Producción de leña

En la historia de la utilización de la leña en el mundo en desarrollo se refleja la dependencia de las comunidades rurales de los bosques y los árboles. Con el correr del tiempo, la leña ha ido escaseando, y los pobladores de las zonas rurales han ido encontrando nuevas dificultades de abastecimiento. Al mismo tiempo, se ha ido degradando el medio ambiente en situaciones de escasez. Si siguen manifestándose estas tendencias, en algunas partes del mundo correrá peligro la supervivencia misma de la población.

Los motivos de esta situación están bien documentados, y se reconoce que el más importante es la creciente presión demográfica. Pero cualesquiera que sean las relaciones entre las tendencias de la población humana, la escasez de leña y el deterioro ambiental, es preciso admitir que el nexo existente entre la agricultura rural y el potencial de la actividad agroforestal se ha descuidado por mucho tiempo. Esta actividad no solamente podría proporcionar a las poblaciones rurales suficiente combustible y otros bienes y servicios esenciales, sino que también podría contribuir a estabilizar los sistemas de producción alimentaria y detener o incluso invertir el empobrecimiento del medio ambiente rural.

La silvicultura rural y la agricultura tradicional

La escasez de leña se produce precisamente en las zonas que registran la más alta presión agrícola: las regiones áridas y semiáridas del trópico, el subtrópico y el Mediterráneo y algunas zonas más húmedas de gran densidad de población. Las características más importantes de dichas zonas son la vulnerabilidad de sus recursos forestales y el riesgo de su explotación debido a la fragilidad de los suelos y a las fluctuaciones climáticas. Por motivos tanto económicos como sociales, la única fuente de energía a disposición de la población rural y de parte de la urbana es la materia orgánica, especialmente la leña y el carbón.

Los sistemas agrícolas tradicionales han logrado integrar árboles útiles en las actividades agrícolas y han podido proporcionar en forma segura y continua madera para las necesidades locales. Una breve descripción de algunos de los sistemas agrícolas tradicionales permite formarse una idea del alto grado de refinamiento que se ha alcanzado, e ilustra la eficacia potencial de la actividad agroforestal en una amplia gama de medios ambientes, desde las regiones húmedas a las áridas.

Huertos caseros tradicionales

En el sudeste de Asia (Malasia, Indonesia, Sri Lanka, Viet Nam, Tailandia), en las llanuras fértiles de precipitaciones elevadas, los huertos caseros tradicionales desempeñan un papel de fundamental importancia. En estos sistemas se reconstituye la vegetación tropical de varios pisos con árboles frutales o de utilidad múltiple que sirven al hombre para abastecerlo todo el año de fruta, alimentos varios, forraje y leña.

El piso superior se compone por lo general de árboles tales como Durio spp., mango, caimito ( Chrysophyllum cainito ), y jaqueros. El piso medio tiene diversas especies de Eugenia (la preferida es el ciruelo de Java, E. jambolana ), Psidium guava, Nephelium lappaceum y diversas especies de Anonaceae. El piso inferior puede consistir en papaya ( Carica papaya ), naranjo y plantas útiles de las familias Marantaceae: Maranta arundinacea y Zingiberaceae: Zingiber spp. y Curcuma spp. Plantados al azar se encuentran ejemplares de Sesbania grandifolia para obtener madera de construcción de edificios ligeros, corteza medicinal, flores utilizadas como verdura y nitrógeno para aumentar la fertilidad del suelo. En el borde de los huertos se plantan
matas de bambú.

Con diversos esquemas de plantación es posible colocar árboles en un 2 a 5 por ciento de los terrenos agrícolas para leña y otras finalidades, sin menoscabo de la producción agrícola.

La leña proviene de la poda, del bambú y de Sesbania y de las hojas del cocotero y la cáscara del fruto. Una familia de cinco personas puede satisfacer sus necesidades de leña con seis cocoteros de más de cinco años. Los huertos caseros tradicionales han ayudado a conservar la fertilidad del suelo y a proporcionar leña con seguridad. En Java oriental el 63% de la leña proviene de los huertos de campo; en Java central del 49 al 81% de huertos caseros en los que se habían introducido especies de crecimiento rápido tales como Albizzia falcataria . Se calcula que la producción de una sola cuenca hidrográfica de Java central es de 7 a 9 m³/ha al año.

