América Latina en la segunda mitad del siglo XX

Indigenismo y anti-indigenismo

El tema indígena no es, en sí mismo, indigenismo. Esta diferencia se advierte con nitidez en la literatura. En ella nos topamos, por un lado, con el indígena tratado como personaje literario en el romanticismo y modernismo, como objeto exótico ambiguamente perteneciente a los ámbitos de la fantasía y de la realidad. Terrible o dulce, siempre interesante por extraño o pintoresco.

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Fray Bartolomé de las Casas.

Por otro lado, nos encontramos con la literatura propiamente indigenista, en que se denuncian los ataques de ayer y hoy a los pueblos indígenas y se reivindica su autonomía espiritual, política, económica, cultural.

Su precursor, su primera gran figura, es fray Bartolomé de las Casas. Intentó una enorme, desesperada obra de amor y de justicia que emprendió no solo con la pluma (entre estas obras se destaca la "Brevísima relación de la destrucción de las Indias", redactadas por noviembre de 1542 y destinadas a conmover al futuro monarca Felipe i-i) sino también con la acción pastoral y política que desplegó mientras fue obispo de Chiapas, excomulgando a funcionarios y curas que oprimían a los indígenas y encomendando a estos a que le denunciaran los agravios que sufrían.

En su testamento, escrito dos años antes de su muerte, dice "Tengo por cierto que cuanto se ha cometido contra aquella gente, robos o muertes y usurpaciones de sus estados... ha sido contra la Ley de Jesucristo y contra toda razón natural,... y creo que, por estas impías e ignominiosas obras, Dios ha de derramar sobre España su furor y su ira, porque toda ella ha comunicado y participado no poco que mucho en las riquezas sangrientamente robadas e acabamientos de aquellas gentes (1958, V, 539-540)

En los orígenes de la corriente indigenista de este siglo está Manuel González Prada, con su clásico ensayo "Nuestros Indios", una discusión con los etnocéntricos planteos antropológicos que fundamentan la discriminación en la modernidad y una denuncia de la farisaica política indígena implantada en los países descolonizados de América. Finalmente sostiene una tesis extrema: El indio solo puede confiar en sí mismo para liberarse. El indio debe armarse.

Leamos un párrafo de su trabajo:

"Bajo la República ¿sufre menos el indio que bajo la dominación española? “

“Si no existen corregimientos y encomiendas, quedan los trabajos forzosos y el reclutamiento. Lo que le hacemos sufrir basta para descargar sobre nosotros la execración de las personas humanas. Le conservamos en la ignorancia y la servidumbre, le envilecemos en el cuartel, le embrutecemos con el alcohol, le lanzamos a destrozarse en las guerras civiles y de tiempo en tiempo organizamos cacerías y matanzas como las de Amantani, Llave y Huanta." "Al indio no se le predique humildad y resignación, sino orgullo y rebeldía. ¿Qué ha ganado con trescientos o cuatrocientos años de conformidad y paciencia? Mientras menos autoridades sufra, de mayores daños se liberta.

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Manuel González Prada.

“Hay un hecho revelado: reina más bienestar en las comarcas más distantes de las grandes haciendas. Se disfruta de más orden y tranquilidad en los pueblos menos frecuentados por las autoridades." (Nuestros Indios, en Horas de Lucha, Lima 1908,  pp. 271-275).

Podríamos agregar nosotros muchos ejemplos del período independiente, cuando España estaba ya lejos de nuestras costas: la "Campaña del Desierto", que tenían la consigna del exterminio, las cacerías de la Patagonia en pleno gobierno civil argentino y, entre otras muchas, la Masacre de Amantani: Apenas inaugurada la primera dictadura de Piérola, los indios de Amantani, isla del Titicaca, lincharon a un gamonal que los obligaba por la fuerza a hacer ejercicios militares. La respuesta fue el envío de Puno de dos buques armados de guerra que bombardearon ferozmente la isla, desde las 6 de la mañana a las 6 de la tarde. La matanza fue horrible, sin que hasta hoy se sepa el número de indios que perecieron aquel día, sin distinción de edad ni sexo. Al tiempo, solo se veían esqueletos que blanqueaban metidos de medio cuerpo en las grietas de los peñascos, en actitud de refugiarse.

