Día del padre

Nuestro padre, a quien debemos agradecer la existencia, aquel que junto a mamá ha construido un hogar, edificándolo con esfuerzo y sacrificio compartido, quien nos ha ayudado a dar los primeros pasos y ha trabajado arduamente para que en casa no falte nada, tiene su día especial.

La idea de celebrar el Día del Padre surgió de la estadounidense Sonora Smart Dood, en Washington, Estados Unidos, en 1910.

Smart pretendía que, a través de la fiesta, se destacara el papel de los padres en la sociedad, especialmente de aquellos papás que, como su progenitor, cumplían el rol de padre y madre a la hora de levantar y educar a sus hijos. Su padre había enviudado al momento en que su madre daba a luz a su sexto hijo y debió cuidar de todo su familia cumpliendo roles de padre y de madre.

Sin embargo, la propuesta de la señorita Smart, que señalaba al 5 de junio como día clásico de los padres, no tuvo muchos adeptos y quedó en el olvido.

Pero ¿por qué si las madres ya contaban con su día, institucionalizado en Estados Unidos en 1907 por la profesora Anna Jarvis, los padres no podía tener también su fecha clásica?

Ésta, sin duda, fue la pregunta que se hizo el señor Harry C. Meek, presidente del Club de Leones de Chicago, Estados Unidos, quien siguió trabajando en la idea de congratular a los padres.

En 1915 el proyecto contó con luz verde, aunque en un principio se sugirió que cada familia estaba en la libertad de celebrar o no el día.

Los primeros días del padre tuvieron un carácter netamente familiar y no comercial. No obstante, con el paso de los años, los almacenes se vieron llenos, como en la actualidad, de agradecidos hijos que querían expresar a sus padres todo el afecto por medio de un regalo. Aunque hoy, como ayer, el mejor regalo es y será el afecto, el respeto y la admiración.

En 1972 se estableció, por fin una fecha oficial para el día del padre en Estados Unidos. A partir de este instante la celebración se esparció rápidamente a Europa, América Latina, África y Asia.

Así, se institucionalizó el día del padre para el tercer domingo del mes de junio. En la actualidad, la fiesta se cumple en casi todo el mundo, excepto en los pocos países comunistas que aún quedan.

Carta de un hijo a sus padres

No me den todo lo que les pido, a veces solo pido para ver hasta cuánto podré tomar.

No me griten, los respeto menos cuando me gritan, y me enseñan a gritar a mi también y yo no quisiera gritar.

No me den siempre órdenes y más órdenes, si a veces me pidieran las cosas yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumplan sus promesas, buenas o malas. Si me prometen un premio, quiero recibirlo y también si es un castigo...

No me comparen con nadie (especialmente con mi hermano) si me presentan como mejor que los demás alguien va a sufrir y, peor, seré yo quien sufra..

No cambien de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídanse y mantengan esa decisión..

Déjenme valerme por mí mismo. Si hacen todo por mi nunca podré aprender..

Corríjanme con ternura. No digan mentiras delante mío, ni me pidan que las diga por ustedes, aunque sea para sacarlos de un apuro. Esta mal. Me hace sentir mal y pierdo la fe en lo que ustedes dicen..

Cuando hago algo malo no me exijan que les diga el "por qué lo hice" a veces ni yo mismo lo sé..

Si alguna vez se equivocan en algo, admítanlo, así se robustece la opinión que tengo de ustedes y me enseñaran a admitir mis propias equivocaciones..

Trátenme con la misma amabilidad y cordialidad con que veo que tratan a sus amigos, es que por ser familia no significa que no podamos ser también amigos..

No me pidan que haga una cosa y ustedes no la hacen, yo aprenderé a hacer todo lo que ustedes hacen aunque no me lo digan, pero difícilmente haré lo que dicen y no hacen..

Cuando les cuente un problema mío, aunque les parezca muy pequeño, no me digan "no tenemos tiempo ahora para esas tonteras"; traten de comprenderme, necesito que me ayuden, necesito de ustedes...

Para mí es muy necesario que me quieran y me lo digan, casi lo que más me gusta es escucharlos decir: "te queremos"...