Especies de árboles para leña

Acacia auriculiformis:

Especie leguminosa productora de leña de excelente calidad aún en suelos pobres y zonas áridas. Es originaria de las sabanas de Papua Nueva Guinea y crece rápidamente alcanzando alturas hasta de 30m. El alto valor calorífico de esta especie (4800 a 4900 kcal por Kg.) la hace una especie apropiada para la producción de leña. Se utiliza dada su capacidad de proporcionar buena sombra y cobertura del suelo, y es utilizada tanto por su pulpa como por el forraje que produce.

Acacia mearnsii (Zarza Negra):

Es un árbol leguminoso que produce leña y carbón de excelente calidad. Su densa madera tiene un valor calorífico (3500 a 4000 kcal por Kg.) y crece en zonas con 500 a 700mm. de precipitación anual, excepto en Indonesia donde crece en elevaciones mayores a los 1000m.  Es nativa de zonas de invierno frío del sur de Australia y Tasmania. Crece bien tanto en valles y depresiones como en laderas de montañas, y puede crecer en suelos pobres. Se usa para la producción de taninos y pulpa  y es empleada para control de erosión y para mejorar suelos.

Acacia nilotica (Espino Egipcio):

Especie arbórea utilizada para producir leña, madera, forraje, taninos y resina en algunas regiones de Africa tropical, en India y en Pakistán. Esta especie es tolerante a la sequía por lo que sobrevive en sitios áridos. Crece en una amplia variedad de suelos, incluyendo los suelos pobres en nutrientes. Es una planta extremadamente espinosa y generalmente no crece más de 10m. de altura, por lo que se recomienda únicamente en aquellas áreas donde la necesidad de leña sea absolutamente crítica. La madera de esta especie es dura y por lo tanto resistente al ataque de termitas y es impermeable al agua. Es muy popular para uso en la fabricación de durmientes de líneas ferroviarias, en la construcción de carretas y remos para embarcaciones.

Acacia tortilis (Espino Sombrillo, Sayal):

Esta especie provee de leña a gran parte de regiones áridas y semiáridas de Africa y Medio Oriente. Crece preferiblemente en suelos alcalinos y/o en suelos poco profundos. Sus requisitos climáticos incluyen temperaturas máximas de 50 C y precipitaciones anuales entre 100 y 1000mm. Tiene un alto valor calorífico (4400 kcal por Kg.) por lo que es una fuente excelente para leña y carbón. Es una especie resistente a la sequía y se utiliza para postes de cercas, forraje (contiene 19% de proteína) y para la estabilización de arena. Su única limitación es que es una especie muy espinosa y que la producción de semillas se ve reducida seriamente por el ataque de insectos (bruquidos).

Albizia lebbeck (Acacia amarilla, Kokko, Karana, Nuez India):

Es una especie leguminosa muy adaptable que produce leña.  Es muy buena para la reforestación en suelos secos alcalinos.  Rebrota bastante bien y su madera es muy densa y con un alto valor calorífico (5200 kcal por Kg.). Si bien crece en variados tipos de suelos, lo hace mejor en los francos y en condiciones de alta humedad. Este árbol retiene bien la tierra por lo que puede ser utilizado en prácticas de conservación de suelos como por ejemplo en terraplenes. Su madera es muy bonita y es también usada para forraje y por su resina. La fauna silvestre y el ganado deben mantenerse alejados de esta especie.

Cajanus cajan (Gandul):

Otra especie leguminosa tolerante a altas temperaturas y a sequías, creciendo en un amplio rango de suelos. Sin embargo, no tolera las heladas, la alta salinidad en el suelo, los períodos prolongados de sequía. Es una especie muy adaptable y fácil de establecer en elevaciones que van desde el nivel del mar hasta los 3000m. Su uso más notable es como alimento para consumo humano y animal durante la estación seca. Aunque su leña no es de tan buena calidad como la de otras especies, su rápido crecimiento la hace competitiva para producir leña en épocas de escasez. Finalmente, dado su uso como abono verde es usualmente utilizada en sistemas agroforestales como barreras vivas o cultivos en callejones.