El indigenismo es notoriamente defensa del indígena agredido. También es otra cosa, un testimonio de amor. En este último aspecto, una mirada superficial podría confundirlo con los acercamientos románticos al indio. Sin embargo, en el indigenismo no se trata de esos embelesos sino más bien de lo que el indígena y su mundo han dado y el indigenista recibido transformándose y devolviéndolo en militante amor. Es lo que sintetiza Arguedas:

"Recorrí los campos e hice las faenas de los campesinos bajo el infinito amparo de los comuneros quechuas.

“La más honda y bravía ternura, el odio más profundo, se vertía en el lenguaje de mis protectores; el amor más puro, que hace de quien lo ha recibido un individuo absolutamente inmune al escepticismo."

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General Julio Argentino Roca, responsable de la Campaña del desierto, que exterminó a los indígenas de la Patagonia.

Es desde esta plenitud que los indigenistas escriben "El mundo es ancho y ajeno" (Ciro Alegría),  "Hombres de Maíz" (Miguel Ángel Asturias) o "Todas las Sangres" (José María Arguedas). Por eso es comprensible el planteo del sociólogo José Uriel García: "Nuestra época ya no puede ser la del resurgimiento de las razas ni del predominio determinante de la sangre en el proceso del pensamiento y, por tanto, de la historia." "A ese hombre que viene a nosotros con el corazón abierto a saturarse de la sugestión de la sierra, henchir su alma a su contacto, siendo lo de menos el color de su piel y el ritmo de su pulso, a ese le llamaremos indio..." ("El Nuevo Indio",1939)

Con justicia el catamarqueño Joselin Cerda Rodríguez dice que

“Todos los que se reconocen hijos de esta tierra son indios

“Aunque las cosas no sean como antes...

“Después fue saqueado el oro de los templos del Sol

“Y puesto a circular en lingotes con las iniciales de Pizarro

“La moneda trajo los impuestos

“Y con la Colonia aparecieron los primeros mendigos

“El agua ya no canta en los canales de piedra

“Las carreteras están rotas

“Las tierras, secas como momias

“Como momias

“De muchachas alegres que danzaron

“En airiway (abril) el mes de la danza del maíz tierno

“Ahora secas y en cuclillas en museos...

("Economía de Tawantinsuyu", fragmento, Ernesto Cardenal)

Una característica extendida del indigenismo es su cercanía con las doctrinas socialistas. Desde Emiliano Zapata hasta el subcomandante Marcos.

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José María Arguedas.

Desde Mariátegui (fundador del Partido Comunista en el Perú) y Balcárcel (autor de "Tempestad en los Andes", un olvidado y significativo testimonio de la literatura indigenista) hasta Arguedas que, en los días anteriores a su muerte, se carteaba en quechua con el líder campesino de tendencia trotskista que había dirigido las tomas de tierras por parte de los indígenas del Valle de la Convención. Este revolucionario, que se llamaba Hugo Blanco, y estaba preso en la isla del Frontón, le envió un poema en que le llamaba Taytay (padre) y agradecía al escritor sus textos y traducciones, que habían alentado a las luchas de los campesinos peruanos.

Arguedas le contesta (en carta sin fechar, días antes de su suicidio, el 28 de noviembre de 1969) llamándole "Hermano Hugo, querido, corazón de piedra y de paloma" y refiriéndose a la invasión india de Abancay, descrita en "Los Ríos Profundos", que prefigura la sublevación del Perú le dice "... ¿No fuiste tu, tú mismo quien encabezó a esos "pulguientos" indios de hacienda de nuestro pueblo; De los asnos y los perros el más azotado, el escupido con el más sucio escupitajo? Convirtiendo a esos en el más valeroso de los valientes, ¿no aceraste su alma?"

Raíces del anti indigenismo

Las raíces del anti- indigenismo no están en una posición literaria sino en la oposición al indígena, a su cultura.

En primer lugar, en la concepción europea y en términos de Hegel: es "el espíritu libre". El sentido de la historia, el sentido de todo pueblo sobre la Tierra, es para esa filosofía realizar la libertad. Quienes van adelante en este proceso marcan el camino, deben ser seguidos por los otros. "Los orientales solo han sabido que uno es libre. Griegos y Romanos supieron que algunos son libres. Nosotros sabemos que todos los hombres son libres" decía Hegel.

La posición contraria a la de la libertad es la de estar adheridos a la Naturaleza. (América, según la veía Hegel, aún no se ha sobrenaturalizado, aún no tiene un lugar en la historia) La libertad es representada, en la tradición europea, como separación e independencia respecto a la Tierra.