Abrácenme, necesito sentirlos muy cerca mío. Que ustedes no se olviden que yo soy, ni más ni menos que un hijo...

Una poesía

Carta a mi padre

(Autor: Nenina)

Cuándo vas a empezar
a vivir, papá.
No ves que los años
nos van acechando...

De lunes a sábado
tienes que madrugar.
Y sólo te resta dormir
todo el domingo.

Estás tan cansado,
que casi no sonríes.
Y te quedas dormido
en cualquier lado.

Piensa que hoy estás bien sano,
no esperes a sentirte mal...

Cuándo vas a disfrutar
de la vida, papá...
Si te la pasas
trabajando.

Cómo vas a pasar
tantos años más,
yendo, viniendo, corriendo, pensando...

Basta, para un poquito,
no te hagas tantas malasangres,
piensa que te quieren tus hijos,
que tienes que vivir mucho más.

No le hagas caso a los estúpidos
esos que hablan sin saber nada,
respira un poco de aire fresco,
y disfruta de un día de sol.

Cuándo vas a entender
lo que te quiero, papá,
y sólo deseo
seguir a tu lado.

Mi padre

Un hijo leyendo la carta de su padre

Amado hijo:

El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme.

Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide cómo atar mis zapatos, tenme paciencia, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra cómo termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y, sin querer, haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuántas veces cuando niño te ayudé y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona.

Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas. Comer, vestirte y cómo enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de qué estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo, no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuándo no debo.

También comprende que, con el tiempo, ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar...  dame tu mano tierna para apoyarme, como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuánto te amé.

Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.

Piensa entonces que, con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste, enojado o impotente por verme así. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío.

Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

Atentamente:

Tu padre.

A la memoria y recuerdo de todos los padres del mundo.

Carta a mi padre

"Gracias" suena más como una palabra de cortesía y por educación que como su real significado.

Yo, esta vez no por cortesía sino por el gran amor y respeto que siento por ti, quiero darte las gracias por ser mi padre y por todos los dones que me diste.

Por haber compartido conmigo en tantas ocasiones tu sabiduría; por haberme dado tu amor incondicional y haber sido siempre un ejemplo digno de imitar.

Si hoy puedo sentirme una persona con valores y de sólidos principios, una persona buena y con sentimientos de altruismo y entrega, es gracias a ti, a ti papá que me enseñaste a vivir.

A ti que con tu silencio muchas veces supiste trasmitir un mensaje lleno de amor, a ti que con tus clases de matemáticas convertiste mis dudas en ganas de aprender algo más, que con tus llamados de atención, muchas veces incomprendidos por mí, me mostraste el camino, lo bueno y lo malo de este mundo.

Y con tus múltiples formas de entregar cariño me hiciste sentir una persona amada y me enseñaste a valorarme y a entregar este mismo cariño hoy a los míos para hacerles saber lo mucho que valen y lo mucho que me importan.

Aun cuando en muchas ocasiones no entendí el porqué de tus actos, hoy sé que fueron siempre abocados al bienestar de nosotros, tu familia, tu esposa, tu entorno y cuando muchas veces te critiqué y no supe expresarte mis disculpas, fue por que no conocía lo que realmente era tener una familia propia.

Quiero que sepas, papá, que hoy te agradezco desde lo más profundo de mi corazón lo que has hecho de mí y la confianza que me diste al decirme que "ya estás grande y sabrás lo que es bueno y lo que es malo y yo confío en ti", fue más que un voto de confianza, un desafío a no fallarte nunca a ti ni menos a mí.

No puedo dejar de recordar aquellas ocasiones en que lloré tanto pensando que eras injusto conmigo y hoy comprendo que no fue así, tu sólo hacías lo mejor para nosotros.

Tantos recuerdos tristes y tantos bellos recuerdos dan una suma de amor y entrega que solo tú, mi padre, Un gran hombre, pudo dar.

Ahora que soy un adulto y te veo como el "padre amigo" y ya no el "padre que me educa", puedo decirte que
TE AMO Y TE DOY GRACIAS POR HABER SIDO Y SEGUIR SIENDO MI PADRE, UN GRAN HOMBRE

Fuente Internet:

http://www.elcolombiano.com/proyectos/diadelpadre/textos/historia.htm

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