Cassia siamea (Cassia Amarilla):

Esta especie es cultivada para la producción de leña en las áreas tropicales. Puede alcanzar hasta 5m. de altura en tan solo tres años y 15m. en diez años.  Esta especie no tolera climas fríos y requiere de bastante luz para crecer rápidamente. Generalmente es utilizada en zonas de tierras bajas y prefiere temperaturas mas bien elevadas. Sus requisitos de precipitación anual van de 500 a 1000mm. Estos árboles son muy resistentes al ataque de termitas y dado lo atractivo de su madera es frecuentemente utilizada en ebanistería para la construcción de muebles. Se utiliza  para barreras rompevientos y para reforestación en colinas y áreas montañosas. Gliricidia sepium (Madre de cacao, Mata-ratón, Kakauati):

Esta especie fijadora de nitrógeno crece muy rápido. Prefiere altitudes por debajo de los 500m. Pero crece a elevaciones de hasta 1600m.  Sus requisitos de lluvia van de 700 a 3700mm. con temperaturas entre 22 y 30 C. Resiste muy bien el ataque de termitas. Produce leña de buena calidad y madera apropiada para muebles y herramientas.  Dado el valor nutritivo de sus hojas se utilizan como forraje para  ganado. Además, produce excelente sombra así como también  controla los insectos indeseables. Es generalmente una excelente opción para la construcción de barreras y cercos vivos y otros sistemas agroforestales.

Dalbergia sissoo (Sisu, Yette, Nelkar):

Esta especie de crecimiento rápido produce árboles de gran tamaño. Prospera en áreas con precipitación anual de 500 a 2000mm. y tolera condiciones áridas y semiáridas. Crece en temperaturas que oscilan de menos de 0 hasta casi 50 C.  Produce leña de excelente calidad (5200 kcal por Kg.). Se le encuentra típicamente en suelos aluviales, y por lo general no crece bien en suelos arcillosos.  Su madera es muy apreciada en la construcción y de mucha demanda para la construcción de muebles y embarcaciones. Varias especies de insectos dañan su sistema radicular. Se ha observado también que ciertos hongos atacan sus raíces en plantaciones de regadío. El ganado y los venados ramonean las plantas jóvenes.

Grevillea robusta (Encino Plateado):

Esta especie es muy versátil y ha adquirido popularidad en regiones templadas y subtropicales del mundo. Crece profusamente en climas con temperaturas que van de 15 a 20 C y  precipitaciones de 700 a 2000mm. anuales. Tradicionalmente ha sido utilizada como sombra para árboles de café, pero actualmente es utilizada como leña, madera de construcción, postes y sus hojas se utilizan para la producción de abono verde. Es de fácil propagación y no cuenta con muchos enemigos naturales. Tanto sus ramas como sus raíces son robustas, creciendo en suelos de poca fertilidad natural.

Leucaena leucocephala (Ipil-ipil, Guaje):

Leguminosa que crece en zonas con elevaciones menores a los 1.000 metros y lluvias anuales que oscilan entre los 500 y 2.000 mm. Sin embargo, esta especie puede resistir largas sequías. En su ambiente natural crece en suelos con pH que van de ligeramente ácidos a ligeramente alcalinos (5 a 8), por lo cual no es apta para suelos anegados o ácidos. Entre los productos útiles que se derivan de esta especie se encuentran:  leña, forraje, poste, pulpa de madera, etc. También es recomendable para la construcción de barreras vivas, cultivos en callejones y otros sistemas agroforestales.

Prosopis juliflora (Mesquite, Algorroba, Robinia Negra):

Otro miembro de la familia de las leguminosas que crece en los climas calurosos y secos. Sus requisitos de lluvia varían entre los 150 y los 750 mm anuales, los que son apreciablemente menores que los de Leucaena y Robinia .  Esta especie prospera en suelos arenosos y rocosos y es resistente a las heladas. Es utilizado en la producción de leña y carbón vegetal de excelente calidad. Otros productos útiles incluyen la madera, el forraje y la resina. Cabe mencionar y tener presente que tambien es una especie agresiva por lo que debe ser utilizada con mucho cuidado. Debe ser utilizada únicamente en  áreas o regiones áridas donde los problemas de deforestación son críticos.