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Hugo Blanco, revolucionario peruano

Como aspiración a la liviandad, la altura, la luz. Lo contrario es la densidad, lo bajo y oscuro de la materia planetaria que se convierten en antivalores en el plano metafísico, ético y gnoseológico. La concepción de los pueblos indígenas de América ve a la Tierra como madre viviente que, fecundada por el Sol, da la vida y la sostiene. No se trata de alejarnos de ella para acercarnos  a lo sagrado, al origen de la vida y los hombres sino -por el contrario- de descender profundamente al reencuentro con ella. La historia de la cultura imperante en el mundo -y no solo en el llamado Occidente- puede verse como la historia de la lucha contra esta arcaica concepción.

Podríamos entonces encontrar aquí una raíz -en perspectiva filosófica- del anti-indigenismo. A partir de esa cultura imperante hay un único orden posible del mundo. El que mira al Cielo. En los europeos que vinieron a América esa mirada es consolidada por una fe que le agregó dogmatismo e intolerancia. Vinieron a instaurar aquí, de modo excluyente, ese orden que busca alejarse de la Tierra. Muchos años después de la Conquista y la Colonia, criollos que se dicen ateos, liberales o marxistas siguen haciéndolo. Sigue imponiéndose la mirada dirigida a las abstracciones como orientadora de los actos, del conocimiento y de los valores. Esto en cuanto a los fundamentos más profundos del anti-indigenismo. Pero sus expresiones corrientes reconocen razones más circunstanciales.

La critica al indigenismo desde la defensa del hispanismo y el catolicismo

Este es el frente que con más fuerza y continuidad se opuso al indigenismo. Parte del cuestionamiento a la "leyenda negra" que, apoyándose en las denuncias de Bartolomé de las Casas se elaboró desde Inglaterra, Francia y los Países Bajos. Estos países, que habían cometido en sus colonias crímenes no menos perversos, hicieron una extensa campaña de desprestigio de la cultura española. La "leyenda" de Las Casas no era ninguna leyenda, pero su manipulación interesada por los rivales de España fue bastante hipócrita y ocultadora de otros males, tanto o más odiosos que la Conquista, que se ensañaron con los pueblos del mundo. Contra este anti españolismo, que se parecía a las expiaciones a través del chivo emisario, cargó especialmente una de las resistencias más visibles al indigenismo.

Hay que señalar sin embargo que, en América, esta postura no proviene de un uniforme bloque ideológico. En los muchos anti-indigenismos no se defiende la misma idea de hispanismo y catolicismo y no se persiguen los mismos objetivos.

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Indigenismo: ¿cohesión o segregación?

Encontramos desde posiciones racistas y ultramontanas que sostienen la Conquista y minimizan sus atrocidades, hasta posiciones que, criticándola, ven sin embargo importante preservar la unidad espiritual que a nuestra América le ha legado España y el catolicismo. Desde los conservadores de México, hasta los arielistas y vastos sectores de los llamados hispanistas advirtieron que esta espiritualidad  de origen europeo, en sus aspectos positivos que trascienden a las miserias de la Conquista y la Colonia, es un elemento de identidad y unidad.

Y es también -y a partir de ello- un fundamento de independencia frente a la moderna amenaza que se cierne sobre Latinoamérica. En este sentido, y en nombre de la unidad nacional y de la unidad latinoamericana, desconfían de algunas voces indigenistas que socavan esa identidad y unidad. Vasconcelos denunció puntualmente la promoción que Estados Unidos hace de ciertas variantes de indigenismo, agresivamente antiespañol y anticatólico, como instrumento de disociación nacional, a través especialmente de verdaderos ejércitos de antropólogos y religiosos que exporta hacia las comunidades indígenas de Centroamérica.

El anti-indigenismo desde el arte

Vargas Llosa, refiriéndose a esa "literatura comprometida" de los indigenistas, señala que "está obsoleta en buena parte del mundo" y que "en ella prevalece lo social sobre lo artístico" (p. 17) Y no se refiere solo a los indigenistas menores de la literatura.  Es muy probable que en América la tematización del dolor indígena no resulte algo forzado, extrapolado desde afuera a la literatura. En el arte, se dice lo que se tiene para decir.

