Pólvora

La Pólvora es un polvo explosivo que se utiliza en balística, en especial la pólvora negra, cuya composición química es de un 75% de nitrato potásico, un 15% de carbón y un 10% de azufre aproximadamente.

La pólvora fue el primer explosivo conocido ; su fórmula aparece ya en el siglo XII, en los escritos del monje inglés Roger Bacon (aunque se le han adjudicado numerosos inventos, muchos de ellos fueron, sin duda alguna, extraídos de sus estudios sobre los científicos árabes. Nació en 1214 y murió en 1294; él descubrió que mezclando azufre, salitre y carbón vegetal, se podía producir una sustancia capaz de causar explosiones) , a pesar de que parece haber sido descubierta por los chinos, que la utilizaron varios siglos antes en la fabricación de fuegos artificiales.

Es probable que la pólvora se introdujera en Europa procedente del Oriente Próximo. Berthold Schwarz, un monje alemán, a comienzos del siglo XIV, puede haber sido el primero en utilizar la pólvora para impulsar un proyectil.

Sean cuales fueren los datos precisos y las identidades de sus descubridores y primeros usuarios, lo cierto es que la pólvora se fabricaba en Inglaterra en 1334 y que en 1340 Alemania contaba con instalaciones para su fabricación.

El primer intento de utilización de la pólvora para minar los muros de las fortificaciones se llevó a cabo durante el sitio de Pisa en 1403. En la segunda mitad del siglo XVI, la fabricación de pólvora en la mayoría de los países era un monopolio del Estado, que reglamentó su uso a comienzos del siglo XVII. Fue el único explosivo conocido hasta el descubrimiento del denominado oro fulminante, un poderoso explosivo utilizado por primera vez en 1628 durante las contiendas bélicas que se desarrollaron en el continente europeo.

La pólvora es considerada  un explosivo , porque está formada por mezclas de compuestos químicos que arden o se descomponen rápidamente generando grandes cantidades de gas y calor, y los consiguientes efectos de presión repentino, ya que al mezclar íntimamente salitre (nitrato de potasio) , azufre y carbón , se obtienen materias que por la acción de un calor elevado deflagran y desprenden súbitamente un volumen considerable de gas. Cuando la combustión se verifica en un espacio cerrado y reducido, la reacción de los gases contra las paredes que le cierran puede ser bastante enérgica para romper y hacer saltar con más o menos fuerza la pared que ofrece menos resistencia.

La pólvora es negra debido al exceso de carbón que contiene, tiene sabor fresco y picante debido a la presencia de salitre, y huele, mediante el frote húmedo, a pajuela (azufre). Sólo se inflama a la temperatura de 300º C , y aún así ha de aplicarse bruscamente el calor. Sin embargo, puede inflamarse también por el choque cuando éste produzca una temperatura conveniente.

En tiempos de paz la pólvora se utiliza principalmente para voladuras en minería y en cantería, aunque también se utiliza en la fabricación de fuegos artificiales , en aparatos de señalización y para hacer remaches y moldear metales, también como propulsores para proyectiles y cohetes y como cargas explosivas para la demolición.

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