Iván Zamorano

Iván Zamorano Zamora nació en Santiago el 18 de enero de 1967. Hijo mayor del joven matrimonio integrado por Luis Zamorano y Alicia Zamora, quienes vivían en la población La Legua, comuna de San Miguel. "Se puede decir que nací con un balón, porque como mi padre jugaba fútbol, cuando yo tenía un año y medio ya me había regalado uno. Así es que cuando estaba aprendiendo a caminar también aprendía a darle a la pelota", ha recordado el propio Iván.

Desde hace varios años, Iván Luis Zamorano Zamora ha sido la mejor figura que exhibe el deporte chileno. Los seguidores del deportes más popular del planeta saben de él. Reconocido no sólo por su brillante trayectoria por las canchas europeas, sino también por su calidad humana, fue nombrado embajador de la Unicef.

Cuando tenía recién tres años,  sus padres deciden trasladarse a la Villa México, ubicada en la comuna de Maipú, barrio que pasaría a convertirse en el escenario natural de su infancia y parte de su adolescencia, y donde se despertó su pasión futbolera.

Desde kínder hasta Octavo Básico los cursó en la escuela 447, ubicada en la Villa México, luego completó su Enseñanza Media en el Liceo Francés. En toda su vida escolar destacó en el ámbito deportivo.

Cuando tenía trece años, su padre fallece como consecuencia de una fulminante apendicitis, el 24 de junio de 1980 en la Posta Central de Santiago. La muerte de Luis Zamorano no sólo lo hundió en una profunda depresión, sino que reforzaría hasta hoy una relación inquebrantable con su madre y con su tío, José Zamora, su primer entrenador y personaje que ocupó el rol paterno hasta que su sobrino emigró a El Salvador, para integrarse al primer equipo de Cobresal, en los albores de 1985.

Juega un par de meses en Cobresal, donde recibió su primer sueldo, seis mil pesos, pero el técnico del equipo, Manuel Rodríguez Araneda, recomienda a los dirigentes del club enviar a préstamo a Zamorano para que "acumule experiencia" en otro equipo. A comienzos de 1986 llega a préstamo a Cobreandino, elenco que militaba en la Segunda División del fútbol chileno.

Haciendo dupla con Juan Santibáñez, su fama goleadora creció a la par con las recriminaciones directivas en Cobresal por haber ignorado el talento del adolescente de Maipú. En 1987 vuelve a El Salvador, en donde se convierte en el goleador del Torneo de Apertura con 13 tantos.

Ese mismo año debuta en la Selección Chilena enfrentando en partido amistoso a la escuadra de Perú, el sábado 6 de junio. Marca su primer gol defendiendo a la "Roja" de todos. Paralelamente, sus campañas en el elenco minero comenzaron a despertar el interés de los clubes grandes y de empresarios extranjeros. Uno de estos últimos, el italiano Vinicio Fionarelli compró su pase y lo ubicó en el Bolonia italiano.

La transferencia superó los 350 mil dólares y Zamorano comenzaba su travesía por el Viejo Continente durante un atardecer de 1988. Problemas con el entrenador del Bolonia, quien discriminó a Zamorano por su aspecto físico, hicieron que el joven delantero llegara cuadro suizo de Saint Gallen, en una competencia de tercera categoría, pero que al ariete nacional serviría como la escuela ideal para su desarrollo muscular y deportivo.

En la escuadra helvética, Zamorano se transforma en un suceso y la revista Güerin Sportivo lo bautiza como "Iván il Temmible". Goleador por naturaleza, brilló durante tres temporadas y captó la atención de la mirada del exigente fútbol español. Específicamente las retinas de Vicente Cantatore, técnico que por aquellos años dirigía al Sevilla.

El Saint Gallen recibió 2,5 millones de dólares, la venta más importante que se había realizado hasta la fecha en la historia del club. Zamorano firma en el Sevilla un contrato por cuatro temporadas. En España, Zamorano se reencuentra con su madre y su hermana y comienza a escribir los capítulos más importantes de su carrera.

La mala campaña del equipo y las imponderables lesiones hacen que Zamorano tenga un rendimiento discreto en su primera temporada (90-91) y convierte sólo nueve goles, y en la temporada siguiente marca doce. Pero nuevamente sufre  dos lesiones que le impiden tener continuidad como titular. Pese a todo, despierta el interés del entrenador del Real Madrid, Benito Floro.

Zamorano llega a la capital española para presentarse como nuevo refuerzo del cuadro "merengue" el 14 de junio de 1992, luego de que los madrileños desembolsaran cinco millones de dólares por su pase. En el campeonato que se extendió hasta a mediados del 93, Zamorano anotó 27 goles, y fue el segundo goleador de la Liga. Su fama crece y es elegido como el mejor jugador Iberoamericano del torneo.

Durante la temporada 93-94 su aporte en goles es muy escaso y los dirigentes piensan en venderlo, pero Zamorano pelea por una segunda oportunidad. La llegada del técnico argentino Jorge Valdano parecía no ser esa oportunidad, ya que éste no le dio la titularidad.

Pero el chileno se la hizo, y cada vez que entraba a la cancha hacía goles, tantos que cambió la opinión de Valdano. Al punto que Zamorano sería el héroe de aquel Real Madrid que obtendría el título de la Liga 94-95. Zamorano, además, de ganar el campeonato se convierte en el goleador del torneo. Con 28 tantos es el primer "pichichi". En 1996 no fue renovado su contrato en el Real Madrid y emigra a Italia, para incorporarse al Internazionale de Milán, club con el club firma un contrato hasta junio del 2001.

Durante este tiempo, aporta su trabajo a la selección chilena que clasifica para el mundial de Francia 1998, con Zamorano como el goleador de toda la fase clasificatoria sudamericana.

Más tarde, el 2000, forma parte de la selección chilena olímpica de fútbol que participa en los Juegos de Sydney, Australia, y que logra medalla de bronce al clasificar en el tercer lugar.

A finales del año 2000 se confirma la partida de Zamorano desde Italia hacia México, donde firma por el América, el club más popular del país azteca. La expectativa entre la hinchada mexicana es enorme, y Zamorano llega como un ídolo.  Para confirmar su condición, Zamorano debuta en el torneo local y anota tres goles en su primer partido oficial. Es la locura.

Con el América obtiene tres títulos pero sus anhelos y promesas le reclaman desde su patria. Por fin, cumpliendo la promesa hecha a su padre, el 2003 retorna a Chile para vestir la camiseta del club de sus amores: Colo Colo.

El tiempo es un compañero implacable y empieza a hostigar. Para dar otro rumbo a su vida, ahora en el aspecto personal, Iván anuncia su retiro oficial del fùtbol en julio del 2003.

Historial deportivo:

1986 Cobreandino (Chile)

1987-1988 Cobresal (Chile)

1988-1990 Saint Gallen (Suiza)

1990-1992 Sevilla (España)

1992-1996 Real Madrid (España)

1996-2000 Internazionale (Italia)

2000 América (México)

2003 Colo Colo (Chile)

Títulos:

1987 Campeón Copa Chile, Cobresal

1993 Campeón Copa del Rey, Real Madrid

1994 Campeón Supercopa Europea (Real Madrid)

1995 Goleador Liga Española (Pichichi)

1995 Campeón Liga Española (Real Madrid)

1998 Campeón Copa Uefa (Internazionale)

2000 Campeón en México

2003 Vicecampeón Colo Colo, Apertura

Fuente. Páginas Internet

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