Jefes indígenas brasileños actuales

Desde el Wanka de la muerte de Atahualpa hasta la Cantata de Santa María de Iquique, la literatura latinoamericana ha sido no solo el medio de expresar lo censurado en la sociedad sino lo que ocupa el alma comunitaria y arraigada del escritor.

Es interesante recordar los célebres planteos de Julio Cortázar, en su polémica con Arguedas. En una carta dirigida al poeta cubano Roberto Fernández Retamar, publicada en la revista Casa de las Américas, (N° 45, la Habana, 1967 p.5 "Acerca de la situación del Intelectual Latinoamericano"), Cortázar reflexiona sobre su exilio voluntario en París desde 1951 y sobre su evolución espiritual, que lo llevó a comprometerse con la revolución y el socialismo. Dice que en Europa descubrió las "verdaderas raíces de lo latinoamericano".

Ataca lo que llama el telurismo, el folclorismo, "los nacionalismos de escarapela y banderita" "El telurismo como lo entiende entre ustedes un Samuel Feijoo, por ejemplo, me es profundamente ajeno por estrecho, parroquial y hasta diría aldeano; puedo comprenderlo y admirarlo en quienes no alcanzan, por razones múltiples, una visión totalizadora de la cultura y de la historia, y concentran todo su talento en una labor de "zona", pero me parece un preámbulo a los peores avances del nacionalismo negativo cuando se convierte en el credo de escritores que, casi siempre por falencias culturales, se obstinan en exaltar los valores del terruño contra los valores a secas, al país contra el mundo, la raza (porque en eso se acaba) contra las demás razas."

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Indígenas brasileños modernos.

Arguedas contestó a Cortázar asumiéndose provinciano y dudando de la visión que, desde lejos, podía tenerse de América. Este, a su vez, en una entrevista (Life en Español, N.York, 7 de abril de 1969) habla de "complejos regionales", "complejos de inferioridad", "provincianos de obediencia folclórica para quienes las músicas de este mundo empiezan y terminan en las cinco notas de una quena" y cita finalmente a Borges, quien a un indigenista intransigente le preguntó una vez "por qué en vez de imprimir sus libros no los editaba en forma de quipus" (V.i-i. pp 35-40)

Nuestra situación

Todo pensamiento es situado. Esto quiere decir: vemos la realidad desde un punto de vista. Y es importante hacer consciente esa situación desde la cual pensamos. Nuestra situación, aquella desde la que pensamos la cuestión indígena, es nuestra vocación de enraizarnos en lo indígena americano. Por eso somos indigenistas. Pero no solo esas raíces -y la vocación de salvarlas- son nuestra situación. También lo es Latinoamérica, la que va desde Bolívar hasta nuestros días. Una Latinoamérica en que el adversario de la unidad, la afirmación cultural y la independencia ha dejado de ser, desde hace mucho tiempo, España. Si esta es nuestra situación debemos leer y apropiarnos de autores que, sin ser quizás indigenistas, nos ayudan a situarnos como latinoamericanos.

Sería abstracto y vano tener vocación indigenista sin tener vocación latinoamericana. Nos referimos a Vasconcelos, a Martí, al uruguayo José Enrique Rodó que en su "Ariel" defendió, contra quienes nos proponen parecernos a los anglosajones, el papel que juega la espiritualidad española en la formación de lo mejor de nuestra alma.

Antes que él, Rubén Darío, decía: "Desde México hasta Tierra del Fuego hay un inmenso continente donde la antigua semilla se fecunda y prepara la savia vital de la futura grandeza de nuestra raza: de Europa, del universo, nos llega un vasto soplo cosmopolita que ayudará a vigorizar la selva propia. Mas he aquí que del norte parten tentáculos de ferrocarriles, brazos de hierro, bocas absorbentes.

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José Enrique Rodó

“Esas pobres repúblicas de América Central no serán con el bucanero Walker con quien tendrán que luchar, sino con los canalizadores yankees de Nicaragua; México está ojo atento y siente todavía el dolor de la mutilación; Colombia tiene su itsmo trufado de hulla y fierro norteamericano; Venezuela se deja fascinar al oír la Doctrina Monroe y lo sucedido en la reciente emergencia con Inglaterra, sin fijarse en que, con Doctrina Monroe y todo, los yankees permitieron que los soldados de la reina Victoria ocuparan el puerto nicaragüense de Corinto; en el Perú hay manifestaciones simpáticas por el triunfo de los Estados Unidos; y el Brasil, penoso es observarlo, ha mostrado más que visible interés en juegos de toma y daca con el uncle Sam.

