Estación espacial Mir

Luego de los lanzamientos de satélites artificiales, las pruebas hechas para que el hombre viajara al espacio y la llegada a La Luna, los científicos tuvieron una nueva ambición: la creación de una casa permanente en el espacio.

Desde entonces, los esfuerzos se concentraron en poner en órbita grandes estructuras que albergarían a un número considerable de seres humanos y permitirían la experimentación en todo tipo de disciplinas.

Fue así como se concibieron las estaciones espaciales: naves bastante más grandes que las normales, ubicadas en una órbita baja, entre 200 y 300 kilómetros sobre La Tierra, y que permiten que astronautas y cosmonautas puedan vivir en ellas por un tiempo prolongado.

Producto de esta necesidad se construyó la MIR, estación soviética que inicia su travesía el 20 de febero de 1986. Primero fue lanzado el módulo Core (tronco) desde donde se articularían todos los dispositivos que la formarían. Fueron 160 millones de caballos de fuerza rumbo al espacio.

Debido a su enorme tamaño, fue imposible mandarla completa desde la Tierra, por lo que tuvo que ser ensamblada paulatinamente en el espacio a través de viajes sucesivos entre 1986 y 1990.

El gigante espacial se movía a una velocidad de veintisiete mil kilómetros por hora alrededor de La Tierra, y llegó a tener el tamaño de un edificio de diez pisos y un peso de 136 toneladas.

La Estación Espacial rusa MIR fue un verdadero instituto de ciencia  permanente que orbitaba la Tierra. Allí se realizaron estudios sobre la superficie atmosférica, se analizaron posibles soluciones a nuestros problemas ecológicos y otros.

Hacia 1994 la base Mir llevaba doce años orbitando la Tierra, pero en esa fecha fue tema de discusión por algunos problemas que confrontaba. Algunos de estos fueron, incluso, el choque con una nave de carga rusa, fallas con el condensador de oxígeno y fallas con la computadora principal.

Debido a la situación precaria, Estados Unidos inició una labor de apoyo a la estación y astronautas norteamericanos estuvieron trabajando en ella desde 1994 hasta 1998.

Fue en junio de 1998 cuando los astronautas rusos y los estadounidenses concluyeron cuatro años de cooperación en el laboratorio orbital y se despidieron hasta un próximo reencuentro en la Estación Espacial Internacional (EEI), que hoy, año 2001, ya está en plena construcción.

En un acto simbólico, el transbordador Discovery se llevó a la Tierra un valioso regalo: la llave de la estación Mir, ahora destruida, que se entregará a los integrantes de la primera misión ruso-estadounidense en la EEI.

Según el Centro de Control de Vuelos Espaciales ruso los cosmonautas del Discovery y la Mir se despidieron y comenzaron los preparativos para desacoplar los dos ingenios.

Al alcanzarse una distancia de separación determinada, los cosmonautas rusos Talgat Musabáyev y Nikolai Budarin inyectaron una mezcla gaseosa especial en el interior del módulo Spektr, que se encontraba despresurizado e inhabilitado desde que chocó con una nave de carga en junio de 1997. Esta colisión significó la avería más grave que haya sufrido la Mir y desató una serie de fallas que varias veces pusieron en peligro el funcionamiento de la veterana estación.

Durante más de dos años, los cosmonautas estadounidenses compartieron con sus colegas rusos todos los fallos a bordo de la Mir. Sobrevivieron desde una saturación de residuos, pasando por la falta de electricidad y calefacción, hasta daños más serios, como incendios, roturas de los sistemas de producción de oxígeno y de reciclaje del gas carbónico y desconexiones del computador central, acompañadas por la pérdida de la orientación hacia el Sol. Todo un entrenamiento para cuando se estrene la nueva estación.

En octubre de 1998 los controladores de Tierra informaron que la Mir estaba perdiendo altura.

Durante el tiempo de existencia de la MIR en la estación rusa estuvieron 104 cosmonautas rusos, soviéticos y astronautas de más de una docena de países, quienes realizaron miles de experimentos científicos.

La MIR fue construida para una vida útil de tres años, sin embargo, estuvo quince en el espacio. De ahí, que desde hace más o menos cuatro años el gobierno ruso consideraba su desmantelamiento. Esto, por el alto costo que significaba mantenerla.

Ver, además:

Estación Mir a distancia crítica

Estación Mir, el vuelo final

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