Mar presencial de Chile

Para entregar más antecedentes sobre al situación de Chile en el océano Pacífico trascribimos el siguiente artículo desde la página Internet de la Armada de Chile.

Situación Oceánico-política de Chile

El patrimonio oceánico de Chile y su protección

Chile se extiende hacia la inmensidad del océano que baña el extenso litoral, que posee en los continentes americano y antártico, donde además se insertan sus islas esporádicas y una avanzada insular en la Polinesia.

Este territorio océanico de Chile está conformado por dos franjas acuáticas, con su correspondiente suelo y subsuelo marino, que tienen distinta connotación jurídica según el Derecho Internacional Marítimo (Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Montego Bay, Jamaica 1982), a saber: el mar territorial , de doce millas de anchura, que comprende todas las aguas adyacentes a sus costas, donde la soberanía nacional es absoluta; y la zona económica exclusiva , que abarca hasta las doscientas millas desde las riberas o de las "líneas de base rectas" (límite externo de las aguas interiores: golfos, bahías y canales), donde los derechos soberanos de Chile sólo se ejercen en cuanto a su propiedad exclusiva de todos los recursos vivos o minerales existentes sobre la plataforma continental de esas aguas y en su lecho y subsuelo.

El área así generada comprende alrededor de 2.400.000 Km 2 , que supera en más de tres veces el tamaño de su territorio sudamericano.

Pero eso no es todo. Chile tiene también el privilegio exclusivo sobre la plataforma submarina de 350 millas alrededor de las islas de Pascua y de Salas y Gómez.

Vista panorámica de la Isla de Pascua

Al marcar sobre un globo terráqueo el paralelo que cierra por el norte el mar chileno y al trazar desde allí hasta el polo sur el meridiano que tangentea el extremo occidental de la plataforma pascuense, se forma un casquete marítimo que en lo que queda más allá de la jurisdicción nacional, constituye una zona de especial interés para Chile, por cuanto las actividades que desarrollen allí las otras naciones, podrían afectar al patrimonio o amenazar la seguridad de nuestro país.

La eventual depredación de la biomasa migratoria ilustra muy claramente tal clase de peligros. Este casquete o espacio oceánico de interés nacional ha sido denominado mar presencial , el cual, reconocida su calidad jurídica de "alta mar" (fuera de la soberanía de Estado alguno), representa la facultad reclamada por los chilenos de estar en él para cautelar los intereses de la nación y a la vez -junto con actores de otras banderas- realizar actividades económicas que contribuyan a su desarrollo.

Como resultante, al incorporar su mar territorial al espacio geográfico de Chile , zona económica exclusiva y el nuevo concepto de " mar presencial " se configura una dimensión amplificada de territorio oceánico, en el cual cabe realizar una intensa actividad económica, científica y recreativa.

Entre las actividades económicas de mayor significación que transcurren en el escenario oceánico, y por ende de mayor impacto en la vida nacional, merecen destacarse dos: el transporte marítimo y la pesquería. El primero sirve a más del 95% del comercio exterior chileno.

El mar es el medio sin fronteras que provee la vía siempre abierta y expedita para el intercambio de todo tipo de mercancías, sean éstas materias primas, productos manufacturados o artículos alimenticios. La ubicación de Chile favorece su contacto comercial con las crecientes economías del Asia-Pacífico y le abre interesantes expectativas como país-puerto, para vincular esos mercados con algunas regiones situadas en el corazón del subcontinente, pertenecientes a Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina.

Un conocido adagio dice que el comercio sigue a la bandera. En tal sentido, a mayor presencia del tricolor chileno en la cuenca del Pacífico, mayores serán las oportunidades de aumentar el intercambio mercantil de Chile hacia ultramar.

La isla de Pascua señala un horizonte que invita a seguir más allá en pos de ese desafío y a sacar efectivo provecho de las riquezas inmersas al interior del casquete de mar presencial. Vale aquí referirse a la pesca, inmensa fuente de recursos alimentarios tanto para la población nacional como para la exportación, habida cuenta de que la demanda a nivel mundial crece aceleradamente.

Estas y otras actividades que tienen lugar en el mar, denominadas genéricamente " intereses marítimos ", tienen una incidencia vital para un país como Chile, que ha sido definido como una "Tierra de Océano". Por otra parte, los valores económicos comprometidos en la producción de bienes y servicios en el medio marino, son gigantescos a escala nacional.

Es preciso, por tanto, resguardar y proteger debidamente estos intereses marítimos contra acciones ilícitas de cualquier autoría y, en especial, contra posibles ambiciones desmedidas de potencias foráneas que pudiesen perjudicarlos, llegando incluso a violar nuestros derechos. Esto hace necesaria la existencia de un Poder Naval vigoroso, capaz de disuadir a los potenciales transgresores y de defender el patrimonio oceánico de Chile.

Tal es la responsabilidad de la Armada de Chile. Es una misión permanente, sin plazo de término y válida en toda circunstancia, siendo concurrente con su deber primario, junto a los otros órganos de las FF.AA., de estar siempre preparada para defender con las armas, la integridad y la libertad de la Patria.

Fuente Internet:

http://www.armada.cl/