“Cuando lo porvenir peligroso es anticipado por pensadores dirigentes, y cuando a la vista está la gula del Norte, no queda sino preparar la defensa."

En ese mismo texto, en que Darío denunciaba el descarado oportunismo de la intervención yankee cuando la guerra de independencia contra España estaba ya ganada por los cubanos, el poeta elogió a Sáenz Peña, que en el Congreso Panamericano tuvo la dignidad de señalar la codicia brutal del anglosajón que pretendía más después de haberle arrebatado Texas a México.

Termina diciendo Darío algo que cabe pensar: "España no es el fanático curial, ni el pedantón, ni el dómine infeliz, desdeñoso de la América que no conoce; la España que yo conozco se llama Hidalguía, Ideal, nobleza; se llama Cervantes, Quevedo, Góngora, Gracián, Velázques; se llama el Cid, Loyola, Isabel; se llama la hija de Roma, la Hermana de Francia, la Madre de América. Miranda preferirá siempre a Ariel; Miranda es la gracia del espíritu; y todas las montañas de piedras, de hierro, de oros y de tocinos no bastarán para que mi alma latina se prostituya a Calibán." (Rubén Darío, "El Triunfo de Calibán" El Tiempo, 20 de mayo de 1988 en R. Darío, de Juan Carlos Ghiano. Centro Editor de América Latina, pp. 67-70, Bs. As 1976.)

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Rubén Darío.

La lucha por ser nosotros mismos no es contra España y su cultura. No solo porque ella no es hoy el adversario de nuestra cultura y libertad, sino porque aquella cultura es ya parte de nuestra identidad, junto a las telúricas raíces indígenas.

El mestizaje

Otro elemento de nuestra situación es el mestizaje, cuya valoración ejemplar hizo Vasconcelos en "La Raza Cósmica".

Martí llamaba a la tierra en que vivimos "Nuestra América Mestiza", y Bolívar  decía "Nosotros somos un pequeño género humano" (Carta de Jamaica) "Tengamos en cuenta que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte, que más bien es un compuesto de África y América que una emanación de Europa... Es imposible asignar con propiedad a qué familia pertenecemos" (Mensaje al Congreso de Angostura).

Los españoles son -a diferencia de los anglosajones- abiertos al mestizaje (quizás por eso no hay negros, pero sí morochitos en Catamarca). Y no solo al entrelazamiento físico sino aún espiritual. Un ejemplo especial es la prédica de fray Servando Teresa de Mier, que identificaba a Quetzalcóatl con el apóstol Santo Tomás.

La escritura de Rulfo es mestiza, como lo es la del Ande, desde Huaman Poma hasta Arguedas (pasando quizás por esa inquietante oscuridad del "Trilce" de Vallejo). Lo es a pesar de tanta dolorosa perplejidad de los mestizos, a pesar de las traiciones del malinchismo, a pesar de la crueldad de los gamonales. La asunción de nuestra hispanidad, la asunción de nuestro mestizaje, no son directamente posturas indigenistas, pero son, con la raíz indígena, aspectos de la asunción de nuestro ser situado.

Diferente es la propuesta de Sarmiento:

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Mezcla de razas o mestizaje.

“¿En qué se distingue la colonización del Norte de América? En que los anglo-sajones no admitieron a las razas indígenas, ni como socios ni como siervos en su constitución social. ¿En qué se distingue la colonización española? En que la hizo un monopolio de su propia raza, que no salía de la Edad Media al trasladarse a América y en que absorbió en su sangre a una raza prehistórica civil. ¿Qué le queda a esta América que seguir los destinos prósperos y libres de la otra? ... La América del Sur se queda atrás y perderá su misión providencial de sucursal de la civilización moderna. No detengamos a Estados Unidos en su marcha; es lo que en definitiva proponen algunos. Alcancemos a Estados Unidos. Seamos la América, como el mar es el océano. Seamos Estados Unidos."

("Conflicto y Armonías de las Razas en América", 1883, en El Ensayo Político Latinoamericano, R. Ramos, ICAP, México 19881, pp194-198)

Ver: Indígenas de América

Fuente Internet:

www.ecoportal.com.ar/content/view/full/21235

Ver, además:

http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/I/indigenismo.htm

Alianzas en América Latina, el caso de Chile

“Nuestra prioridad es América Latina”, es la principal conclusión que emana de las prioridades de la política exterior chilena que definió la Cancillería para el 2004 y que están contenidas en un documento reservado, al cual tuvo acceso La Tercera.

