Ántrax

El ántrax es una enfermedad infecciosa aguda causada por Bacillus anthracis, una bacteria gram positiva esporulante. Esta enfermedad ataca a vertebrados de sangre caliente como terneros, cabras, ovejas, camellos, antílopes y otros herbívoros, pero también puede ocurrir en humanos por contacto con animales infectados o tejidos provenientes de animales infectados.

Formas de trasmisión

La infección puede producirse de tres formas: cutánea, inhalada y gastrointestinal.

Bacillus anthracis

Las esporas de Bacillus anthracis pueden vivir en la tierra durante muchos años. Los humanos se infectan al coger derivados de reses infectadas o inhalar las esporas procedentes de los mismos. También puede producirse al comer carne mal cocinada procedente de animales enfermos.

En teoría, rara vez afecta al hombre gracias a las mejoras de los programas de vacunación animal y a las medidas higiénicas de las granjas. De hecho, hace décadas que en los Estados Unidos no se registraba una infección de este tipo. Sin embargo, el microorganismo no se ha olvidado y, actualmente, está en el arsenal biológico de más de una decena de países en todo el mundo.

No se contagia de persona a persona, pero una vez que la bacteria comienza a multiplicarse la enfermedad avanza rápidamente.

Las esporas liberan toxinas que producen hemorragias internas, edema pulmonar, necrosis de los tejidos y, finalmente, fracaso multiórganico y muerte.

Síntomas

Los síntomas difieren dependiendo de cómo se contrajo la infección, aunque habitualmente aparecen a los siete días.

Ántrax cutáneo : La mayoría de las infecciones se producen cuando la bacteria penetra por un corte o rozadura en la piel, por ejemplo, al coger con la mano lana, piel o pelos contaminados. La forma cutánea comienza como un bulto –similar al producido por la mordedura de un insecto– que pica. En uno o dos días, se formará una vesícula y después una úlcera. Aunque ésta no duele, tiene una característica área necrótica (tejidos muertos) en el centro. Los ganglios linfáticos de la zona pueden hincharse. Cerca del 20 % de los infectados que reciben tratamiento, fallecen. Las muertes son raras si se proporciona la adecuada terapia con antibióticos.

Ántrax pulmonar : los síntomas iniciales se asemejan a los de un resfriado común. Después de unos cuantos días, pueden evolucionar a graves problemas respiratorios y shock. Esta forma de la enfermedad suele ser mortal.

Ántrax intestinal : esta variedad de la infección puede deberse al consumo de carne contaminada y está caracterizada por una inflamación aguda del tracto intestinal. Los signos iniciales son náuseas, pérdida de apetito, vómitos o fiebre y suelen ir seguidos de dolor abdominal, vómitos de sangre y diarreas agudas. El ántrax intestinal provoca la muerte en el 25 % o 60 % de los casos.

Patogenicidad

Los mecanismos de patogenicidad de Bacillus anthracis están dados principalmente por tres factores de virulencia, la cápsula antifagocítica y dos exotoxinas: la toxina causante de edema (PA-EF) y la toxina letal (PA-LF). El antígeno protector (PA) es el dominio de unión a la célula blanco y es común para las dos proteínas efectoras, el factor causante de edema (EF) y el factor letal (LF). El factor causante de edema es una adenilato ciclasa calmodulina dependiente, que induce un aumento en la concentración de AMPc en células eucariontes. El factor letal es una Zn 2+ - metaloproteasa que in vitro presenta citotoxicidad exclusiva por monocitos y macrófagos; por otro lado, se ha demostrado que proteoliza el extremo N-terminal de MAPKK  e induce la liberación de TNF-alfa e interleuquina-8 en macrófagos  y además podría generar intermediarios reactivos de oxígeno (ROIs). En animales de laboratorio causa la muerte. Sin embargo, los mecanismos por los cuales el factor letal causa citotoxicidad y muerte, son aún desconocidos.

Diagnóstico

Esta infección se diagnostica por la detección de 'Bacillus anthracis' en la sangre, lesiones de piel o secreciones respiratorias. También puede detectarse midiendo los anticuerpos de una persona que se sospecha que está infectada.

Tratamiento

Pueden prescribirse antibióticos. Para ser efectivo, el tratamiento deberá iniciarse pronto. Si no se trata, la enfermedad puede ser mortal.

Prevención

En los países donde el ántrax es más común y los niveles de vacunación de animales son bajos, las personas deben evitar el contacto con el ganado y los productos derivados. Tampoco debe comerse carne si no ha sido correctamente cocinada.

Asimismo, existe una vacuna que se ha autorizado en humanos y que resulta efectiva en un 93% de los casos.

Vacuna del Ántrax

La inmunización contra el ántrax –fabricada por la empresa BioPort– está preparada con organismos vivos atenuados. Contiene menos de 2,4 miligramos de hidróxido de aluminio como ayudante, es decir, para potenciar la respuesta inmunitaria.

Las vacunas para animales no deben emplearse en humanos.

Vacunación

La Comisión asesora de prácticas de vacunación (ACIP, por sus siglas en inglés) ha recomendado que se inmunicen los siguientes grupos de riesgo:

Personas que trabajan directamente con el organismo en un laboratorio.

Personas que trabajan con pieles en lugares donde los protocolos son insuficientes para prevenir la exposición a esporas de ántrax.

Personas que están en contacto con productos animales que pudieran estar contaminados en lugares donde se suela dar la infección.

Personal militar desplazado a zonas con un alto riesgo de exposición, pues la bacteria se emplea como arma 'bioterrorista'.

Las mujeres embarazadas deberían vacunarse sólo si fuese absolutamente necesario.

Protocolo de la vacuna del ántrax

La inmunización consiste en tres inyecciones subcutáneas administradas con dos semanas de diferencia y seguidas de otras tres inyecciones subcutáneas administradas a los seis meses, al año y a los 18 meses. Después, es recomendable dar nuevas inyecciones de la vacuna.

Efectos secundarios

Suelen producirse reacciones locales poco severas en el 30% de los inmunizados, que consisten en una leve sensibilidad cuando se presiona y un enrojecimiento de la zona de la inyección.

Las reacciones más graves son poco frecuentes y consisten en una hinchazón que se extiende por el antebrazo. Las reacciones sistémicas sólo se dan en el 0,2% de los casos.

Para ver una animación de cómo actúa el ántrax:

http://www.elmundo.es/elmundo/2001/graficos/octubre/semana2/antrax/antrax.html