta
flor cortan y dan
en la noche de San Juan.