El informe, elaborado en diciembre, resalta la vocación regionalista que el gobierno de Lagos imprimirá a sus relaciones internacionales, luego de que surgieran críticas por un virtual aislamiento chileno y una “falta de compañerismo” hacia sus vecinos.

La clara preocupación del gobierno por definir una estrategia hacia el continente se produce justo cuando el país ha evidenciado un distanciamiento de sus socios latinoamericanos, muchos de los cuales no miran con buenos ojos el énfasis que Chile ha dado a sus lazos con EE.UU. y Europa.

A ello se suma la falta de empatía que Lagos presenta con  algunos de sus pares. El mandatario venezolano, Hugo Chávez, lo acusó de “faltar a la verdad” en la Cumbre de Monterrey. El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, dijo que entre Chile y su país “existe paz, pero no amistad”. Y con Alejandro Toledo las relaciones tampoco son mejores, ya que el debilitado jefe de Estado peruano está lejos de ser la figura por la cual el gobierno apostó para conducir Perú.

A este escenario se agregan los resquemores que existen entre Lagos y el Presidente brasileño, Lula Da Silva, ayudado por los distintos orígenes de ambos: uno del ámbito académico y el otro formado en la vida sindical. Pese a esta distancia, Lagos ha buscado mejorar los lazos desde la convicción de que debe hacer una alianza con Lula. No sólo porque Brasil es el país más poderoso de la región, sino también por la evidente relación estratégica que Lula y el argentino Néstor Kirchner han comenzado a forjar.

Parte fundamental del análisis de la Cancillería está centrado en el efecto que supone para la disputa del liderazgo latinoamericano la llegada de Lula. El documento asegura que “la elección de Lula significó una revitalización de liderazgo regional” que busca ser potenciado “a través de una fuerte ofensiva de alianzas y acuerdos regionales y de iniciativas de cooperación con países de la región”.

Como una forma de contrarrestar los efectos que puede tener Brasil en los equilibrios regionales, la Cancillería recalca que Chile debe actuar concertadamente con México, ya que es el segundo estado más grande, tiene un amplio campo de coincidencias con Chile, lo que “ayuda a una relación de mayor balance con Brasil”.

Así quedó demostrado en el apoyo que el mandatario azteca, Vicente Fox, entregó a Lagos en su calidad de anfitrión de la reciente cumbre de Monterrey y que se tradujo en el garantizado “derecho a réplica” que el chileno tuvo después de la intervención de Mesa por el tema marítimo.

En paralelo, se insiste en la necesidad de fortalecer la “alianza estratégica” que el gobierno de Lagos ha buscado concretar con Argentina y que tuvo una muestra en la celeridad con que Chile actuó para evitar que la revelación de espionaje al consulado transandino en Punta Arenas afectara los lazos.

Junto al papel de Argentina, se propone poner “especial énfasis” en las relaciones con Brasil basado en un esquema de “unidad en la diversidad” que dio un claro fruto esta semana, cuando el propio Lula dijo haber gestionado ante Chávez el que no siguiera interfiriendo en el asunto marítimo.

Además, en el documento se propone la articulación de consensos regionales que se hagan patentes en instancias como el conocido ABC (Argentina-Brasil-Chile) más México, y la búsqueda de un salto cualitativo en las relaciones de Chile con el MERCOSUR, fortaleciendo su dimensión política y social.

En su diagnóstico, la Cancillería reconoce que el manejo internacional “no está ausente de diferencias”. Sin embargo, califica como “problemas de sintonía” -debido a los dispares niveles de desarrollo de las naciones latinoamericanas- los roces que se han evidenciado entre Chile y sus vecinos.

En vista de ello, el texto deja en claro que la ofensiva en el continente debe tener en cuenta “que la forma en que otros países latinoamericanos definen sus prioridades no siempre coincide con la nuestra y que en algunas áreas tenemos intereses contrapuestos”.

A pesar de este complejo escenario, el análisis de la Cancillería es “que no hay soberbia en nuestra política exterior” y se rebate que la decisión de La Moneda de priorizar acuerdos comerciales implique “un distanciamiento de la región”, sino que forman parte de la estrategia para encarar la globalización.

