Fauna antártica: Peces

(南極動植物) (Antarctic Fauna)

Los peces óseos es la clase más abundante de los peces vivientes y se diferencian notablemente de los peces cartilaginosos y sus diversas formas. Externamente presentan un par de aberturas branquiales, cada una con un hueso, el opérculo, que cubre las branquias; además, la mayoría posee escamas externas, aunque algunas especies carecen de ellas, y una aleta caudal vertical con lóbulos simétricos.


De todos los peces óseos, tal vez los más desconocidos son los que habitan las aguas antárticas, debido a que sólo durante el transcurso de la segunda mitad del siglo pasado, recién se pudo tener acceso a ellos, especialmente durante el auge de la pesquería en aguas antárticas a partir de los años 60.

De la mayoría de ellas se carece de información exacta acerca de su distribución, abundancia, biología y ecología, puntos sobre los que se podrá entregar mayor información sobre la base de la investigación científica asociada a las actividades oceanográficas y pesqueras.


Se ha indicado que alrededor de 200 serían las especies propias de las aguas antárticas, con un alto endemismo particularmente en el litoral de las islas antárticas.

De acuerdo con una publicación de FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) si se consideran sus hábitats, los peces antárticos se pueden clasificar de la siguiente manera:

1. Especies bentónicas costeras, hasta unos 500 m de profundidad. Éstos incluyen 90 especies que pertenecen a 11 familias, de las cuales 6 son de los conocidos nototenoídeos (parecidos a los Nototheniidae), 2 a percomorfos un gadiforme un escorpeniforme y un pleuronectiforme.

2. Especies bentónicas de aguas profundas. Este grupo comprende 43 especies que pertenecen a 6 familias, 4 de las cuales son nototenoídeos.


3.
Especies bentopelágicas que se distribuyen desde la plataforma hasta el talud continental, y algunas hasta grandes profundidades. Este grupo comprende 25 especies pertenecientes a 6 familias: 3 son Gadiformes, una Ofidiforme, y una Scorpeniforme.

4. Especies epipelágicas, es decir, aguas superficiales hasta unos 200 m de profundidad. Corresponde a un grupo de sólo 13 especies pertenecientes a 6 familias, todas de diferentes órdenes.

5. Especies mesopelágicas y/o batipelágicas, que habitan a profundidades mayores de 300 m. Este es un grupo muy grande y diversificado, que abarca una 70 especies pertenecientes a 20 familias. La familia más numerosa es Myctophidae (peces linterna).

6. De acuerdo con la información de FAO, en los peces antárticos predominan las formas pequeñas, ya que menos de la mitad de las especies no superan los 25 cm de longitud total y unas 30 sólo alcanzan los 50 cm. Hay algunas especies que son de crecimiento rápido como Notothenia rossii (la especie más explotada en las aguas antárticas que ha llegado a estar al borde del exterminio) y Champsocephalus gunarii , cuando se alimentan de krill. Sin embargo, la mayoría de ellos son de crecimiento lento y de gran longevidad, lo que ha hecho que muchos de ellos alcancen la madurez sexual después de los 5 años de edad.

Aún cuando muchos de los peces antárticos habitan en las profundidades, se alimentan con bastante frecuencia de presas pelágicas, como el krill, salpas y anfípodos. También los hay que se alimentan de otros peces y de fauna del fondo marino.

Los peces antárticos han sido capaces de adaptarse a dos características importantes: a) la extremadamente baja temperatura de las aguas, que oscila entre –2°C y 2°C en las cercanías del continente antártico y entre 3°C y 6°C alrededor de las islas subantárticas, y b) las fluctuaciones térmicas estacionales bastante reducidas.

Esta relativa estabilidad del ambiente térmico ha permitido a los peces antárticos desarrollar un metabolismo que es más eficaz a bajas temperaturas y, además, un mecanismo especial para evitar que su sangre se congele, lo que se logra con un "anticongelante" compuesto de una serie de glucoproteínas específicas.

Su explotación se centró en el Área 48  fijada por la FAO (que incluye las aguas del Territorio Chileno Antártico), en los alrededores de las islas Shetland del Sur, Orcadas del Sur y Georgia del Sur, y en el Área 58 (islas Kerguelen).

Cabe destacar que la pesca se desarrolló con posterioridad a la pesquería de krill, causando una extracción desmesurada, con lo que obligadamente hubo acuerdo internacional para que se decretara la veda de la mayoría de las especies de peces de interés comercial. Actualmente, la única especie de pez, cuyas poblaciones soportan la actual explotación regulada es el bacalao de profundidad, Dissostichus eleginoides .

Lamentablemente, muchos pesqueros ilegales han socavado las bases de esta extracción regulada, poniendo en peligro los actuales stocks. La comunidad internacional se ha unido, adoptando diversos acuerdos y medidas de conservación, para evitar que estas acciones ilegales continúen.

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Fuente Internet:

www.armada.cl