Sesbania sesban (Sesban, Suriminta):

Este árbol produce leña muy suave generalmente utilizada como forraje o concentrado para ganado. Esta especie crece ampliamente en regiones subtropicales de Africa, Asia y Australia. Es recomendable como reservorio forrajero o bien para producción agro-silvopastoril. Situación en Chile

Extracción de Leña: Sobreexplotación

La leña sigue abasteciendo una proporción importante de las demandas energéticas nacionales, y aproximadamente un 25% del consumo energético proviene de ella. Para la población rural esta cifra debe ser mucho mayor, ya que no sólo se calefacciona con este recurso sino que la utiliza para preparar alimentos.

El crecimiento de la población y los grandes centros urbanos del sur del país, donde la calefacción de las viviendas se basa casi exclusivamente en la leña, ha generado fuertes presiones sobre los bosques naturales y en particular sobre las especies de mayor contenido calórico.

En zonas como Coihaique, con gran concentración urbana, el valor de la leña se aproxima bastante al de la madera para aserraderos. La situación en las islas interiores del Archipiélago de Chiloé es también de fuerte deforestación por esta causa. Sin embargo, el área más crítica por sus consecuencias es la zona del bosque esclerófilo, desde el Río Maule al norte, donde la explotación de este tipo forestal está asociada a procesos de desertificación, los que se ven acentuados por la ganadería extensiva. La tabla siguiente muestra el destino de la leña en Chile.

Sector

Consumo (M 3 /año)

% del total

Industria mayor

244.154

2,3

Industria pan

95.538

0,9

Empr. de Servicios

212.308

2,0

Residencial rural

5.021.077

47,3

Residencial urbano

5.042.308

47,5

Fuente: Donoso, P. 1991. Diagnóstico de la Situación Actual del Bosque Nativo en Chile. Trabajo presentado a la Comisión del Medio Ambiente de la Honorable Cámara de Diputados (mimeografiado).

Infor-Corfo, 1993. Estadísticas Forestales 1992. Instituto Forestal y Corporación de Fomento. Boletín Estadístico Nº 30.

Entre los tipos forestales más afectados por la explotación de leña se encuentran los renovables, especies como coihue, roble y tepa, entre otros.

Se estima que la producción de leña es la actividad que mayor cantidad de madera extrae del bosque nativo, alcanzado los 6,47 millones de m 3 al año. El consumo residencial de leña y otros (carbón y desechos forestales e industriales) se estima en 0,6 m 3 per cápita a nivel nacional, y en 2,4 m 3 en las zonas rurales, valores que significan un volumen anual superior a los 8 millones de m 3 . Por otro lado, al considerar que el consumo nacional, ya sea residencial o industrial, de leña exclusivamente (como rollizo de bosque) es de 10 millones de m 3 , y si esta cosecha anual en el país se realizara en forma concentrada, implicaría que cada año se cortan aproximadamente 29.200 hectáreas de bosques nativos.

Consumo total y per cápita de leña y otros para uso doméstico

Habitantes

Consumo total anual m 3

Consumo per cápita m 3

Sector rural

2.301.699

5.546.000

2,409

Sector urbano:

Ciudad con + 20.000 hab

9.195.514

1.876.185

0,204

Ciudad con - 20.000 hab

1.734.620

1.110.620

0,639

Total

13.231.803

8.532.308

0,645

Fuente: Infor-Corfo. 1993. Estadística Forestales 1992. Instituto Forestal y Corporación de Fomento. Boletín Estadístico Nº30.

La elaboración de una política dendroenergética que considere el desarrollo de una silvicultura con estos fines, así como de una tecnología eficiente para su aprovechamiento, podría revertir los efectos negativos que esta actividad tiene en los bosques del país.

Los recursos leñosos del bosque nativo son muy superiores al consumo anual. Cifras conservadoras estiman que entre la VIII Región del Biobío y la X Región de los Lagos se dispondría de una producción anual de 20 millones de m3 para la leña o carbón, que no tienen destino maderable. Sin embargo, una gran parte de este volumen no es económicamente accesible.

Fuente Internet:

http://www.fao.org/docrep/p2070S/p2070s03.htm

Ver, además, completo estudio sobre la leña en los países en desarrollo, en:

http://www.fao.org/docrep/X5329s/x5329s04.htm

Materias