Un punto clave del documento elaborado por la Cancillería es el que aborda "el liderazgo de Chile". El texto asegura que desde que después de recuperar la democracia, el país cumplió con creces los dos objetivos que se plantearon en esa época: Reinsertarse en la comunidad internacional y fortalecer su economía a través de la realización de las llamadas "reformas duras".

Por ello se expone que "el progreso político, social y económico que Chile ha experimentado hace más de una década le ha granjeado el aprecio internacional y el reconocimiento de un cierto liderazgo en su entorno que ha sido definido como 'liderazgo de concepto'".

Al momento de explicar este "liderazgo de concepto" se argumenta el que si bien hay un reconocimiento internacional del buen manejo que ha hecho Chile en materias relativas al ámbito fiscal, consolidación democrática, cohesión social, "aún somos un país en vías de desarrollo, cuyo progreso está asociado a los avances de nuestro entorno regional".

Este diagnóstico es el que da pie al gobierno chileno para afirmar que "no hay soberbia" en la conducción de las relaciones exteriores, ya que se asegura que existe conciencia de que Chile está lejos de haber dado el último paso en la consecución de sus metas: "Tenemos las oportunidades, ahora debemos hacer esfuerzos -que no son pocos- para aprovecharlas. Y debemos compartir nuestros logros con los demás países".

Importancia económica, política y militar de Estados Unidos y su influencia en América y el mundo.

Estados Unidos demostró, por medio de la guerra contra Irak, en 1991, la superioridad mundial de su maquinaria militar. Esto, aunado con la desaparición de la Unión Soviética, le permite adquirir una poderosa hegemonía política en toda la Tierra. No obstante, hay que señalar el enorme esfuerzo económico que significa el mantener este aparato bélico, el cual tiene mucha trascendencia sobre el déficit presupuestario de 350 000 millones de dólares en 1991.

La economía estadounidense se caracteriza por estar enlazada evidentemente con la guerra, empleada como un remedio para sus crisis internas, el desempleo se soluciona militarizando sectores de la industria y reclutando a los desempleados. Por su gran diversificación y una alta productividad en todas sus ramas, sostiene el índice de industrialización más alto a escala mundial. Más del 20% de la superficie del territorio está dedicado a la agricultura, la cual, a causa de la aplicación de maquinaría y tecnología, sólo ocupa el 2.3% de la población económicamente activa. Se cultivan cereales, como maíz, trigo, avena, cebada, arroz, sorgo, centeno; entre las oleaginosas y textiles, se cultiva algodón, soja, lino, cacahuate y girasol; asimismo, se siembra tabaco, caña de azúcar, remolacha azucarera, hortalizas, legumbres y árboles frutales.

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Bosques en más de un tercio de Estados Unidos.

El veintiséis por ciento del territorio está representado por los bosques, de los que se obtienen maderas para la construcción de casas y la producción de muebles, al mismo tiempo se extrae pulpa para la industria del papel. En las Grandes Llanuras existen magníficas extensiones de pastos para la cría de ganado. Las principales especies ganaderas en estados Unidos son vacunos, porcinos, ovinos y equinos. En cuanto a la pesca, sobresale por la captura de salmón, arenque y atún.

Estados Unidos extrae un considerable volumen de carbón, lignito, petróleo, gas natural y hierro; además de cobre, plomo, zinc, bauxita, mercurio, oro, plata, molibdeno, vanadio, tungsteno, manganeso, níquel, uranio, azufre y fosfatos. Esta aglomeración de recursos naturales y de capitales, hace de este país una potencia industrial.

El sector fundamental de la economía estadounidense, como la de cualquier potencia económica, está en la producción de hierro, carbón y acero, así como la metalurgia; que permiten el desarrollo de las industrias mecánica, de maquinaria textil y agrícola, material ferroviario, material eléctrico y electrónico, instrumental óptico, aparatos fotográficos y automotores. Además sobresalen las industrias aeronáutica, naval y, por supuesto, la fabricación de armas. Por su parte, los sectores de la química y de los alimentos, tienen también un gran auge por sus rendimientos y niveles de calidad.

Estados Unidos efectúa casi el quince por ciento del comercio mundial y mantiene relaciones con la mayor parte de los países. Sus principales exportaciones consisten en maquinaria, automóviles, productos químicos, aeronaves, trigo, maíz, carbón, soja, hierro, acero, tejidos, fruta, verduras tabaco, algodón, pulpa de madera, papel, petróleo y metales. Estos productos se comercian sobre todo con Canadá, Japón y Europa Occidental. Importan, sin embargo, muchos alimentos y materias primas de todo el Mundo, a fin de satisfacer su elevado nivel de consumo. La balanza comercial de los estados Unidos es deficitaria porque importa más de lo que exporta.

