La civilización mesopotámica

La llegada de la agricultura a las fértiles llanuras de Mesopotamia comenzó a transformar la, hasta entonces, salvaje, errante o nómada sociedad humana en la primera sociedad sedentaria y civilizada.

Durante el séptimo milenio anterior a nuestra era empezaron a surgir pueblos agrícolas, hasta entonces confinados en los Montes Zagros, al norte del Golfo Pérsico, que limitan por oriente el enorme espacio geográfico regado, de norte a sur, por los ríos Éufrates y Tigris, conocido como Mesopotamia (hoy, Irak y gran parte de Irán y de Siria).

El desarrollo de sistemas de irrigación permitió que la agricultura se extendiera por su zona central para alcanzar después las fértiles tierras de aluvión del sur, donde, más tarde, se edificarían las primeras ciudades, comenzando la primera revolución urbana y la formación de los primeros estados. La difusión de los asentamientos agrícolas queda reflejada por la sucesión de culturas prehistóricas, caracterizadas por sus estilos cerámicos.

La más antigua de ellas, la de Hassuna (6500 a.C.), se asentó en el norte, en la zona de lluvias. Su actividad se basaba en el cultivo de cereales, la cría de ganado ovino, bovino y de cerdo, complementada con la caza de bóvidos, gacelas y onagros. Las casas fueron evolucionando desde una sencilla construcción cuadrada de barro secado al sol, hasta otras con varias estancias para el trabajo y la vida doméstica, incluido un almacén y un patio. La primera cerámica pintada, el primer horno de cerámica de dos cámaras, los indicios de fundición de cobre y plomo, los adornos personales de coralina y turquesa y el uso de sellos de impresión para marcar la propiedad privada, sugieren que la cultura Hassuna era innovadora, tecnológicamente sofisticada y que los horizontes económicos se encontraban en clara expansión.

Hacia el 6000 a.C., llegaron nuevos colonos más al norte y occidente, y la cultura Halaf sustituyó a la cultura Hassuna. La cultura Halaf se extendió por casi todo el territorio que hoy ocupan Irak y Siria y sobrevivió durante unos 600 años. Su arquitectura era diferente y se caracterizaba por un tipo de casa redonda y abovedada de hasta diez metros de diámetro. Introdujeron nuevos ritos funerarios: los enterramientos se realizaban en profundos pozos excavados en la tierra y también se realizaban complejos ritos de incineración y el depósito de los restos en vasijas que se enterraban bajo el suelo de la casa.

La cuarta cultura detectada fue la Ubaid (5800 a.C.) se prolongó 1.500 años y alcanzó las llanuras áridas de Mesopotamia, mediante una economía basada en la agricultura de regadío. De esta cultura hay testimonios en casi todo el actual Irak. Las inundaciones primaverales del Eufrates eran aprovechadas para obtener cosechas abundantes que servían para mantener a un mayor número de pobladores. Muchos de los poblados de entonces no tenían nada que envidiar a muchos de los que hoy se extienden por nuestras naciones modernas.

El pueblo de Eridu llegó a contar con una superficie de diez hectáreas y una población de 4.000 vecinos, lo que obligó a iniciar el comercio con otras zonas para conseguir las materias primas no disponibles en ella. Durante excavaciones realizadas se encontraron vasijas con pequeñas fichas de arcilla en su interior que sugieren un tipo de escritura en ciernes, ideada para llevar una rudimentaria contabilidad comercial.

El desarrollo de la primera civilización urbana con un sistema de escritura, tuvo lugar al sur de Mesopotamia hacia el año 3500 a.C. Al cabo de pocos siglos, un proceso de desarrollo similar e independiente hizo surgir la civilización de Egipto (aprox. 3200), la del valle del Indo (aprox. 2500) y la de la parte septentrional de China (aprox. 1800 a.C.).

Estas fueron las cuatro primeras civilizaciones del mundo antiguo. Estas civilizaciones compartían en común que se hallaban asentadas en una llanura fértil con grandes posibilidades agrícolas para mantener a poblaciones elevadas. En cada caso, una gran parte de la población vivía en las ciudades, gobernadas como estados independientes o como parte de un reino o imperio.

En Egipto y el valle del Indo las inundaciones aluviales fertilizaban el suelo cada año, pero en Mesopotamia y en China los canales de irrigación transportaban el agua de los ríos, canales costosos especialmente en la primera. Las ciudades alcanzaron gran tamaño y se convirtieron el ciudades-estado. En Egipto todo el poder se concentró en un rey y en la China de la primera dinastía, la Dinastía Shang, también parece ser que hubo un único gobernante supremo.

Mesopotamia contactó primero con Egipto y más tarde con el valle del Indo, de este modo también se propagaron otras influencias e ideas, aunque cada civilización debe considerarse que tuvo un desarrollo independiente, con sus raíces en la agricultura. La revolución económica y social que introdujeron estas cuatro civilizaciones señaló el principio de una nueva fase del desarrollo de la humanidad.

Presumerios, sumerios y semitas se fundieron en el proceso formativo de la cultura mesopotámica durante los milenios IV y III antes de nuestra era. Los sumerios se habían establecido en la baja Mesopotamia desde el V milenio, dando lugar a la sociedad acadia, y los semitas llegaron un milenio después a la alta Mesopotamia.

En el periodo comprendido entre la revolución urbana y la formación del imperio persa, avanzado el primer milenio anterior a la era cristiana, el espacio comprendido entre Anatolia y el Golfo Pérsico fue una zona de enorme prosperidad rodeada de una periferia más atrasada que se sentía atraída por su riqueza y que aprovecharon en ocasiones el sedentarismo de los pobladores de la zona o sus problemas sociales o económicos para instalarse en ellas e incluso acabar con algunos de aquellos estados.

Tal fue la crisis de la llamada segunda urbanización entre los años 2300 y 2000 a.C., cuando los pueblos nómadas de origen indoeuropeo, dueños de una metalurgia muy avanzada, acabaron con las exhaustas culturas urbanas egeo-anatólicas e iranias del bronce antiguo.

La herencia de los pueblos antiguos de Oriente Medio pasó primero al mundo heleno conquistado por Alejandro Magno (s.IV aC.), desde donde se difundió al oriente cristiano y al imperio iranio, para después pasar al mundo islámico.

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Fuentes Internet:

http://www.diomedes.com/crononm1.htm

http://www.diomedes.com/hismpasado.htm

http://www.ctv.es/USERS/titomacia/web/mesopota.htm

http://es.geocities.com/culturaarcaica/mesopotamia.html

http://www.mundofree.com/diomedes/hm.htm

http://www.ucm.es/info/Psyap/cabezas/mesopo.htm

http://www.damisela.com/literatura/universal/occidental/antigua/mesopotamica/

http://members.fortunecity.es/fotografia1/35_Mesopotamia.htm

http://descartes.cnice.mecd.es/taller_de_matematicas/Historia/Mapas.htm#MESOPOTAMIA

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