Regiones industriales.

En Estados Unidos la producción industrial es más notoria en las regiones Noreste, la Sureste y la Costera del Pacífico.

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Detroit.

Región Noreste. Siendo el área más densamente industrializada del país, se divide en dos zonas:

Grandes lagos . Comprende principalmente los alrededores de los lagos Erie y Michigan, en donde se ubican metrópolis importantes como Chicago, Detroit, Pittsburg y Cleveland. Se dedica a la producción de bienes de producción y equipo, como siderurgia, metalurgia y grandes construcciones mecánicas. Se aprovecha la comunicación que proporciona el río San Lorenzo y el Canal de Erie, de los Grandes Lagos con el Océano Atlántico, para el comercio internacional.

Costa atlántica, desde Boston, hasta Washington. Aquí se encuentran grandes empresas y bancos, que tienen sede en Nueva York, y concentran una parte muy importante del capital del mundo. Comprende grandes industrias muy diversificadas que abarcan desde la siderurgia y la petroquímica, hasta las industrias de confección y artículos de lujo, pasando por la electrónica y la aeronáutica. Las comunicaciones son abundantes, ya que convergen rutas marítimas, fluviales, aéreas, además de vías férreas y carreteras.

Región Sureste. Situada en las costas del Golfo de México. A la producción tradicional del algodón y del tabaco, hay que sumarle la explotación del petróleo y del gas natural, que da origen a importantes complejos petroquímicos, complementados con las industrias electrónica y aeronáutica. Es importante la ubicación de industrias relacionadas con la investigación y exploración espacial, en ciudades como Dallas y Houston.

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Dallas.

Región Costera del Pacífico. Debido al auge petrolero inicial, la industria moderna ha convertido a California en uno de los Estados más ricos del país y, a decir de muchos, quizá del mundo. Las principales ramas de la producción industrial en esta región son la aeronáutica, automovilística, electrónica, confección, química y cinematográfica. En los últimos años además se ha desarrollado enormemente la computación.

Por otro lado, la industria de menor importancia, con mayor índice de contaminación y que emplea mayor mano de obra, es desplazada fuera del territorio estadounidense, hacia los Países de Industrialización Reciente (los Tigres de Asia) y hacia México, en forma de industria maquiladora.

La potencia económica.

En Estados Unidos, el capitalismo permite a las compañías la libre competencia. Esto ha desarrollado un proceso de integración y expansión de las empresas con una enorme concentración financiera, que ha propiciado la aparición de las llamadas empresas multinacionales, las que invierten en otros países, principalmente subdesarrollados, con el pretexto de la creación de fuentes de trabajo, pero con la finalidad de tener influencia política sobre los gobiernos de esos Estados y obtener enormes beneficios económicos y capitales, que luego reinvierten en donde más les conviene.

La superioridad económica de los Estados Unidos y el elevado nivel de vida de su población, unido a sus poderosos medios de comunicación y a su influencia política, le han permitido extender su estilo de vida (american way of life) por todo el mundo, de manera que por todos lados se ven automóviles, supermercados, comidas preparadas, gente vestida al estilo texano, películas de Holliwood y programas de televisión estadounidenses. Además se escucha su música, se aprende inglés y muchos estudiantes acuden a sus universidades, para prepararse a gobernar en sus países de origen de acuerdo a los intereses de los norteamericanos.

La potencia política y militar.

Estados Unidos posee el mayor poderío militar del mundo, por lo que sus tropas tienen capacidad de intervenir con rapidez en cualquier región, ya que tienen bases militares repartidas por todas partes, excepto, todavía, en lo que recientemente fueron países socialistas. Posee, al mismo tiempo una industria bélica descomunal, de una gran capacidad de producción, no sólo para satisfacer sus necesidades, sino para suministrar armamento a otros países, con lo cual, a la vez que incrementa sus beneficios económicos, mantiene alianzas estratégicas. Además de que asegura la posibilidad de enfrentamientos mundiales, debido a la existencia de armas en diferentes regiones.

Fuente Internet:

http://www.salesianoconcepcion.cl/apuntehistoria.htm

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